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¿Son necesarios los deberes?

Envíe su opinión al debate que plantea esta semana el Foro de Educación de EL PAÍS

Alumnos en el IES Bovalar de Castellón con el director del centro Antonio Solano.
Alumnos en el IES Bovalar de Castellón con el director del centro Antonio Solano. Domenech Castelló (EFE)

Vuelve el curso escolar después de las vacaciones de Navidad, a la que la mayor parte de los alumnos se fueron con deberes. ¿Son necesarios? La cuestión divide a la comunidad educativa. Buena parte de los expertos, profesores consideran que son fundamentales para fijar los contenidos estudiados en el aula e interiorizar el hábito de estudio. Otros muchos, como las familias que promovieron una huelga de deberes hace tres años, piensan que sobrecargan a los niños o que fomentan la desigualdad entre quienes tienen padres que pueden ayudarles y quienes no. Este último argumento fue el que llevó, por ejemplo, al instituto Bovalar de Castellón a dejar de mandarlos. ¿Y usted qué opina?

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Participe en el Foro de Educación de EL PAÍS respondiendo a la pregunta: ¿Son necesarios los deberes? Publicaremos aquí una selección de respuestas a lo largo de la semana.

"El alumnado sigue con su formación fuera del centro"

Las tareas que se le indican al alumnado para la clase siguiente son un puente de continuidad para que el hilo de la situación alcanzada en el aula permita continuar de manera más fluida y eficaz. El alumnado fuera del centro sigue con su formación; lo que habrá que organizar es quien le puede acompañar según su entorno familiar y circunstancias.

PILAR GÓMEZ ARAUJO. Jefa de departamento, Madrid.

"Acabada la jornada laboral, los niños deben ser niños"

Teniendo en cuenta la cantidad de horas que en la escuela dedicamos a contenido con una prácticamente nula o, en el mejor de los casos, con una menor relevancia futura, cabría empezar por una adecuada selección de dichos contenidos. Así pues, en el horario lectivo se podría enseñar lo verdaderamente importante, ir profundizando y ampliando paulatinamente, y una vez acabada la jornada escolar, los niños deberían dedicarse a ser niños. Fuera de su deber de estudiar (ya lo hicieron en el cole), deben salir a jugar, relacionarse, sociabilizar (todo esto también se aprende y hay que dedicar tiempo a ello), hacer deporte, leer por hobby (nunca será un hobby aquello que se impone), comer, merendar, cenar, el baño... Si tenemos en cuenta que deben irse a la cama a una hora prudente para ir bien descansados al otro día a clase, cómo puede ser que de tiempo, además de todo lo anterior (primordial para el desarrollo físico, social y emocional) a hacer deberes. No restemos de su parte socioemocional para dárselo a la intelectual.

MARÍA DE LA CRUZ. Psicopedagoga.

"Hay que decidir en función del tipo de alumnado"

Dependiendo del tipo de alumnado veo más factible mandar deberes para casa o no mandarlos. La mayoría de las veces si veo que en clase trabajan bien y demuestran haber asimilado los contenidos les premio con no mandar nada de deberes. En el caso de mi materia, matemáticas, creo que se puede hacer todo en clase si demuestran que asimilan los contenidos.

JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ-SEGURA. Profesor de Secundaria, Sevilla.

"Son una forma de fomentar la responsabilidad"

Los deberes en casa son completamente recomendables. Los ejercicios, sean de la especialidad que sean, son una forma estupenda de fomentar la responsabilidad, la autonomía y la capacidad de trabajo de cada alumno. Siempre claro que padres y demás se mantengan un poco al margen.

BELÉN HERRERO. Profesora, Madrid.

"Deberes sí, pero con moderación"

En cualquier estudio no basta con la exposición de contenidos en el aula con el profesor sino que es necesario trabajar de manera autónoma para un mejor aprovechamiento. Por tanto, no concibo que se puedan superar asignaturas sin tener que enfrentarse nunca a tareas que se deban realizar sin la ayuda del profesor. Ahora bien, el exceso es casi tan malo como la falta. Por ejemplo, en matemáticas hay no pocos profesores que mandan ingentes cantidades de ejercicios rutinarios de cálculo que poco aportan a quien ya ha asentado los procedimientos, dejando exhausto al estudiante que debe enfrentarse a retos mayores o bien obliterando estos directamente.

Por ello, abogo por la moderación. ¿Deberes? Sí, pero en su justa medida. Si desde la infancia un estudiante necesita dedicación plena, ¿qué es del juego? ¿De relacionarse con otros fuera del aula? Esto es más necesario que dividir con decimales ad nauseam.

SAMUEL RANZ. Investigador predoctoral en matemáticas.

"La densidad de los currículos escolares los exige"

No tendrían que ser necesarios, al menos de forma sistemática y para el alumnado que trabaja con normalidad en el horario de clase, pero la densidad de los currículos empuja a exigir al alumnado un tiempo extra para que asimile y memorice la brutal cantidad de conceptos y procesos trabajados en el aula.

MANUEL RODRÍGUEZ GARCÍA. Profesor de Secundaria, Tenerife.

"Hasta cuarto de Primaria solo deberían leer un rato y repasar matemáticas con juegos"

Tal cómo están planteados en la actualidad, no solo no son necesarios sino que, además, son inconvenientes. En la mayor parte de los casos aportan tedio y una visión del aprendizaje antigua y memorística que no es otra que la de estudiar para el examen desde primero de Primaria. Mi opinión es que, hasta cuarto de Primaria no deben de llevar deberes en todas las áreas y sí recomendaciones para lectura y ejercicios de entrenamiento en matemáticas en formato juego y proyectos lúdicos que no les ocupe más de 15 minutos diarios para los peques. A partir de cuarto ejercicios que no les ocupen más de 30 minutos y que no estén puestos arbitrariamente por los profesores, que cada uno va a su bola.

JUAN ANTONIO HERRANZ. Profesor de Primaria, Madrid.

"Es mejor que vayan a un museo, salgan al campo o paseen por su ciudad"

¿Quieren deberes? Hagan que sus hijos lean, que escuchen algo de música anterior a su tiempo, si es posible, que salgan al campo o que vayan a un museo de bellas artes o simplemente que paseen por su ciudad. Hagan que encuentre solaz y sosiego y belleza en lo que les rodea. Esto no es un canto a ningún espíritu mágico, son tareas fundamentales. Y solo por eso, los deberes de la escuela debieran quitarles el mínimo de tiempo a nuestros alumnos.

JOSÉ MARÍA DE LA TORRE. Profesor de Inglés, Almodóvar Del Río (Córdoba).

"En mi caso, hacen en casa el trabajo que no acaban en clase"

Los deberes o actividades prácticas que ayuden a comprender los contenidos son necesarios, pero siempre que sean corregidos en clase. En mi caso procuro que se hagan en clase para que se ayuden entre los propios alumnos y pregunten dudas. Si no los terminan, lo hacen en casa. Siempre con equilibrio y sin agobiar a los alumnos.

JAIME MARTÍN. Profesor de Secundaria de Lengua, Arroyomolinos (Madrid).

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