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Los terremotos vuelven a cebarse con La Palma: “Crecen tanto en número como en magnitud”

La isla ha registrado durante la madrugada de este jueves el mayor seísmo desde que el volcán entró en erupción. El centro eruptivo sufre un desbordamiento y las coladas vuelven a estar bajo estrecha vigilancia

Coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja desde la playa de Puerto Naos, a 11 de noviembre de 2021, en La Palma.Vídeo: KIKE RINCÓN/ EUROPA PRESS/ IGME
Guillermo Vega

El volcán de La Palma vuelve a hacer temblar la isla. Y lo hace con más virulencia que en los 53 días anteriores. Lo ha explicado este jueves María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional y portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca): “La sismicidad ha aumentado tanto en número como en magnitud”. Es más, el número de temblores durante las últimas 24 horas producidos a altas profundidades ha sido el mayor desde el 19 de septiembre: una treintena.

Un temblor acaecido a las 3.37 (hora local) se ha convertido en el más sentido de la jornada: su 5 de magnitud fue percibido por la población con un IV-V dentro de una escala de XII según el sistema europeo. Y eso, a pesar de localizarse a 36 kilómetros de profundidad.

Lo peor puede estar por llegar, según ha advertido Blanco. “La serie sísmica registrada hasta ahora establece una probabilidad muy alta de que en las próximas horas o días se produzca un terremoto de una magnitud que pueda ser percibida con una intensidad V y VI”. El grado VI se considera levemente dañino: es sentido por la mayoría dentro de los edificios y por muchos en el exterior. Si se diese, algunas personas podrían perder el equilibrio, los objetos pueden caerse y los muebles se pueden desplazar.

La intensidad mide cómo perciben los ciudadanos y las infraestructuras cada movimiento. La escala en este caso va de I a XII, y un IV es moderado: se aprecia dentro de los edificios, se nota en puertas y ventanas y los coches estacionados se agitan. La magnitud, por su parte, barema la fuerza del terremoto, independientemente de cómo se sienta en la superficie.

Personal de la UME observa la colada de lava el pasado miércoles del volcán Cumbre Vieja en La Palma.
Personal de la UME observa la colada de lava el pasado miércoles del volcán Cumbre Vieja en La Palma. Luismi Ortiz (EFE/UME)

Mayor explosividad

Durante este jueves, la erupción ha vuelto a dar muestras de explosividad. El flujo de lava también se ha mantenido activo. Tanto es así, que Blanco ha anunciado que durante el mediodía de este jueves se ha producido un nuevo desbordamiento del lago dentro del cono. Como en anteriores ocasiones, ha comenzado una monitorización estrecha para comprobar si este suceso hace que varíen las direcciones de las coladas. Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN, ha informado en su cuenta de Twitter que el desborde de lava de la erupción de La Palma parece discurrir hacia el noroeste.

Afortunadamente, 9 de las 11 lenguas que ha dispersado el Cumbre Vieja se mantienen estancadas. Las que sí se muestran activas son las dos primeras, es decir, las que formaron la primera fajana (a la que el Pevolca ha asignado el nombre de D1) y la que está creando desde hace dos días la segunda, la denominada D2. Esta última se está moviendo “en dirección perpendicular a la línea de costa” en lo que hasta ahora se conocía como Playa Nueva o Playa de los Guirres. Esta playa, ampliamente conocida por los isleños y turistas, ha sido engullida por completo. La amenaza se cierne ahora sobre el chiringuito Kiosco Los Guirres, situado en el punto más al sur de la cala.

Francisco Prieto, técnico de apoyo de la dirección técnica del Pevolca, ha sido el encargado de cifrar la última hora de la destrucción del volcán, números que difícilmente reflejan cada una de las tragedias personales que ha traído consigo el magma: la lava del volcán cubre ya una superficie de 1.005 hectáreas, 7,5 más que el día anterior; 290,5 hectáreas de cultivo han quedado arrasadas, 7,5 más en un día; 64,8 kilómetros de carreteras han quedado sepultadas.

Aire desfavorable

La calidad del aire sigue siendo objeto de preocupación. Y eso, a pesar de que el dióxido de azufre en la atmósfera se mantuvo en niveles buenos o razonablemente buenos en todas las estaciones de la red de La Palma, salvo en Puntagorda (al noroeste). En este municipio los datos se han considerado regulares. La dispersión de ceniza constituye otro de los problemas, con picos desfavorables a primeras horas de la tarde.

Esta circunstancia aconseja reducir las actividades al aire libre a grupos de riesgo y población sensible, sobre todo en la zona de Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Tijarafe y Puntagorda.

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Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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