_
_
_
_
VIEJA, AMORTIZADA Y EN CASA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aquella Europa

Éramos pro europeos todos, y estábamos conmovidos viendo circular sin cortarse a la gente que demolía la Muralla en busca de libertad de expresión

maru
Luis Grañena

Tengo un posavasos de estética soviética con un jovial oso berlinés que porta tres grandes cervezas en bandeja sobre un cabezón que recuerda a Gert Fröbe en El cebo (los más mayores le recordaréis; también hizo de Goldfinger con Bond). Actualmente es una reliquia: propaganda de una de las concienzudas cooperativas cerveceras de la región. Berlín no es una ciudad de buenas birras, especifica un contacto y amigo medio alemán: les agregan jarabes.

En aquel bar del Este, de donde me llevé el posavasos durante la caída del Muro, la mía me supo a gloria. Éramos pro europeos todos, y estábamos conmovidos viendo circular sin cortarse a la gente que demolía la Muralla en busca de libertad de expresión (y también libre mercado), dejando atrás el desinflado e inútil pellejo de la URSS. Los periodistas españoles abrazábamos a nuestros colegas alemanes, les felicitábamos. Berlín Este, aquellos días, era como la Viena de El tercer hombre, un lugar en el que cualquier cosa podía suceder (todavía, toque de queda; todavía, controles en los check-points). Sólo que con final feliz.

La historia terminaba bien, y los del sur (veníamos de otra dictadura terrible) nos sentíamos muy compenetrados con nuestros hermanos europeos orientales.

La UE parecía ponerse el delantal para sentar a sus últimos hijos al tablero común. Creíamos que Europa se hacía grande, cuando se hacía larga y estrecha.

He mirado en e-bay. Mi posavasos vale 0.10 euros; 0.05 si se encuentra en mal estado, como nosotros. Con todo, no lograrán que me vuelva anti Unión Europea.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad

- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad

- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_