Merkel asegura que Alemania ya se encuentra “en la fase exponencial” de la propagación del virus
El Gobierno alemán pacta con los Estados federados restricciones a partir de 35 y de 50 contagios por cada 100.000 habitantes en siete días
El Gobierno federal y los Estados alemanes han pactado un endurecimiento de las restricciones para tratar de ralentizar la propagación del virus, que repunta sin aparente freno por el país. El formato de la cita de este miércoles permitía hacerse una idea de la seriedad de la situación. Angela Merkel, la canciller alemana, convocó a los jefes de gobierno de los Estados federados a una reunión presencial, la primera en cuatro meses, que se ha celebrado este miércoles en la capital alemana. Pasadas las diez de la noche y tras ocho horas de negociación, Merkel ha anunciado que los próximos días y semanas son “decisivos” en la lucha contra la pandemia. La canciller Merkel ha asegurado que “ya estamos en la fase exponencial” de propagación del virus en Alemania y consideró que hay que evitar a toda costa un confinamiento como el de la pasada primavera.
Extender el uso de la mascarilla donde crezcan los contagios, cerrar los bares y restaurantes a partir de las 23.00 en las zonas con alta incidencia y limitar el número de personas en encuentros públicos y privados son algunas de las medidas pactadas.
El Gobierno federal y los Estados reafirmaron el tope de 50 contagios en siete días por cada 100.000 habitantes como umbral para la aplicación de restricciones y hacer posible el rastreo de casos positivos. Se añade otro, el de 35 positivos por cada 100.000 habitantes, como primera alerta, ya que según la canciller, la experiencia ha demostrado que el paso de 35 a 50 es muy rápido. Cuando se supere el umbral anterior, el de 35 contagios por 100.000 habitantes, se amplía la obligatoriedad de llevar mascarilla en lugares en los que haya mucha gente o se pase mucho tiempo y se podrá restringir, por ejemplo, el número de contactos.
La preocupación en Alemania, un país que hasta ahora había conseguido gestionar la pandemia con relativo éxito, es profunda. El objetivo ahora es contar con una estrategia unificada con vistas al otoño y al invierno y armonizar las reglas generales en los distintos Länder, para que las autoridades sean capaces de enviar un mensaje unificado a la ciudadanía. “La segunda ola ya está aquí”, ha asegurado en la conferencia de prensa junto a Merkel el jefe del Gobierno bávaro, Markus Sóder.
El martes se registraron 5.132 positivos, lo que supone la cifra más elevada desde el 9 de abril, y cada vez más cerca del pico de 6.000 contagios de la llamada primera ola. El Instituto Robert Koch contabilizó además hasta 43 muertos en las pasadas 24 horas. En total, Alemania suma 334.585 positivos desde el inicio de la pandemia y 9.677 muertos.
La reunión se ha celebrado en la cancillería en Berlín, en el barrio de Mitte, calificada como zona de riesgo por sobrepasar el umbral de 50 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. Uno de los acuerdos alcanzados este miércoles obliga a aquellas zonas que superen el umbral de riesgo a cerrar los restaurantes a partir de las 23.00 y en ese tiempo no se podrá vender alcohol. Esa es precisamente la decisión que la capital alemana puso en marcha el pasado fin de semana y que ahora se extiende al resto de zonas de riesgo. Los clubs y los bares quedarán cerrados.
En total hay 44 puntos en todo el país que superan el umbral de riesgo. En esas zonas además, el número máximo de personas que podrán reunirse en público o en privado será de 10 o un máximo de dos unidades familiares. Si en 10 días con estas medidas no se logra reducir los contagios en la zona, se adoptarán medidas más estrictas como reducir aún más el máximo de contactos.
Las dilatadas negociaciones entre los responsables regionales, que se prolongaron durante más de ocho horas, no lograron un acuerdo sobre la prohibición de buena parte de los Estados federados de permitir pernoctar en su territorio a quienes procedan de otras regiones alemanas consideradas de riesgo. La medida, aplicada de manera dispar, ha desatado una fuerte polémica entre las regiones que la noche del miércoles ha atascado las negociaciones. Quedan exentos de la prohibición quienes presentaran una prueba diagnóstica negativa y recién hecha.
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