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El Gobierno ha pagado hasta 28 veces más por unas mascarillas con la misma protección

Sanidad lleva gastados más de 1.012 millones de euros en comprar material sanitario, por el que ha tenido que adelantar a los distribuidores al menos 476 millones

Dos sanitarias protegidas con mascarilla en el hospital del IFEMA. SANTI BURGOS
Dos sanitarias protegidas con mascarilla en el hospital del IFEMA. SANTI BURGOS

El Gobierno ha gastado ya el fondo especial de 1.000 millones de euros para luchar contra la covid-19 que dispuso a principios de marzo para comprar material sanitario y traerlo a España. Las compras de urgencia realizadas con este presupuesto incluyen medio millón de mascarillas quirúrgicas a 0.03 euros por unidad y más de 33 millones a 0,86 cada una, es decir, 28 veces más caras que las otras. Estas diferencias, aunque mucho menos acusadas, se han producido también en las mascarillas de mayor protección, las FFP2, para profesionales sanitarios -el precio más caro dobla el más barato-, y en otros productos, según el análisis de los contratos públicos que ha realizado EL PAÍS.

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En el caso de las quirúrgicas, los precios más altos se han pagado a proveedores chinos, uno estadounidense y a una empresa con sede en España llamada FCS Select Products. Los más baratos, a distribuidores españoles. Por las fechas (los contratos con empresas asiáticas son posteriores) parece que Sanidad recurrió primero al exiguo stock del que aún disponían proveedores españoles y después a un mercado internacional saturado y con mucha demanda. Antes de la crisis del coronavirus, las mascarillas quirúrgicas se compraban a 0,027 euros la unidad, según el jefe de compras de una comunidad autónoma. Después se han llegado a pagar casi a un euro.

En total Sanidad ha gastado 1.012,4 millones de euros del fondo inicial, al que el 31 de marzo el ministro Salvador Illa anunció que se sumaban otros 1.000 millones. Solo en distintos tipos de mascarillas lleva empleados al menos 544 millones de euros, a los que habría que sumar 75,4 millones en respiradores de distintos tipos y 72,7 millones en pruebas diagnósticas, entre test rápidos y kits y reactivos para hacer PCR en los laboratorios. Todo este material se ha transportado en 21 vuelos de carga contratados con distintas compañías, entre ellas Iberia. Para asegurar el suministro de mascarillas, batas o gafas el Gobierno ha desembolsado por adelantado 476 millones de euros.

El Ministerio de Sanidad publicó el martes a última hora en la Plataforma de Contratación del Sector Público los contratos que ha suscrito para comprar material sanitario desde que empezó la pandemia. Lo hizo después de dar cuenta al Consejo de Ministros de ese día de seis acuerdos, que sumaban 350 millones de euros, y después de que la Junta Consultiva de Contratación, dependiente de Hacienda, le recordara su deber de transparencia. Cuando contrata por vía de emergencia, es decir, sin concurso público (a dedo), el Gobierno está obligado a dar cuenta de ese gasto antes de 30 días. En total, entre el martes y el miércoles, Sanidad hizo públicos 61 contratos.

Pago por adelantado

El Gobierno ha tenido que pagar, al menos, 476 millones de euros por adelantado en 14 contratos con empresas chinas, según revela el análisis. En 12 de ellos el adelanto fue del 100% del importe del pedido, que se tuvo que abonar a la firma del contrato, según revela la documentación. En un caso el adelanto fue de la mitad y en otro, del 30%. Uno de los proveedores a los que Sanidad tuvo que pagar por adelantado fue Hangzhou Ruining Trading, la empresa que entregó mascarillas FFP2 de la marca GarryGalaxi, que resultaron defectuosas y que han obligado a aislar a más de un millar de sanitarios que las usaron. Sanidad escribió el martes al proveedor para decirle que no le puede mandar nada más de ese fabricante, como adelantó EL PAÍS.

El mayor proveedor, una firma sin trabajadores

Entre los proveedores a los que Sanidad ha pagado el importe más elevado destacan las empresas con sede en China. Sin embargo, la empresa que lidera la clasificación, con 263,1 millones de euros, es FCS Select Products, con cuatro contratos principalmente de mascarillas. Se trata de una empresa con sede en España, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), pero que trabaja importando todo tipo de productos. Su cifra de negocios ronda el millón de euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil (de 2017 y 2018). Carece de trabajadores. La persona que presenta las cuentas y cuyo correo electrónico figura en el registro como “email corporativo” de la compañía, Eva B., rehusó hablar con EL PAÍS. La página web de la empresa está ahora “en mantenimiento”. Uno de los administradores solidarios de FCS Select Products, Mayra D. C., se declaró culpable de estafa agravada en febrero de 2016 tras llegar a un pacto con la Fiscalía, según publicó El Confidencial.

El resto de firmas hasta la sexta posición son chinas, la séptima es una empresa española llamada Hans Biomed y la octava que aparece en la clasificación es la también española Escribano, con un contrato que supera los 36 millones de euros para fabricar 5.000 equipos de respiración pulmonar portátiles. El siguiente proveedor, por cantidad, es ya InterPharma, la pequeña empresa de cosmética y parafarmacia que intermedió con la china Bioeasy para traer a España 659.000 test rápidos de antígeno que resultaron defectuosos. El fabricante se ofreció a cambiar el pedido inicial por otro tipo de test, que tampoco tenían la sensibilidad requerida. Sanidad canceló el contrato y exigió la devolución de los siete millones de euros que ya había abonado. Estos test se pagaron a 26 euros la unidad, un precio muy por encima de mercado. Por ese precio, o un poco superior, sale una determinación con un kit semiautomatizado de PCR, el método más laborioso y más fiable. Interpharma asegura, a preguntas de este diario, que el precio se debe a la premura con la que el Gobierno necesitaba los test y a que tuvo que bloquear una partida muy numerosa en una fecha (15 de marzo) con muchos problemas de suministro.

Intermediarios: pequeñas empresas sin relación con la sanidad

Varias de las empresas que han firmado contratos millonarios con Sanidad son muy pequeñas, con pocos empleados o ninguno, y con cifras de negocio muy bajas en años anteriores. Es el caso, por ejemplo, de la malagueña Value&Bro, una asesoría laboral sin trabajadores y que tuvo pérdidas en 2018. Ha conseguido un contrato de 4,2 millones sin IVA para importar 700.000 hisopos, los bastoncillos con los que se toman las muestras para hacer análisis de coronavirus, y que escasean como el resto de material. FCS Select Products, el mayor suministrador por importe de Sanidad, tiene dos empleados según el Registro Mercantil.

Otra proveedora de un millón de hisopos, llamada MJ Steps, es una empresa con sede en Gavà (Barcelona) que se dedica al comercio al por mayor de prendas de vestir y calzado. Tiene dos empleados según el Registro Mercantil. Value&Bro ha vendido los hisopos a 7,32 euros con IVA por unidad. MJ Steps, a 5,2 euros. El Ministerio de Sanidad explicó que la Agencia del Medicamento está autorizando de forma excepcional la importación de productos de empresas que no poseen licencia sanitaria previa. “La emisión de estas autorizaciones de especial importación es un procedimiento habitual, especialmente en situaciones críticas y de emergencia como la que hemos vivido, en este caso, la crisis sanitaria más grave que ha vivido el mundo en el último siglo”, añadió, y evitó pronunciarse sobre los precios pagados por el material. Sanidad subrayó que estas importaciones pasan una inspección farmacéutica en frontera para comprobar que se corresponden con lo autorizado.

Las mascarillas a 0,18 de la cooperativa española

Uno de los mejores precios a los que ha comprado el Gobierno es el de la cooperativa Oiarso, que lleva más de 40 años fabricando material hospitalario pero no mascarillas. La empresa ha decidido añadir una nueva línea de producción y ha comprado tres máquinas y varias bobinas de material para empezar a fabricar dentro de unos días. El precio pactado es a 0,18 euros la pieza. Se trata de mascarillas quirúrgicas del subtipo IIR, el que tiene mayor protección. Una portavoz de la empresa aseguró que el personal está ahora montando y poniendo a punto más máquinas y que esperan empezar a finales de la semana que viene. Los precios de la materia prima, añadió, “están subiendo una barbaridad, diariamente”. Según el contrato con el Ministerio de Sanidad, Oiarso fabricará 330.000 unidades al día, 10 millones al mes.

El contrato de las mascarillas defectuosas

Las mascarillas FFP2 defectuosas son del fabricante GarryGalaxy, pero compradas a un intermediario chino llamado Hangzhou Ruining Trading dentro de un lote de casi nueve millones de mascarillas de tres productores distintos. Las de GarryGalaxy eran 2,1 millones y se pagaron, como el resto del contrato, por adelantado. El pedido ascendió en total a 31,3 millones de euros e incluía un 10% de gastos en “tasas, aranceles y otros”. El importe del pedido se abonó el 20 de marzo pasado y las mascarillas llegaron en dos entregas, el 22 y el 29 de marzo. El precio por unidad fue de 3,56 euros, uno de los más caros en este tipo de mascarillas. Otros fabricantes las suministraron por 1,5 euros y por 1,53 la unidad. El Ministerio de Sanidad ha ordenado a Hangzhou Ruining Trading que no le envíe ningún producto más de la empresa GarryGalaxy y le ha avisado de que va a empezar a enviar inspectores directamente a las fábricas chinas para controlar la calidad y el cumplimiento de la normativa.


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