La Iglesia española admite por primera vez 220 casos de abusos a menores conocidos en los últimos 20 años
Los obispos revelan las denuncias llegadas al Vaticano de España desde 2001, que elevan la contabilidad de EL PAÍS al menos hasta 364 clérigos acusados y 872 víctimas
Los obispos españoles han revelado por primera vez una cifra de las denuncias de casos de pederastia en la Iglesia que conocen: afectan a 220 sacerdotes en los últimos 20 años, desde que el Vaticano ordenó en 2001 centralizar en la Congregación de Doctrina de la Fe, su organismo disciplinario, todas las que llegaban a las diócesis. Los datos, de hecho, los solicitó hace varias semanas la jerarquía eclesiástica a Roma. La Conferencia Episcopal Española (CEE) sigue sin aportar datos internos ni de las propias diócesis. Tampoco de las denuncias llegadas a las oficinas de atención a las víctimas que abrió cada obispado hace un año por orden del Papa. “Hoy por hoy, la Conferencia Episcopal no tiene intención de abrir una investigación”, repitió el portavoz de los obispos, Luis Argüello, lo que mantiene a la Iglesia española como una excepción en el mundo católico occidental, junto a Italia. Las conferencias episcopales de Francia o Alemania sí lo han hecho, haciendo aflorar 10.000 y 3.677 víctimas respectivamente.
La primera admisión de los obispos llega cinco días después de que EL PAÍS hiciera pública una base de datos de referencia con todos los casos conocidos hasta ahora, que ya contabilizaba 309 con 817 víctimas. También indica que 54 eclesiásticos encubrieron los delitos, entre ellos más de una veintena de obispos y cardenales. Hasta ahora, los obispos españoles siempre han mantenido que los casos de abusos a menores en el clero en España eran pocos. Argüello ofreció como contexto de estas primeras cifras que en estas dos décadas ha habido en España 31.000 sacerdotes. Es decir, los acusados supondrían el 0,71% del total. También señaló que en el mismo periodo la Fiscalía General del Estado ha recibido 220.000 denuncias de abusos, para poner en evidencia que se trata de un grave problema de toda la sociedad y “no debe ponerse el foco solo en la Iglesia”.
Consulta la primera base de datos de pederastia en la Iglesia
Los 220 sacerdotes denunciados se dividen en 144 diocesanos (43 de ellos aún bajo investigación en expedientes abiertos) y 76 de órdenes religiosas (26 todavía abiertos), por lo que en esta contabilidad se han quedado fuera los casos cometidos por los miembros de las congregaciones que no son curas. Aunque se refieren a denuncias presentadas desde 2001, afectan también a hechos de años anteriores. El cruce de esos números con la base de datos de EL PAÍS, que recoge hasta ahora 89 casos en diócesis y 213 en órdenes religiosas, indica, al menos, dos cosas: hay como mínimo 55 casos nuevos no contabilizados de sacerdotes diocesanos (la diferencia entre los 89 conocidos y los 144 revelados ahora) y el número de denuncias a religiosos está claramente por debajo de la cifra real de casos. Estos 55 nuevos casos hacen subir el total de los conocidos en la Iglesia española a 364 y las víctimas, a 872, calculando como mínimo una por cada caso. Argüello no proporcionó información del número de víctimas, ni de las fechas y los lugares de los hechos, extremos que, según explicó, el Vaticano no les ha comunicado.
El anuncio de la CEE supone un enorme salto en el lento reconocimiento de la dimensión de los abusos en la Iglesia española. En octubre de 2018, cuando EL PAÍS empezó su investigación del escándalo, las diócesis españolas admitieron solo cuatro casos. El pasado mes de febrero, en una nueva ronda de consultas, solo una quincena de los 70 obispados admitieron a este diario que tenían constancia de 45 casos, una veintena de ellos desconocidos ante la opinión pública. En esa misma consulta, una decena de prelados veían con buenos ojos que se realizase una investigación general coordinada por la CEE, pero sigue siendo algo fuera del orden del día.
Abiertos a colaborar con la Fiscalía General del Estado
Argüello explicó que los obispos están abiertos a colaborar con la Administración pública y la Fiscalía General del Estado “para poder abordar juntos este asunto doloroso en la sociedad española y poder contribuir” desde su “propia experiencia a la prevención de los abusos”. “Reconocemos que en algún tiempo hemos podido caminar demasiado despacio. En otra época, incluso, mirar hacia otro lado”, reflexionó. Recordó que la Iglesia dio “un giro normativo” a partir de 2001, cuando empezó el escándalo de la pederastia en el clero de Estados Unidos. El último paso de la CEE en esta reunión plenaria ha sido la creación de un servicio central de asesoramiento para las oficinas de atención a las víctimas de cada diócesis, que estará también a disposición de las oficinas creadas por las congregaciones religiosas. “Nos va a poder servir para tener conocimiento de lo que en cada diócesis se realiza”, explicó el portavoz de los obispos.
Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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