Al menos cinco mujeres acusan al preso por el caso Marta Calvo de intoxicarlas con cocaína
Cinco prostitutas sostienen que Jorge Palma les introdujo droga en sus genitales sin consentimiento mientras la investigación duda de si la joven fue descuartizada en Manuel
La investigación por el caso de Marta Calvo, desaparecida el pasado 7 de noviembre, ha recabado al menos cinco denuncias presentadas contra Jorge Ignacio Palma, actualmente en prisión tras entregarse y confesar que había descuartizado el cadáver de la joven valenciana al entrar en pánico cuando la encontró muerta por accidente en su casa. Mientras la Guardia Civil sigue buscando los restos del cuerpo en el vertedero de Dos Aguas (Valencia), cinco prostitutas han denunciado al colombiano de 38 años por someterlas a la misma práctica sexual de riesgo sin su consentimiento, al introducirles grandes dosis de cocaína de gran pureza por sus órganos genitales y por vía anal, según fuentes de la investigación.
La brasileña Arliene Ramos murió el pasado abril presuntamente por un ataque provocado por intoxicación de cocaína. En la autopsia le encontraron restos de esta droga en la vagina. Había estado con Palma, condenado por narcotráfico con anterioridad. Además, se está analizando la muerte en junio de la también prostituta Lady Marcela Vargas, con la que el ahora preso en Picassent presuntamente mantuvo relaciones. Palma reconoció en su confesión que había celebrado "una fiesta blanca" en la que consumió varios gramos de cocaína con Marta Calvo antes de que esta falleciera.
Estos son los principales testimonios, hechos e indicios que revelan un mismo modus operandi. Sin el cadáver, el propósito es recabar suficientes pruebas para poder acusar a Palma de al menos el delito de homicidio con dolo eventual. Según fuentes jurídicas, hay dolo eventual cuando el autor sabe que existe la posibilidad de que su acción provoque la muerte de otra persona y a pesar de ello continúa con esa acción. La pena por este delito se sitúa entre los 15 y los 22 años.
Palma ha repetido su patrón de comportamiento y ha mostrado una personalidad psicopática, carente de empatía, como dejó patente cuando se marchó de la casa de citas en cuanto vio convulsionar a la prostituta brasileña, de acuerdo con fuentes del caso. No fue acusado entonces de omisión del deber de socorro porque sus compañeras la atendieron de inmediato. Murió semanas después en el hospital. El objetivo de la defensa de Palma es salir indemne con tal vez una infracción administrativa por infringir el reglamento de policía mortuoria al descuartizar el cadáver. El detenido, con contactos en el mundo del narcotráfico, tuvo casi un mes para prepararse su defensa. Se perdió su pista el 9 de noviembre, cuando se marchó de su casa de Manuel, tras la visita de la madre de Marta Calvo interesándose por su hija, que le había enviado un localizador con esa dirección hacía dos días y no sabía nada de ella desde entonces. Se entregó en el cuartel de la cercana localidad de Carcaixent el 5 de diciembre.
La investigación ha localizado a más mujeres que reconocen haber mantenido relaciones consentidas con Palma siguiendo el mismo patrón, pero han preferido no presentar denuncia. Los testimonios recogidos coinciden en la obsesión de Palma por consumir grandes cantidades de droga en sus encuentros sexuales. Si bien las mujeres admiten que, en un principio, podían esnifar rayas de cocaína con él, como había acordado en su primer contacto, conforme avanzaba el encuentro la situación se descontrolaba. En algún caso, la prostituta llego a sufrir convulsiones y ataques pasajeros de arritmia.
La juez de instrucción de Alzira ha decretado el secreto del sumario mientras continúa la investigación. La búsqueda del cuerpo es la prioridad. Las cámaras y el análisis de los movimientos de Palma a través de su móvil confirmaron su versión de que estuvo en los establecimientos para comprar herramientas y productos de limpieza y en las poblaciones donde dijo haber arrojado los restos de Marta Calvo.
Nueva hipótesis sobre el descuartizamiento
Tres meses después de la desaparición de la joven de 25 años, sin embargo, la investigación también se plantea si realmente Palma descuartizó a la chica en su domicilio de Manuel (distante 60 kilómetros de Valencia), como él dice. No se ha hallado ninguna prueba de ello, a pesar de la porosidad de los materiales de construcción y de la gran complejidad que comporta desmembrar un cuerpo que contiene cinco litros de sangre sin dejar ningún rastro. Se hallaron restos orgánicos en el recodo de una tubería, pero su análisis no fue concluyente, ni se pudo extraer ADN. Además, este viernes el programa Espejo Público de Antena 3 apuntó que los investigadores encontraron sin usar y precintado en la casa de Palma el producto químico que compró para hacer desaparecer el cuerpo. Otras fuentes corroboran la idea de que el detenido mintió y no descuartizó el cuerpo en Manuel. El programa de televisión eleva a ocho las mujeres que han denunciado a Palma por su modus operandi.
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