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Italia cierra las escuelas y universidades de todo el país hasta el 15 de marzo para frenar el coronavirus

La medida ha sido adoptada por el Gobierno tras alcanzar la cifra de 107 muertos y más de 3.000 contagiados

Estudiantes ante la puerta de la facultad de Geología de la Universidad de La Sapienza, en Roma.
Estudiantes ante la puerta de la facultad de Geología de la Universidad de La Sapienza, en Roma.Marco Di Lauro (Getty Images)

El Gobierno italiano ha ordenado cerrar las escuelas de todos los niveles y universidades de todo el territorio nacional desde este jueves hasta el día 15 marzo, para frenar el avance del coronavirus en el país. La decisión llega cuando la cifra de afectados desde que comenzó la emergencia sanitaria hace 10 días supera los 3.000, de los que 107 han muerto, 55 en los dos últimos días. Los fallecidos eran personas mayores y con patologías previas. La cifra de pacientes curados, por el momento es de 160. Para implantar una medida tan drástica, el Ejecutivo ha seguido las recomendaciones de una comisión científica que ya el día antes había aconsejado la cancelación durante un mes de todos los eventos deportivos con público en todo el país. El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, también se había mostrado favorable a adoptar esta disposición que llevaba algún día barajándose.

El primer ministro, Giuseppe Conte, ha explicado que el Ejecutivo ha decidido aplicar una disposición tan drástica para evitar sobrecargar el sistema sanitario nacional, en particular en los departamentos de terapia intensiva y para retrasar la difusión del virus. Hasta ahora, las clases estaban suspendidas desde hace dos semanas hasta el 8 de marzo solo en algunas regiones como Liguria, Lombardía, Piamonte, Las Marcas y Emilia-Romaña, las que tienen un mayor número de contagiados. Como ha sucedido en estos lugares, la fecha de cierre debe considerarse provisional, ya que la situación está en constante evolución y, en última instancia, todo depende de la progresión de los contagios.

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La decisión de ampliar las restricciones educativas a todo el territorio nacional, como ha explicado la ministra de Educación, Lucia Azzolina, no ha sido fácil. El Gobierno en bloque ha mantenido diversas reuniones con expertos, representantes de las regiones, de quien depende la Educación, y con otros agentes sociales, y han necesitado pedir una segunda opinión científica que profundizara más en la necesidad de suprimir todas las actividades educativas.

Se trata también de una cuestión política que necesitaba el acuerdo de todas las partes del Ejecutivo de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático y que debía contar además con el beneplácito de los gobernadores de las 20 regiones italianas, de los que depende la aplicación de la medida.

Algunos gobernadores, como Michele Emiliano, de Apulia, habían invitado claramente a todas las familias a no enviar a sus hijos a la escuela. “No están obligados a mandarlos a clase”, ha dicho.

El virólogo y profesor universitario Roberto Burioni ha recomendado mantener las escuelas cerradas para frenar el ritmo de contagios. “De otra forma se corre el riesgo de infectar y de infectarse. Es justo cerrar los centros escolares en todas las zonas en las que se han registrado casos, teniendo en cuenta que el virus se está propagando en toda Italia”, ha señalado.

En particular, el cierre de las escuelas es lo que más preocupa al Gobierno, como ha confesado el primer ministro italiano. La ministra de Familia, Elena Bonetti, ha señalado que ha propuesto al Gobierno que se adopten medidas de apoyo a las familias como “ayuda económica para los gastos de cuidadores y extensión de las bajas de maternidad y paternidad para los trabajadores”, pero no ha especificado qué soluciones concretas se plantean.

La viceministra de Economía, Laura Castelli, ha explicado que el Gobierno se está moviendo a contra reloj para definir todas las alternativas posibles que puedan minimizar los trastornos y aliviar el impacto del bloqueo de todos los centros educativos del país durante 10 días, a mitad de curso. Ha concretado que están estudiando ofrecer la opción a uno de los padres de no asistir al trabajo para que pudieran atender a los niños que durante más de una semana no irán a la escuela. La ministra Azzolina ha descartado, por el momento, prolongar el curso actual.

Las universidades han empezado a organizar las lecciones a través de plataformas digitales para que los alumnos puedan seguir a distancia los contenidos e incluso realizar los exámenes si fuera necesario. Las autoridades han pedido a los dirigentes de los centros educativos que activen cualquier sistema de educación a distancia, si cuentan con ello y donde sea posible.

La idea del Ejecutivo es evitar a toda costa las próximas semanas cualquier tipo de aglomeración de personas que pueda favorecer la difusión del virus. Para ello, ha suspendido también los congresos y cualquier evento social con público para el personal sanitario y ha limitado los accesos a hospitales y cualquier lugar público cerrado en las zonas más afectadas por los contagios. También ha pedido a los ciudadanos que cambien ligeramente su estilo de vida los próximos 30 días y ha difundido una serie de recomendaciones que anima a cumplir a rajatabla como evitar los espacios concurridos, mantener una distancia de seguridad de un metro entre personas siempre que sea posible, evitar saludar con contacto físico como dar la mano o besos, lavarse las manos con frecuencia y toser o estornudar en el codo o en un pañuelo desechable. También ha recomendado a las personas mayores de 75 años que se queden en casa.

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