Preguntas y respuestas: ¿Puedo elegir vacuna contra la covid? ¿Y si me han puesto una dosis de AstraZeneca?

El Gobierno y las comunidades han abierto un nuevo melón en la estrategia de vacunación contra la covid: la elección de vacunas. Era, hasta ahora, una de las líneas maestras, intocable y capital para el funcionamiento de una campaña vacunal lastrada por la escasez de fármacos, pero los últimos vaivenes con el medicamento de AstraZeneca han abierto la puerta a este pequeño giro de timón en un grupo determinado.

“¿Qué vacuna me van a poner?”, solían inquirir a las enfermeras los usuarios del punto de vacunación de la Farga de L’Hospitalet, en Barcelona. Era la pregunta más recurrente antes del pinchazo, recordaban las sanitarias a este diario. “No hay vacunas malas. Todas son buenas”, respondían a las voces más reticentes, que cuestionaban, en ese caso, la vacuna de AstraZeneca. Este es el fármaco que ha sufrido más problemas en su indicación desde que el 7 de abril se suspendiese temporalmente su administración mientras se investigaba su posible vínculo con casos de coágulos sanguíneos, que se dieron de forma muy poco frecuente. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) concluyó que, si bien existía una posible relación, los beneficios eran mayores que los riesgos y recomendaba su uso. Pero el daño ya estaba hecho.

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En paralelo a la idea que se gestaba en la opinión pública acerca de la vacuna de AstraZeneca, el Ministerio de Sanidad desoyó la recomendación de la EMA y, apelando a un principio de precaución extremo (para evitar cualquier efecto secundario grave a toda costa), descartó administrar la segunda dosis de AstraZeneca a 1,5 millones de personas menores de 60 años (en su mayoría, trabajadores esenciales) que había recibido la primera. El Gobierno impulsó un estudio para analizar la respuesta inmune con un segundo pinchazo de Pfizer a este grupo, y el martes la Comisión de Salud Pública recomendó emplear esta vacuna para esas segundas dosis. Pero dado el rechazo de algunas autonomías a esta decisión, también abrió la puerta a una opción intermedia: la elección de fármaco. El miércoles la ministra Carolina Darias explicó que se les daría una segunda dosis de Pfizer, como se acordó el martes, u otra vez con la de AstraZeneca, sí así lo solicita el ciudadano y firma un consentimiento informado. Pero en cualquier caso, dijo Darias, es “imprescindible” para Sanidad que Bioética avale una posibilidad.

¿Hasta ahora se podía elegir vacuna?

No. La estrategia española de inmunización contra la covid recoge que la vacuna a administrar “no puede ser a demanda o elección de los individuos ni del personal sanitario, so pena de socavar los principios y valores éticos” de la propia estrategia. La campaña vacunal está condicionada por la pandemia y la escasez de vacunas y hay que priorizar a los grupos vulnerables.

¿Qué ha cambiado?

La Comisión de Salud Pública estudia la posibilidad de que los menores de 60 años vacunados con la primera dosis del fármaco de AstraZeneca puedan recibir una segunda dosis del mismo medicamento si no quieren que el segundo pinchazo sea de Pfizer, como indica la última directriz acordada en la Comisión de Salud. El Ministerio de Sanidad ha elevado al Comité de Bioética de España la consulta sobre elegir la segunda dosis.

¿Si me han puesto una dosis de AstraZeneca, puedo elegir cuál ponerme para completar la pauta vacunal?

No. Para empezar, esta decisión todavía no es firme, sino que se está estudiando. Además, de aprobarse, la medida se restringiría solo al grupo de menores de 60 años vacunados con la primera dosis de AstraZeneca y tendrían limitada su decisión a dos opciones: una segunda dosis con la de Pfizer o con la de AstraZeneca.

¿Qué sucede con los mayores de 60 años que han recibido también la primera dosis de AstraZeneca?

Ellos no pueden elegir. La segunda dosis que recibirán será también de AstraZeneca, a las 12 semanas de la primera. En este colectivo, no obstante, hay expertos favorables a ofrecer un plan b en caso de que los ciudadanos rechacen la vacuna por ser la de AstraZeneca. “Hay que ofrecerles un plan b. No los podemos dejar sin vacunar. Pero hay que ponerlos a la cola: se les volverá a llamar, pero más tarde”, apunta Amós García, presidente de la Asociación Española de Vacunología. Esta población entra dentro de uno de los grupos más vulnerables debido a su edad.

¿Cuáles son los riesgos de permitir la elección de vacunas?

Los expertos consultados temen que aumente la confusión entre la ciudadanía e, incluso, se produzca cierto grado de discriminación. “Estas decisiones están enredando innecesariamente las cosas. La realidad es que las vacunas son un bien escaso y no podemos seleccionar a la carta, sino que hay que hacerlo con una lógica de Salud Pública. No se puede analizar como una decisión individual”, protesta Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El presidente de la Asociación Española de Vacunología recuerda por su parte que permitir la elección de la segunda dosis a menores de 60 vacunados con AstraZeneca “es una contradicción con el discurso global”, que siempre ha defendido una priorización por motivos de salud pública, no en base a criterios o deseos individuales: “Estamos hablando de fármacos, no de yogures. Lo de elegir podría ser una solución fácil, pero tiene matices éticos discutibles: si la Administración toma la decisión de priorizar el principio de precaución y no recomendar la segunda dosis de AstraZeneca, ¿es lícito que recaiga la decisión final sobre un individuo que no tiene conocimientos sanitarios?”, cuestiona el experto.

López-Acuña concluye: “Esta nueva orden va a generar más confusión. Vamos a tener a la población dividida entre mayores de 60 [el grupo de 60 a 69 se está vacunando con la de AstraZeneca] y menores de 60. ¿Vamos a dar potestad a unos para que elijan y a los otros no? Bioéticamente, eso no debería ir a ningún lado”. Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad, opta por virar las tornas en la oferta: priorizar la segunda dosis con AstraZeneca a todos los menores de 60 años que han recibido la primera y, solo si no quieren, ofrecerles el segundo pinchazo de Pfizer. “La Administración siente que tiene con ellos una obligación derivada de una situación que ha ocurrido”, justifica.

¿Hay algún país donde se pueda elegir fármaco para vacunarse contra la covid?

En la inmensa mayoría, no. Lituania, por ejemplo, sí que lo permite, y la selección se puede hacer a partir de las vacunas del fabricante disponibles en el centro de vacunación en ese momento. En el grueso de la Unión Europea, no obstante, se ha planteado una compra conjunta de vacunas y la estrategia vacunal prioriza a los grupos de edad más vulnerables con las vacunas disponibles e indicadas previamente para cada colectivo.

¿Podemos elegir qué vacunas ponernos para otras enfermedades?

No. Si se trata de un fármaco que está dentro del calendario vacunal y entra dentro de la cartera pública de servicios, el medicamento a administrar será el que resulte adjudicado en un concurso público en cada comunidad autónoma.

Si se trata de una vacuna que ha prescrito un médico privado fuera del contexto del calendario vacunal, se dispensará en las farmacias, pero siempre bajo la decisión y la receta de un facultativo.

¿Algún día podremos elegir la vacuna con la que inmunizarnos contra la covid?

Depende. Amós García sostiene que, si se convierte en una vacuna que entra en el calendario vacunal y que requiere dosis de recuerdo cada cierto tiempo, seguramente no. “Pero si es una vacuna que acaba en las farmacias en el futuro la decisión dependerá de la prescripción del profesional sanitario”, agrega. Infante rechaza una vacunación a demanda: “Esa hipótesis solo sería planteable si hiciese falta revacunarse, y eso todavía está lejos. Las vacunas deberían ser bienes globales administrados por los servicios de salud y no sería deseable vacunarse a demanda porque aumentaría la desigualdad: se vacunarían solo los que más información tienen”.