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La sanidad pública deriva ya pacientes a hospitales privados en Madrid

El sector, intervenido por el decreto del estado de alarma, acoge una treintena de ingresos en la comunidad con más casos. Prepara sus UCI y alerta de la falta de material

Elena G. Sevillano
Hospital privado de Sanitas La Moraleja, en el barrio de Sanchinarro en Madrid.
Hospital privado de Sanitas La Moraleja, en el barrio de Sanchinarro en Madrid.Alvaro Garcia (EL PAÍS)

Los hospitales privados venían tratando a pacientes de coronavirus desde el inicio de la crisis. Los suyos, los que pagan las pólizas a las aseguradoras de salud o los 1,5 millones de funcionarios y sus familias afiliados a Muface que escogen la atención privada. Sin embargo, desde hace ya unos días la sanidad pública está derivando a pacientes ingresados en sus centros a hospitales privados. Dos grandes grupos hospitalarios han confirmado a EL PAÍS que este proceso empezó en Madrid antes del real decreto que permite al Gobierno “intervenir y ocupar transitoriamente” estos establecimientos, publicado el sábado pasado.

La sanidad privada está preparando sus unidades de cuidados intensivos, anulando cirugías programadas y otras actividades como consultas rutinarias y ampliando camas en previsión del aluvión de pacientes que les van a llegar en los próximos días. Algunas comunidades autónomas, como Castilla y León, están pidiendo a las privadas de su territorio que les informen de las camas que tienen disponibles y de los médicos de plantilla que trabajan en exclusiva para ellos (muchos lo hacen tanto en la privada como en la pública y esta última demandará todos sus esfuerzos). La escasez de equipos de protección individual (mascarillas, batas, gafas…) preocupa también en estas clínicas. “Estamos fatal de material”, asegura Juan Abarca, presidente de la Fundación Idis (Instituto para el desarrollo e integración de la sanidad), el lobby del sector sanitario privado.

“Me consta que la Comunidad de Madrid está pidiendo a gritos al ministerio que nos libere suministros porque nos vamos a quedar sin equipos de protección individual. Es lo que más nos urge, porque el personal se está comportando maravillosamente. Esto supone suspender toda nuestra actividad programada, mover a gente entre la urgencia y las plantas, entre hospitales… Logísticamente tiene una complejidad enorme”, asegura Abarca. Un directivo de un grupo hospitalario aseguró que la privada está igual de tensionada que la pública en cuanto a falta de material y que están trasladando suministros, entre ellos respiradores, de sus centros en provincias con pocos casos de coronavirus a sus hospitales de Madrid.


El sector sanitario privado cuenta con 460 hospitales, 266.728 profesionales y 51.373 camas (el 32% del total), según la memoria anual que elabora Idis. El Ministerio de Sanidad reduce la cifra de camas en centros privados a 19.867 y asegura que cuentan con 1.172 camas de unidades de cuidados intensivos (UCI), frente a las 4.627 de los centros públicos, con datos de 2018. Estas unidades van a ser clave para tratar a los pacientes más graves, los que desarrollan neumonías y necesitan ayuda para respirar.

Algunas comunidades, como Asturias (189 casos; 32 ingresados; 3 en la UCI), confían en ser capaces de afrontar la crisis únicamente con los recursos públicos, aseguró este lunes la directora gerente del servicio sanitario, Concepción Saavedra, aunque añadió que se están reuniendo con la privada para conocer la capacidad total de los recursos.

Una treintena de pacientes ingresados en clínicas

Madrid, con casi la mitad de todos los casos de España (4.165 de 9.191, según la cifra oficial de Sanidad del día 16), es la comunidad que antes ha tenido que recurrir a la sanidad privada. Ya hay una treintena de pacientes de la pública que han sido ingresados en hospitales privados, según fuentes sanitarias. Trabajadores de una clínica privada especializada en maternidad de la capital aseguran que ya les han avisado de que la pública les va a derivar partos.

En esta comunidad, asegura tanto la consejería como fuentes del sector privado, funciona desde la semana pasada un “mando único”. Se trata de un comité de crisis con ocho representantes de la pública y dos de la privada que se reúnen a diario. En este comité está presente Antonio Burgueño, el polémico exdirector de Hospitales con Esperanza Aguirre, recién fichado por Isabel Díaz Ayuso para gestionar la emergencia. La derivación de un paciente fuera de la red pública se decide caso a caso, en función de las necesidades y de su situación clínica.

“Madrid es la punta de lanza”, asegura Juan Abarca, que añade respecto a la integración de los hospitales privados en el sistema público : “El resto de comunidades van con 10 días de retraso”. En Andalucía todavía no se ha derivado a ningún paciente a la privada. Tampoco en Cataluña, a juzgar por la respuesta que dio este lunes la consejera de Sanidad, Alba Vergés, en la rueda de prensa diaria sobre la evolución de la pandemia. Con el sector privado hay “muy buena sintonía” y están “a disposición” del público, pero hasta ahora no se han integrado como ha ocurrido en Madrid. “Hoy sanidad solo hay una”, insiste Juan Abarca. Idis envió este lunes un comunicado para subrayar su “absoluta lealtad, comprensión, colaboración y respeto” con las medidas adoptadas por el Gobierno.

Ninguna de las fuentes consultadas mencionó cómo se van a retribuir los servicios privados. “Ahora no estamos en eso. Estamos en salvar vidas”, dijo el directivo de un grupo sanitario.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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