Los encuentros con orcas obligan a prohibir la navegación de veleros en Galicia
La Capitanía de Ferrol ha impuesto la medida durante una semana desde el martes 22 de septiembre
Los veleros de eslora igual o menor de 15 metros no podrán surcar el espacio marítimo adyacente entre el Cabo Prioriño Grande y la Punta de Estaca de Bares debido a los encuentros con orcas que han sufrido diversos barcos frente a las costas de Galicia. La resolución se ha tomado como medida preventiva por el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), para intentar atajar los problemas que han provocado varios ejemplares que se acercan a los barcos causando roturas de timones o daños en los cascos de poca magnitud. Ningún navegante ha resultado herido. Desde el 31 de agosto Salvamento Marítimo ha ayudado a ocho veleros en las costas gallegas que solicitaron su auxilio, aunque ha habido más encuentros que no han precisado su intervención. El comportamiento de los mamíferos marinos, todavía inexplicable para los científicos, ha provocado la decisión de limitar la navegación en la zona. La especie está presente en las aguas españolas de forma regular desde el Estrecho de Gibraltar, las costas atlánticas del Golfo de Cádiz, Galicia y el mar Cantábrico. Los individuos se organizan en grupos sociales estables y van tras la búsqueda del atún rojo, lo que provoca sus movimientos migratorios.
Las orcas están consideradas como vulnerables dentro del catálogo español de especies amenazadas. Por este motivo, Capitanía Marítima indica en la resolución que se prohíbe cualquier actuación hecha con el propósito de “darles muerte, capturarlas, perseguirlas o molestarlas”. Según información del Ministerio para la Transición Ecológica, los encuentros de las orcas que interactúan con los veleros se producen desde el 19 de agosto de 2020 frente a las costas de Galicia. Todas ellas han tenido lugar a entre dos y ocho millas náuticas de la costa y han estado involucrados veleros de tamaño medio. Además, la velocidad de navegación era de entre cinco y nueve nudos, ya fueran solo a vela o a vela y motor.
La resolución incluye excepciones. Los veleros podrán navegar en el área prohibida si lo hacen perpendicularmente a la misma, con la intención de acceder a la zona costera o salir de ella hacia el mar. Si un barco se topa con un cetáceo al estar navegando, “se debe mantener la navegación con el mismo rumbo y velocidad, sin realizar cambios bruscos ni tratar de aproximarse a menos de 60 metros del ejemplar”, recuerda la resolución.
Alfredo López, doctor en Biología de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños de Galicia (CEMMA), indica que están ante un comportamiento “extraño y no habitual”. “Aquí, en Galicia, las orcas van de paso todos los años y lo tenemos completamente controlado, se las ve en Portugal y a los ocho o 10 días ya están por aquí”, explica. Este año varios ornitólogos las vieron el 10 de agosto, “como siempre esperábamos que pasaran y se fueran". En la última semana han detectado tres grupos diferentes con unos 13 ejemplares en total y han identificado a dos orcas como las que más se lanzan a los barcos. “Parece que todas las embarcaciones sufren daños y eso no es así”, remarca. Sus datos apuntan a que ha habido 29 observaciones de orcas (el 55% eran interacciones con barcos y el resto observaciones) “y de todos esos contactos solo el 20% fueron con barcos a los que produjeron daños que les impedían navegar”.
CEMMA no considera el comportamiento de las orcas como un ataque, que es “una acción premeditada para hacer año y esto no ocurre aquí, otra cosa es que luego se produzcan daños". “No interpretamos que tengan la más mínima intención de agresión a las personas”, recalca. Tienen una sospecha de lo que puede haber ocurrido: “Sabemos que estos dos animales [los más agresivos] fueron observados heridos en el Estrecho y eso pudo haber desencadenado esa situación. No es una venganza, simplemente actúan como medida de precaución”.
José Ángel Sanz, fundador de la ONG Oceano Alfa, relata que ha buceado con orcas y nunca ha tenido “ningún percance con ellas". “Son muy curiosas y se te acercan, siguen a las embarcaciones y les llama la atención la zona del motor, por el sonido, y del timón, porque sobresale”, concreta.
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