Jorge Blass, en Pequeño País Mágico

El mago Jorge Blass (Madrid, 1980) ha protagonizado el espectáculo de Pequeño País Mágico para asombro de niños y mayores. Ha sido la primera vez que este mago se enfrentaba a un show completo a domicilio y no ha defraudado ni a niños y a mayores que han sido testigos de cómo la magia atravesaba sus pantallas y llegaba hasta sus manos.

Esta es la tercera actuación del ciclo de Pequeño País, que ha contado hasta el momento con el espectáculo del mago Jorge Blass, que se define a sí mismo como: “Un niño grande curioso que le encanta esa sensación de asombrar a los demás” y los grupos musicales Yo Soy Ratón y Petit Pop.

Jorge Blass y David Copperfield

Jorge Blass aún recuerda entre risas aquella llamada hace cinco años: “Hola soy David Copperfield, he visto tu truco de magia en redes sociales, me ha gustado mucho y quiero comprártelo”. En él, una persona del público entraba en su perfil de Facebook en directo y ponía un mensaje a un amigo al azar. Y el mago conseguía tele transportar a su amigo a una caja en el escenario a través de las redes sociales.

Quizás por esa curiosa relación de Jorge Blass con la tecnología, siempre presente en sus espectáculos, le encantó el reto de Pequeño País Mágico. Un espectáculo en el que sin salir de su casa ha llegado desde el primer minuto a la de miles de espectadores de todo el mundo. “Con los teatros cerrados, esta ventana virtual es nuestra manera de llegar al público. Un paréntesis de ilusión para desconectar que lo necesitamos más que nunca”, asegura.

Magia que atraviesa la pantalla

Durante el espectáculo ha habido magia interactiva con una hoja de papel y un rotulador, ha fusionado magia y música, y ha habido margen para magia a corta distancia con pequeños objetos como monedas y billetes, también prestidigitación, e incluso magia con papel higiénico, muy apropiado para ir despidiendo el confinamiento.

Jorge Blass hace trucos desde los 6 años y su pasión es “asombrar a los espectadores”. Para él lo bonito que tiene la magia es que “despierta al niño que tenemos, los adultos se vuelven un poco niños y los niños disfrutan porque en su mundo todo es posible. Por eso este espectáculo es para todos los públicos, para asombrar a toda la familia que se quedará con la boca abierta”.

Ha contado también con un artista invitado, el violinista Pablo Navarro con el que ha fusionado las dos artes y mientras interpretaba con su violín, decenas de cartas iban apareciendo por arte de magia.

Un espectáculo, que según Jorge Blass, ha servido para evadirnos unos minutos de esta situación: "La magia conecta con su público cuando representa sus deseos. El público que asistía a los espectáculos de Houdini vivía oprimido, perseguido, y él en sus shows se liberaba, se escapaba, era una metáfora cautivadora. Hoy, el público anhela estar con los suyos. La tecnología nos une pero nos separa y la magia no ha permitido juntar a amigos y que se den un abrazo, pero un abrazo diferente”.

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