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Los españoles repatriados de Wuhan pasarán la cuarentena en un hospital de Madrid

Aquellos que presenten síntomas no podrán embarcar en el vuelo hacia Europa, que despegará esta semana

Llegada a Tokyo del avión con los evacuados japoneses de Wuhan este miércoles.Foto: atlas | Vídeo: EFE. ATLAS
Pablo Linde

Los españoles evacuados de Wuhan por el brote del coronavirus 2019-nCoV pasarán los primeros 14 días a su regreso aislados en un hospital de Madrid. Tendrán una planta entera para ellos, donde se podrán mover con total libertad y recibir visitas controladas de familiares; podrán usar sus ropas y habrá una habitación de juegos habilitada para niños, ya que también llegará alguno en la expedición.

Estas son las medidas que tiene preparadas el Ministerio de Sanidad para la llegada de la veintena de repatriados, aunque por el momento se desconoce la fecha exacta. Exteriores está negociando con otros socios europeos en qué avión embarcarán, aunque está previsto que sea en un vuelo en los próximos días, para que puedan aterrizar durante el fin de semana, como muy tarde.

Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha explicado a este periódico que las medidas han sido consensuadas tanto con China como con otros países de la Unión Europea, de forma que todos ellos adoptasen cautelas similares. Son, en su opinión, “precauciones por encima de lo necesario con lo que se sabe de la enfermedad, y en el límite superior máximo de seguridad”.

Aunque España era en principio partidaria de una cuarentena domiciliaria, tal y como ha decidido Japón —que ya tiene a sus primeros nacionales en suelo nipón—, el acuerdo entre países de la UE es un “término medio” entre las opiniones de varios Estados. Francia anunció el martes sus planes, y este miércoles también se han sumado, con medidas similares, Alemania y Reino Unido. La ministra de Salud gala, Agnès Buzyn, ha detallado la agenda: un primer vuelo tenía previsto partir en la noche del miércoles de Wuhan, con 200 personas, solo francesas; el segundo lo hará el jueves o el viernes, y en él irán también ciudadanos de otras nacionalidades, aún sin confirmar.

Las medidas son también aprobadas por China, que solo permite salir a extranjeros bajo ciertas condiciones. Debe existir el compromiso de tomar las medidas de seguridad pertinentes y se aplicará algún tipo de cuarentena. Simón explica que antes de salir de Wuhan, las autoridades sanitarias locales les someterán a un reconocimiento médico, y no permitirán embarcar en el vuelo a nadie que presente algún síntoma. Sin embargo, la ministra francesa dijo que podrían hacerlo en vuelos medicalizados.

Los españoles han recibido las novedades sobre su regreso con alegría. “Este avance lo recibimos como un chute de energía, porque es como empezar a ver la luz al final del túnel”, afirmaba Óliver Cuadrado, uno de los españoles atrapados en Wuhan, cuando ha conocido por este periódico que pasarán dos semanas aislados. “Llevamos días diciéndolo, no tendríamos problema en pasar revisiones clínicas ni en hacer cuarentena. Más bien al contrario, nosotros encantados de que sea así: todos tenemos familias y lo último que queremos es ponerles en riesgo. Ojalá pronto nos aclaren las fechas y la hoja de ruta que se va a seguir. Lo único que deseamos es que todo esto pase lo antes posible, pasar página y seguir con nuestras vidas”, asegura este empleado del equipo de fútbol Wuhan Shangwen.

Él y sus compatriotas partirán en una aeronave por determinar, previsiblemente junto a otros ciudadanos europeos. También se está negociando a qué lugar llegarán y cómo serán trasladados a España. Una vez en Madrid, los recogerá en el aeropuerto de Barajas un autobús que les conducirá al centro hospitalario, que no se hará público para mantener la privacidad de los repatriados.

Una vez allí, el plan es que estén hasta 14 días, que es el periodo máximo de incubación del patógeno. Los familiares que los visiten tendrán que ir con guantes y mascarilla, deberán evitar el contacto físico y Sanidad les hará un seguimiento por si manifestasen síntomas.

Son medidas extremas, teniendo en cuenta que a priori los ciudadanos que llegarán están sanos. Media docena de expertos consultados coinciden en que no están de más, pero que otro tipo de medidas más laxas también serían necesarias. Si se ha tomado es porque existe algún indicio de que la enfermedad pueda transmitirse mientras los infectados están en periodo de incubación aunque todavía sean asintomáticos. Es lo que aparentemente ha sucedido en Alemania, donde la trabajadora de una empresa contagió el virus a cuatro colegas antes de que se manifestase la dolencia. “Esto no es 100% seguro, hay fechas contradictorias y datos que no encajan bien. En el caso de que se produzca, es algo esporádico. Pasa en todas las epidemias, pero no tiene un impacto grave en su evolución”, explica Simón.

Pendientes de la OMS

La llegada de los evacuados “no varía el riesgo” que afronta España ante esta epidemia, asegura Simón. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el riesgo internacional de la epidemia de moderado a alto, esto se produce “porque tiene que aplicar a muchos países, pero varía mucho entre ellos”. “En nuestra situación, nuestras circunstancias, nuestro entorno, el riesgo es moderado. Tendremos que valorar estos días si el evento de Alemania tiene implicaciones en la evaluación que haga la OMS”, concluye Simón. La organización internacional se reunirá el jueves para decidir si declara la emergencia sanitaria internacional, una medida que solo se ha adoptado cinco veces en la historia y que puede conllevar recomendaciones que impliquen restricciones de movimiento de personas y comercio entre algunos países.

El virus ya ha infectado a más de 6.000 personas y causado 169 muertes. El brote superó ayer, tras mes y medio, el número de casos del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave, por sus siglas en inglés) en su primer año. Esta enfermedad, aunque similar, fue mucho más letal: morían un 10% de los afectados, mientras la neumonía de Wuhan tiene una tasa de mortalidad de poco más del 2%, casi siempre entre personas con patologías previas.

Con información de Jaime Santirso y Silvia Ayuso.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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