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Bruselas estudia comenzar la campaña de vacunación de forma coordinada

La UE se plantea sincronizar el inicio a lo largo de “una especie de semana europea” de inmunización frente a la covid

De izquierda a derecha, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y la canciller alemana, Angela Merkel, al término de la cumbre celebrada en Bruselas este viernes.
De izquierda a derecha, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y la canciller alemana, Angela Merkel, al término de la cumbre celebrada en Bruselas este viernes.DPA vía Europa Press (Europa Press)
Guillermo Abril

Varios líderes de la UE han propuesto durante el Consejo Europeo celebrado este jueves y viernes en Bruselas extremar la coordinación durante el inminente inicio de la campaña de vacunación en el continente. Los dirigentes de los Veintisiete pretenden evitar así recelos y desequilibrios entre regiones y países, similares a los vividos con el Reino Unido, al desmarcarse de la estrategia europea y adelantar a la semana pasada el inicio de la inmunización de su población. La Comisión Europea ha recogido el guante y, a pesar de admitir la dificultad de este esfuerzo de sincronía, se ha comprometido a estudiar la idea.

“Las vacunas tendrán que ser entregadas de forma coordinada de modo que puedan llegar al mismo tiempo”, ha asegurado este mediodía la canciller alemana, Angela Merkel, en la comparecencia de prensa posterior a la cumbre. “Ahora bien, no sé si podemos hacerlo hasta el punto en que coincidan a una hora precisa y con la aguja [del reloj] yendo al mismo tiempo en los Estados. Pero el objetivo es tener acceso al mismo tiempo”.

Al término de la cita europea, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha explicado que han sido varios países, entre ellos España, los que han solicitado a la Comisión y al resto de capitales una estrategia de “máxima coordinación” con la intención de que “vayamos de la mano y empecemos a vacunar, si no el mismo día, sí durante la misma semana”. Este “ánimo” acompasado, ha dicho Sánchez, ha sido recogido en las conclusiones del Consejo.

En este documento, el texto oficial acordado por los líderes de los Veintisiete tras cerca de 24 horas de negociaciones sin tregua que han viajado del fondo de recuperación al cambio climático, aparece ocho veces citada la palabra “coordinación”, tal cual o en algunas de sus derivadas. La mitad de ellas en el apartado relacionado con la estrategia para hacer frente a la pandemia.

La coordinación es una de las obsesiones de la UE desde el inicio de la crisis sanitaria, cuando cada país actuaba en solitario con respecto a sus fronteras o la compra de material médico, con desastrosos resultados para todos. Tras la primera ola del coronavirus la UE ha buscado dar una respuesta acompasada con, entre otras fórmulas, la llamada estrategia europea de vacunación, iniciada en junio y mediante la cual la Comisión, en nombre de los Veintisiete, ha negociado la precompra de una cartera diversificada de cerca de 2.000 millones de dosis de vacunas.

Entre ellas se encuentran los ya inminentes pinchazos de Pfizer/BioNTech y de Moderna, sobre cuya seguridad y efectividad se pronunciará la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) los días 29 de diciembre (Pzifer/BioNTech) y 12 de enero (Moderna), fecha en que se les concederá previsiblemente la llamada autorización condicional de comercialización. A partir de ahí, la Comisión daría su aprobado final al despliegue de vacunas en unos pocos días, según ha reiterado. La gran pregunta es cómo distribuirlas por los distintos rincones de Europa a partir de entonces para evitar tensiones y el despertar de un feroz nacionalismo de vacunas.

La imagen simbólica y triunfal del Reino Unido aplicando los primeros pinchazos de la vacuna de Pfizer/BioNTech a sus ciudadanos –esa entrañable abuelita–, no sentó del todo bien a este lado del Canal de la Mancha, sobre todo al tratarse de una vacuna desarrollada en la UE y al administrarse a los británicos aprovechando un subterfugio en las normas, algo que los Veintisiete habían pactado evitar en aras de la solidaridad del club comunitario.

Ya la semana pasada la UE tuvo que salir en tromba para defender su proceso de certificación de vacunas a través de la EMA frente a la celeridad británica, que las autorizó mediante un proceso de emergencia. El asunto de Londres ha surgido también a lo largo de la cumbre. “Algunos líderes, pocos, han expresado su malestar por la decisión de [el primer ministro británico, Boris] Johnson de adelantarse y dar la impresión de que estar fuera de la UE tiene ventajas”, asegura un alto cargo comunitario. Pero Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, les habría convencido de forma “muy didáctica” de que el planteamiento europeo “es mejor porque se trata de ofrecer garantías y seguridad de cara a la campaña masiva de vacunación, que es la importante, y empezará en enero”. Esta fuente asegura que la UE mantiene “la calma y la serenidad ante esa especie de golpe de marketing de las vacunas de Reino Unido”.

Varios líderes, confirma esta fuente, han planteado un arranque común “a lo largo de una especie de ‘semana europea de la vacunación’. Pero es muy difícil, por diferentes razones, que empiecen todos los países al mismo tiempo”. Entre los motivos podría haber múltiples factores, desde las infraestructuras logísticas al grado de preparación de las estrategias nacionales de vacunación. “Aun así, Von der Leyen se ha comprometido a explorar la idea y hará alguna propuesta sobre la posibilidad de coordinar la operación”, asegura la citada fuente.

El plan de la UE, que ha negociado la compra de hasta 460 millones de dosis de las dos vacunas cuyo proceso de aprobación se encuentra más avanzado, implica un despliegue por países proporcional a la población. Extremar la sincronía significaría de algún modo una victoria para Bruselas, que se mostraría unida ante la enfermedad, no dejaría a ningún país atrás, y al final solo iría unas pocas semanas a rebufo del Reino Unido. El objetivo, tal y como afirma una fuente diplomática, “es evitar que empiece una carrera por ser el primero”. La Comisión, en cualquier caso, ha evitado comprometerse a que todos los países tengan acceso a las vacunas al mismo tiempo y en las mismas condiciones.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.

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