España incumple la meta de vacunación de junio con casi tres millones de dosis en los almacenes
Un total de 14,4 millones de personas tienen la pauta completa, 568.317 menos del objetivo que se había marcado el Gobierno para la semana pasada
La vacunación en España “va como un tiro”, le gusta repetir a la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Pero podría ir más rápido. Las comunidades autónomas acumulan en sus almacenes 2,9 millones de vacunas esperando a ser inoculadas. Algunas forman parte de unas reservas necesarias para administrar primeras y segundas dosis sin parar en caso de que haya algún retraso. Pero quedan sin pinchar más de 2,1 millones de AstraZeneca y Janssen, todas ellas destinadas a completar la pauta, cuya demora no tiene esta justificación.
La semana pasada fue la primera en la que no se cumplieron los objetivos de vacunación que el presidente del Gobierno se marcó a principios de abril. La meta era llegar a 15 millones de personas con la inmunización completada para el 20 de junio y, según el informe de este lunes 21, la cifra se ha quedado en 14,4 millones. Los más de dos millones de vacunas de AstraZeneca y Janssen almacenadas habrían sido de sobra suficientes para cumplir el hito que anunció el propio Pedro Sánchez en el camino de tener al 70% de la población inmunizada el 18 de agosto.
La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, ha explicado este lunes que la razón de este “pequeño retraso” se debe a la tardanza en la entrega de la vacuna de Janssen. De esta farmacéutica han llegado muchas menos dosis de las planeadas en el segundo trimestre: de los 5,5 millones que preveía Sanidad, la compañía estadounidense solo ha enviado 1,5 millones por el momento, debido a un problema en su principal fábrica. “Será un retraso de dos o tres días. Estamos convencidos de que los recuperaremos para superar el 50% de la población vacunada el 25 de julio [siguiente hito] y el 70% el 18 de agosto”, ha asegurado.
Esto no explica por qué hay casi tres millones de dosis sin pinchar, algo que tiene más que ver con la estrategia de vacunación española. Aunque la segunda inyección de AstraZeneca puede aplicarse entre cuatro y 12 semanas después de la primera, según su ficha técnica, el plan español aconseja que sean entre 10 y, preferentemente, 12. Incluso alargó el plazo para los menores de 60 años a 16 semanas.
Se ha observado que estos intervalos generan mayor respuesta inmunitaria, pero la decisión tiene la desventaja de que el avance en la vacunación es más lento. Y esto puede ser prejudicial ante la amenaza de la variante delta, descubierta en la India. Aunque las vacunas han demostrado una alta efectividad con la pauta completa, según los estudios preliminares del Reino Unido son más débiles con una sola dosis de lo que lo eran ante la alfa, procedente de dicho país. Así, algunas comunidades, como Madrid, Cataluña y Andalucía, han anunciado que están reduciendo el periodo entre dosis a 10 semanas.
El avance y las reservas en cada comunidad son irregulares. Pese a que Madrid asegura que se está apresurando con las segundas dosis, es la que menos vacunas de las recibidas ha puesto (87,2%). En el otro extremo están Asturias (98,7%) y Andalucía (96,8%), según el último informe del Ministerio de Sanidad, que no detalla cuántos viales de cada marca tiene guardados cada autonomía.
La media de España sigue siendo de más del 90% de vacunas administradas de las recibidas. Pero ese 10% restante, en el que se viene moviendo desde prácticamente el inicio de la campaña, suponía al principio miles de dosis y ahora se ha convertido en millones.
Las comunidades autónomas consultadas por EL PAÍS justifican la cantidad de vacunas guardadas para poder pinchar segundas dosis sin que haya parones, pero esto solo explicaría las menos de 900.000 vacunas pendientes de poner de Pfizer y Moderna. Janssen es monodosis, así que si los sistemas fueran lo suficientemente ágiles podrían programarse citas conforme se reciben los sueros, pero hay más de medio millón en los almacenes.
Con AstraZeneca también hay un problema de mermas en los envíos. La farmacéutica ha venido incumpliendo los plazos y las cantidades con los que se comprometió en un principio. Eso hace complicado planificar a largo plazo, pero no justifica que haya 1,6 millones de esta compañía sin poner.
Los mayores afectados por este lento ritmo son los sexagenarios, para los que se destinó mayoritariamente AstraZeneca. Menos de un tercio de esta franja de edad ha completado la pauta, mientras que los que tienen entre 50 y 59, que comenzaron más tarde, ya han superado el 54%.
Los expertos consultados no tienen una postura común sobre qué hacer ante esta situación. Algunos, como Federico Martinón, pediatra y asesor de la Organización Mundial de la Salud en asuntos vacunales, apuesta por acelerar el proceso en los sexagenarios, que son hoy el grupo más vulnerable. Cree que lo lógico sería acortar el periodo entre pinchazos. “Es prioritario completar la inmunidad en esta franja antes que pinchar a una persona de 40 años”, señala. También lo haría Clara Prats, investigadora del grupo de biología computacional y sistemas complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que optaría por “asegurar” a los que tienen entre 60 y 69. Más cauto se muestra Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, quien prefiere seguir observando cómo se comporta la variante delta y pedir un esfuerzo a los sexagenarios para que sean más cautos en sus relaciones hasta que les llegue la segunda dosis.
Según el último informe sobre variantes de interés del Ministerio de Sanidad, la delta es todavía muy minoritaria en España: en torno al 1% de los nuevos diagnósticos. Pero este documento se basa en datos desfasados, con tres o cuatro semanas de retraso. Comunidades como Madrid y Cataluña ya han alertado de que la variante descubierta en la India será mayoritaria en unas semanas, algo que respaldan algunos expertos mediante modelos matemáticos.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha señalado este lunes que no se está observando una evolución “muy rápida de esta variante” y que, en cualquier caso, no está contribuyendo a una subida de la incidencia, que sigue su tendencia a la baja: 92 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según el último informe oficial.
Con información de Juan Navarro, Cristina Vázquez, Guillermo Vega, Mikel Ormazabal, Margot Molina y Silvia R. Pontevedra.
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