Diez muertos en el derrumbe de un hotel usado para cuarentenas por el coronavirus en China

Al menos 10 personas han muerto y 23 continúan atrapadas tras el derrumbe de un hotel que se empleaba como centro de cuarentena durante la epidemia de Covid-19 en la ciudad costera china de Quanzhou. Hasta el momento han podido ser rescatadas 48 personas —entre ellas los fallecidos—, según los medios oficiales chinos. Otras nueve lograron escapar por sus propios medios.

El hotel Xinjia, construido en 2018, contaba con 80 habitaciones. Hasta el momento se desconoce el motivo del derrumbamiento, aunque las autoridades han anunciado la apertura de una investigación y el propietario del inmueble ha quedado bajo la custodia de la policía. Según ha publicado la revista Caixin, el edificio se encontraba en proceso de reforma. Dos supermercados en la planta baja estaban cerrados para su renovación.

Las tareas de rescate se han visto complicadas por la necesidad de combinarlas con las de desinfección, para evitar propagar el nuevo coronavirus que ha matado a más de 3.000 personas en toda China y contagiado a más de 80.000. Dada la imposibilidad de utilizar maquinaria pesada, los equipos de rescate están extrayendo a mano a los atrapados entre los escombros.

Los alojados en el hotel eran personas que habían estado en contacto con pacientes de Covid-19 (la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus) y que se encontraban bajo observación.

“Después de oír un ruido muy fuerte, salí de la tienda y solo pude ver una nube de polvo en la calle. Cuando se disolvió la nube, vi que el hotel se había derrumbado por completo”, explicó el empleado de una pastelería a Caixin.

En Fujian, la provincia donde se encuentra Quanzhou, se han detectado al menos 296 casos de coronavirus, según la Comisión Nacional de Sanidad china. Otras 10.819 personas se encuentran en observación. En Quanzhou se han detectado 47 infecciones desde el comienzo de la epidemia hace tres meses, y todos esos pacientes ya han recibido el alta.

Según el periódico Global Times, del grupo del Diario del Pueblo —propiedad del Partido Comunista de China—, el hotel había recibido dos amonestaciones desde su apertura por cuestiones administrativas.

Los derrumbamientos de edificios no son insólitos en China. El crecimiento rápido y un control laxo de las obras durante un largo tiempo motivaron que algunos constructores se vieran motivados a recortar en estándares de seguridad y calidad de los materiales. Según recuerda la agencia France Presse, al menos 20 personas murieron en 2016 al desplomarse varios edificios con defectos de construcción en la ciudad de Wenzhou, en la provincia oriental de Zhejiang. El año pasado otro edificio en reforma en Shanghái también se cayó, en un accidente que mató a 10 personas.