Uno de cada cuatro menores andaluces está en riesgo de pobreza

Uno de cada cuatro menores andaluces está en riesgo de pobreza, según el informe anual que ha presentado este martes en el Parlamento la oficina del Defensor del Menor de Andalucía. El dato, según la Encuesta de Condiciones de Vida para 2019, es 4,7 puntos porcentuales más elevado que la tasa de pobreza de la población andaluza en general y supone 1,5 puntos más qué en 2018. Un aumento que la institución achaca a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

El defensor del Menor, Jesús Maeztu, ha adelantado que presentará en el Parlamento una propuesta para elaborar un plan integral de lucha contra la pobreza infantil en Andalucía. “La infancia no tiene protagonismo en la agenda política. No vende mucho”, ha lamentado Maeztu este martes tras presentar el Informe del Menor 2020 a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, en el que propone medidas para paliar el impacto de la pandemia en los más jóvenes. “Actualmente existen más garantías legislativas para la protección de los menores, pero no se aplican adecuadamente”, ha lamentado Maeztu.

Según la citada encuesta, la última disponible, el 23% de los menores andaluces de 18 años (366.437) se encuentran en riesgo de pobreza o viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza en Andalucía. El problema se agudiza en hogares monoparentales: el 56% de ellos está en riesgo de exclusión social. En la Encuesta de Condiciones de Vida 2020, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Andalucía, Extremadura y Ceuta aparecen a la cabeza en pobreza infantil en España.

El defensor del Menor ha explicado que la institución ha centrado el trabajo durante 2020 en cuatro líneas fundamentales: Educación, con los cambios en la normativa de escolarización que introduce la nueva ley, la Lomloe, y los problemas que ha generado en los centros de Educación Especial; la salud mental de los niños que se ha visto agravada durante el confinamiento en los menores que padecen patologías y que, en la mayoría de los casos, han visto interrumpidos sus tratamientos, y la violencia machista, que afecta a las madres y a los niños. En Andalucía desde 2003, fecha desde la que se tienen datos, han sido asesinadas por sus parejas o exparejas 270 mujeres. La cuarta línea, la pobreza infantil, es la más preocupante según el responsable de la oficina del Defensor del Menor.

“Es necesaria una reordenación de los sistemas públicos de ayudas y protección social a las familias para evitar solapamientos pero, sobre todo, para no dejar a nadie fuera del sistema. Nunca antes las familias se habían empobrecido tanto ni de manera tan rápida”, ha afirmado.

El Defensor del Menor de Andalucía, que a partir del próximo septiembre cambiará su nombre por el de Defensoría de la Infancia y la Adolescencia, ha realizado en 2020 un total de 6.663 actuaciones, de las cuales 2.941 han sido quejas, un 22% más que en el ejercicio anterior y, el resto, 3.722, han sido consultas, que han crecido un 19%. Educación, atención de menores, servicios sociales y vivienda han sido las áreas en las que se han realizado más actuaciones. “Los problemas siempre han estado ahí, pero la pandemia los ha agravado todos”, ha añadido Maeztu.