Murcia cierra el ocio nocturno en el interior de locales y limita a 15 personas las reuniones sociales

El repunte de casos de coronavirus relacionados con el ocio nocturno empieza a llevar a los Gobiernos autonómicos a tomar medidas específicas sobre estos establecimientos. Este lunes el Ejecutivo de la Región de Murcia ha anunciado el cierre de bares de copas y discotecas, a excepción de sus terrazas al aire libre, en las que todos los usuarios deberán estar sentados. Los establecimientos que no dispongan de esos espacios, deberán reconvertirse en cafeterías o cerrar sus puertas, según ha informado el consejero de Salud, Manuel Villegas. Además, los grupos de personas en cualquier actividad pasarán de las 30 permitidas hasta ahora a solo 15, con el fin de evitar aglomeraciones.

Estas medidas se han adoptado para intentar poner freno al brote que surgió hace ya más de un mes provocado por tres ciudadanos que viajaron a la región desde Bolivia. A día de hoy, suma 105 contagios de un total de 158 casos activos que hay en la comunidad autónoma. El brote, que arrancó con una transmisión familiar, pasó a una importante empresa hortofrutícola de Murcia, que se vio obligada a cerrar sus puertas a finales de junio. Sin embargo, el último foco en el que se están propagando los casos, según constatan los rastreadores del servicio de epidemiología, está en los locales de ocio nocturno a los que ahora se echa el cierre.

De hecho, el pasado viernes ya se clausuraron cuatro bares de copas en una zona de fiesta de la ciudad de Murcia, Las Atalayas. Los contagiados en esos locales suman ya 40 y desde este lunes Salud los considera un brote en sí mismo, al margen del procedente de Bolivia. Los primeros casos de este, ha señalado el consejero, están a punto de recibir el alta, mientras que los más recientes, relacionados con la zona de fiesta, no están por completo controlados y sigue habiendo transmisión. Salud ha pedido a todas las personas que hayan estado tomando copas en esa zona durante el mes de julio que pidan cita para someterse a pruebas PCR, algo que este fin de semana han hecho unas 900 personas.

El ocio nocturno en el punto de mira por culpa de jóvenes que salen a divertirse sin responsabilidad

Pero el foco de la capital murciana no es el único relacionado con el ocio nocturno: en Totana, un municipio que ya sabe lo que es tener restricciones adicionales por un brote de coronavirus, también se cerró un pub el pasado viernes por detectarse en él, al menos, tres contagios. Para el consejero Villegas, una de las claves en la alta transmisión de este brote está en el incumplimiento de las cuarentenas que se imponen, sobre todo, a personas asintomáticas o que han tenido una primera prueba PCR negativa. Este lunes en rueda de prensa insistía en la importancia de seguir las recomendaciones médicas correctamente para salvaguardar la salud del resto de ciudadanos.

Aunque en este brote relacionado con Bolivia la edad media de los contagiados se situó entre los 20 y los 40 años, Villegas ha advertido hoy de que los afectados han sobrepasado con creces esa franja y están afectados desde bebés hasta ancianos, los casos que más preocupan. La última persona que falleció por coronavirus en la comunidad autónoma fue una mujer de 98 años relacionada con ese brote.

Limitación de horarios

Por otro lado, el Gobierno de Navarra ha anunciado también este lunes que limitará el horario de cierre de los establecimientos de ocio nocturno y lo equiparará al del resto de bares y restaurantes, hasta las 2.00. Además, también reducirá a 10 el número máximo de personas en grupos durante la madrugada para evitar aglomeraciones al cerrar esos locales.

Será este miércoles en la sesión de Gobierno cuando se regularán estas medidas, según ha avanzado en rueda de prensa la consejera de Salud, Santos Induráin, quien ha apuntado que entrarán en vigor una vez publicadas en el Boletín Oficial de Navarra. Estas medidas estarán vigentes para toda la Comunidad Foral y se irán modificando en función de los indicadores epidemiológicos

La consejera ha hablado de un “equilibrio complejo” puesto que hay que preservar la salud pública y la vida económica y social y en ese sentido ha señalado que la estrategia es la de no llevar a cabo retrocesos indiscriminados que penalicen a toda la sociedad, incluyendo a la mayoría de las personas que cumplen, ni tampoco al tejido económico. Según ha señalado, hay que salir, disfrutar y relacionarse, pero hay “que cuidarnos para cuidar” y por eso es preciso evitar aglomeraciones y controlar el número de grupos en los que nos movemos, mantener la distancia de metro y medio, usar mascarilla y lavarse bien las manos.

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