Comienza la no Feria de Abril
Sevilla, en riesgo extremo con una tasa de incidencia del coronavirus de 259, ha salido a la calle para celebrar su fiesta
El hecho de que Andalucía entrara el día 15 en riesgo extremo tras una subida de la tasa de incidencia del coronavirus, que este sábado alcanzó los 259 casos por 100.000 habitantes, no ha amedrentado a miles de sevillanos que han salido a celebrar el pescaíto de la no Feria de Abril este sábado. En las terrazas del centro de Sevilla, abarrotadas y con largas listas de espera, la gente ha bebido el famoso rebujito, ha cantado e, incluso algunos, se han arrancado por sevillanas.
Antonio Domínguez, 22 años, chaqueta azul y clavel rojo en la solapa, ha salido con tres amigos a recordar sus “gloriosos días” de la Feria de Abril. “Al bicho lo matábamos nosotros en una buena noche de feria, lástima que no se pueda. Al menos este año tenemos un sucedáneo, porque lo del año pasado fue muy triste”, comenta mientras comparte una jarra de la mezcla de manzanilla y gaseosa que tanto se bebe en estas fiestas. Los jóvenes ocupan una de las mesas altas de La Antigua Bodeguita, uno de los bares de la concurrida plaza del Salvador, donde todo está reservado desde hace más de una semana. Santos Ortega, propietario del negocio, vigila para que se cumplan la limitación de seis personas por mesa y se respete la distancia de seguridad. Tarea que se dificulta a medida que avanza el día y aumenta el consumo de alcohol: “En cuanto se toman dos copas la gente se descontrola. No se acuerdan de que estamos en pandemia. Si alguien incumple las normas no le servimos más y le pedimos que se vaya. La mayoría se lo toma bien”, ha asegurado el hostelero.
La plaza del Salvador, con la rojiza fachada barroca de la iglesia que le da nombre como telón de fondo, es uno de los espacios públicos que el Ayuntamiento de Sevilla ha iluminado “para que la ciudad recuerde la feria”, apunta un portavoz municipal. “El Ayuntamiento no ha promovido una feria del centro, sino que ha organizado una serie de actividades puntuales con sectores económicos afectados por la suspensión de la fiesta. La decoración de los bares es algo que cada hostelero ha realizado por cuenta propia y no tiene ninguna relación con las medidas sanitarias. Lo importante es que se cumpla la normativa”, añade el portavoz.
Tan solo una de las actividades organizadas por el Consistorio, el desfile de moda flamenca previsto para este fin de semana en la avenida de la Constitución, se ha suspendido. Se mantienen el mercadillo de moda y accesorios flamencos con una treintena de puestos que permanecerán abiertos hasta el día 25 en la plaza Nueva; además de varias exposiciones de fotografía en las calles del centro y el parque de atracciones Vive Park instalado en el Real de la Feria en Los Remedios en 80.000 metros cuadrados, la mitad del espacio en el que se monta habitualmente la calle del Infierno (como se conoce tradicionalmente al conjunto de atracciones contiguo al Real).
Tanto en Sevilla, como en Granada, Córdoba y Almería, capitales que el pasado viernes entraron en nivel 3 grado 1 de alerta por la covid, tendrían que haber cerrado todas las actividades no esenciales a las 20.00. Medida que el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, pospuso hasta el domingo ante las protestas de los hosteleros por lo “inesperado” de la situación. La Junta introdujo esta medida el 8 de abril modificando una orden de octubre de 2020 que establece las limitaciones según los niveles de alerta sanitaria. Esa prórroga ha permitido a bares y restaurantes de Sevilla abrir hasta las 22.30 el viernes y el sábado. A partir de este domingo toda actividad no esencial tendrá que cerrar a las 20.00, aunque el toque de queda sigue siendo a las 23.00.
“Ahora lo estamos pasando bien, pero seguro que tendremos que lamentarlo más adelante”, reconoce María Ortiz, quien ha salido con su marido la noche del sábado a “dar una vuelta” luciendo mantón de Manila y una flor en el pelo. La pareja está sentada en la terraza del restaurante Miss Hem, en la plaza de San Francisco, ante la fachada plateresca del Ayuntamiento, donde bajo una carpa de bombillas se mezclan grupos de amigos bailando sevillanas al son de las palmas y una caña, vendedores de globos y algunas mujeres que han querido desempolvar el traje de flamenca. Como ha hecho Carmen Martínez, que cumple 18 años, y dos amigas que se confiesan un poco cohibidas porque esperaban encontrarse con más chicas de volantes y lunares.
Raúl Gallego, jefe de sala de Miss Hem —un nuevo establecimiento que ha abierto esta Semana Santa—, explica que ha creado un menú especial para la no Feria de Abril basado en el típico pescaíto frito con el que cada año se celebra el alumbrado del Real y que lo mantendrán durante toda la semana. En una de las mesas de la terraza del local, las carcajadas del grupo llaman la atención de los viandantes: una chica pone en el móvil las sevillanas del Niño del Ukelele, en las que el humorista Sergio Caro relata la situación con mucha guasa y recomienda a Pedro Sánchez que eche la vacuna de los sevillanos en el rebujito porque “se curan en un ratito y hasta se hacen inmortales”.
El ambiente festivo del primer día de esta peculiar no Feria de Abril se ha extendido no solo por los alrededores del Ayuntamiento, las plazas del Salvador y de la Alfalfa; sino que ha llegado a Triana, donde el mediodía del sábado no había una mesa libre en ninguna de sus numerosas terrazas, y a todos los barrios de la ciudad.
La Policía Local ha formulado este fin de semana 174 denuncias por incumplir las limitaciones horarias y de movilidad, no usar mascarilla o consumir alcohol en la vía pública. La jornada del sábado se ha saldado con dos desalojos: uno de 57 personas que estaban pasada la una de la madrugada en un pub de la calle Cromo consumiendo alcohol y sustancias estupefacientes en una fiesta puerta cerrada en la que la Policía Nacional levantó 57 actas por incumplimiento de la normativa de estado de alarma. El otro, se produjo en la tarde del sábado en la terraza Los de Caramelo, en la avenida de San Francisco Javier, donde la Policía Local desalojó a unas 300 personas y precintó el local por vender alcohol a menores de edad.
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