La incidencia acumulada baja de 100 casos por 100.000 por primera vez desde agosto
Sanidad registra 98,7 diagnósticos, en una bajada continuada de la transmisión en España desde el 26 de abril
El 12 de agosto de 2020, la segunda oleada de infecciones por coronavirus cogía forma en España. El informe del Ministerio de Sanidad marcaba una incidencia acumulada (IA) de 96 casos por 100.000 habitantes en los 14 días previos, un indicador que seguía una tendencia ascendente cada vez más marcada. Fue el último día que el país registró menos de 100 de IA. Hasta este miércoles, cuando se han registrado 98,7.
Ahora la tendencia es la contraria al verano pasado. Una cuarta ola más leve que la que pronosticaban muchos expertos tocó techo el 26 de abril (235 casos por 100.000 habitantes en 14 días) y desde entonces no ha parado de bajar. Primero más rápidamente y luego de forma más suave, ni el levantamiento de las restricciones ni el fin del estado de alarma han interrumpido una tendencia descendente en la que las vacunas tienen un papel fundamental.
Prácticamente la totalidad de personas mayores de 70 años (entre las que se producían 8 de cada 10 muertes por covid-19) están ya completamente inmunizadas. Los mayores de 60 siguen el mismo camino, pero la segunda dosis todavía tardará semanas en completarse, ya que han recibido AstraZeneca, para la que Sanidad recomienda un intervalo de 12 semanas entre pinchazos. El siguiente grupo que está cerca de finalizar su protección es el de los que tienen entre 50 y 59 años: casi la mitad ya ha completado la pauta.
Con estos niveles de protección. ahora el virus circula sobre todo en los menores de esas edades. En los más jóvenes se sigue transmitiendo con fuerza, lo que impide que la bajada de casos a nivel global en España sea más rápida, según aseguró el lunes Fernando Simón, director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Pero en estas edades tanto la gravedad de la enfermedad como la mortalidad disminuyen drásticamente. Se pueden producir hospitalizaciones y decesos, pero en un porcentaje muy inferior. Y esto también se refleja en las estadísticas. Aunque las de ingresos y muertes llevan algo de retraso con respecto a la de infecciones, la caída también ha sido continua desde abril.
En España hay actualmente 3.089 personas hospitalizadas por culpa de la covid, niveles también similares a los de agosto, pero también con tendencia contraria: entonces subía, ahora bajan. Hoy los pacientes ingresados a causa del coronavirus ocupan un 2,5% de las camas de los hospitales. A principios de febrero, en el peor momento desde que estos datos están disponibles (en la primera ola no se publicaban), el porcentaje rozó el 25%.
Algo parecido sucede en las UCI, donde este miércoles menos del 10% de los pacientes ingresados tenía coronavirus. Es una cifra que se calcula sobre el total de las camas que se pueden llegar a habilitar, no sobre el número de puestos estructurales, que es muy inferior. Aun así, a principios de febrero, llegó a superar el 45%.
Para conocer el número de personas que fallecen cada día hay que esperar unas semanas, ya que el registro en muchas ocasiones lleva retrasos. Aunque no se puede precisar la cifra, sí se puede estimar que estos días están muriendo en España alrededor de una veintena de personas por covid, también en una tendencia descendente. Son, sobre todo, personas mayores de 60 que se habían infectado antes de completar su vacunación y que han arrastrado semanas de enfermedad. También hay jóvenes, pero siguen siendo una pequeña minoría.
¿Es una bajada definitiva?
La pregunta ahora es si esta tendencia a la baja del coronavirus es definitiva o hay riesgo de nuevas ondas epidémicas. La protección de los más vulnerables hace muy improbable, salvo sorpresas con nuevas variantes que hoy por hoy no se avistan en el horizonte, que las hospitalizaciones y las muertes vayan a subir significativamente. Pero el riesgo de repunte de casos está ahí, según Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas). “Todavía no llegamos a un tercio de la población con dos dosis, así que hay margen de que puedan producirse subidas”, asevera.
Franco llama la atención sobre la desigualdad de incidencia entre comunidades. Mientras en cuatro (Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia y Murcia) baja de 50 casos (uno de los indicadores que marca la barrera del riesgo bajo), todavía quedan dos (Andalucía y La Rioja) que superan holgadamente los 150, que junto a otros datos son alerta de riesgo alto. “Creo que con estas cifras tenemos que asumir que no somos iguales y que hay que tomar medidas distintas en cada lugar en función de sus circunstancias”, señala.
En el mismo sentido se manifiesta Antoni Trilla, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Barcelona, cuando se le pregunta si descarta nuevos repuntes: “Si hay una palabra que no se puede usar en esta pandemia es descartar”. Trilla subraya que es muy improbable una nueva ola que sature el sistema sanitario, pero que se pueden producir pequeñas ondulaciones de subidas y bajadas de la incidencia que obliguen a seguir implementando restricciones.
El epidemiólogo pone el ejemplo del Reino Unido, que ha tenido que pausar la desescalada tras una subida de casos asociada a la variante delta del coronavirus, inicialmente detectada en India. “Esta variante parece más transmisible, aunque con los datos que tenemos no vemos un aumento de la gravedad en la enfermedad. No sabemos cómo va a impactar aquí: allí había más gente con una dosis, pero aquí más con la pauta completa. También tenemos temperaturas más altas. Habrá que estar atentos”, advierte.
También habrá que seguir pendientes a la evolución de los países europeos, apunta Trilla. “Hay veces que adelantan acontecimientos que luego pasan aquí. Y viceversa”. España se sitúa por ahora en el grupo de países con más contagios, aunque hay ocho que superan sus tasas: Francia, Holanda, Suecia, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Lituania y Letonia superan todos los 150 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), cuyos datos no son exactamente iguales a los que reporta España en sus informes. La mayoría, sin embargo, baja de 100 y hay siete que tienen medias por debajo de 50: Polonia, Rumanía, Hungría, Bulgaria, Finlandia, Malta e Islandia.
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