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El País Vasco limita las visitas y suspende las prácticas en los dos hospitales con personal afectado por el coronavirus

Una cascada de aislamientos a compañeros y familiares genera preocupación y medidas excepcionales en el hospital de Txagorritxu

Pedro Gorospe
Un médico sale del hospital de Txagorritxu, en Vitoria, con una máscara de protección.
Un médico sale del hospital de Txagorritxu, en Vitoria, con una máscara de protección.LINO GONZALEZ RICO

El coronavirus ha dado de lleno en la línea de flotación del sistema sanitario público, sobre todo en Vitoria. El número de contagiados entre el personal sanitario en sus dos principales centros, tres trabajadores sanitarios del hospital de Txagorritxu (entre ellos dos médicos residentes), otro doctor del hospital de Santiago, y una enfermera en aislamiento en un centro de salud a la espera de confirmación, además de un cuarto médico en San Sebastián, ha hecho que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) esté adoptando medidas extraordinarias entre su personal, después de poner en aislamiento a un número indeterminado, pero elevado, del personal médico de Txagorritxu.

El resto de la plantilla también debe cumplir una serie de recomendaciones extraordinarias como evitar la asistencia a actos públicos de cualquier tipo y mantenerse a unos dos metros de sus familiares, además de las habituales recomendaciones de lavarse las manos frecuentemente. Osakidetza ha suspendido las prácticas de medicina y enfermería para todos los alumnos en esos dos hospitales y todas las actividades de formación en los de Vitoria y San Sebastián. En Euskadi, según los últimos datos confirmados de Salud, los contagios ascienden a diez.

“Ha dado en el corazón del sistema, en los médicos residentes”, lamenta una miembro del equipo sanitario de urgencias de Txagorritxu que ve la situación “con preocupación, aunque sin alarmismo”, precisa. El personal médico de las urgencias de ambos hospitales de Vitoria ha reclamado a la dirección de salud que habilite un espacio previo al acceso de urgencias para que las personas con síntomas puedan ser atendidas antes de entrar al centro médico. Sería un punto primero de control del que derivar a aislamiento o a planta, en función del estado de salud, a quienes tengan síntomas susceptibles de ser consecuencia de un contagio por el virus de Wuhan. “Vamos a ver si es posible” explica esta enfermera. Osakidetza está pidiendo voluntarios para atender a las personas aisladas a domicilio. “De momento las recomendaciones son las del propio protocolo”, aseguran desde el Gobierno vasco.

De los diez casos positivos que se conocen hasta hoy por la tarde, tres eran médicos residentes. Dos de los positivos son doctoras en Vitoria. El virus llegó, se cree, vía Málaga en un viaje que realizó una de las doctoras contagiadas, que después transmitió el virus a su compañera de servicio y posiblemente al médico de Santiago. Una de ellas lo transmitió a tres familiares -dos hermanas y su madre- que ya se encuentran en aislamiento. Una de las hermanas es enfermera de un centro de salud de Vitoria. Este hecho ha provocado que todos los médicos y enfermeras que han estado en contacto con los infectados, estén también en aislamiento.

El sábado, el número de personas en aislamiento, por precaución, ascendía a 110. Osakidetza no facilitó ayer el nuevo dato, pero podrían ser muchos más. "No son positivos y de momento están todos bien", aseguran fuentes del departamento de Salud. Osakidetza asume que con el virus en el centro del sistema sanitario, el manejo de la situación se complica, y al riesgo de aislar casos que llegan desde fuera, se suma el más complejo de frenar los que se están extendiendo desde dentro.

“Íbamos mis hijas y yo a visitar a nuestro padre y nos han dicho que de momento solo puede pasar una persona y a ser posible siempre la misma”, ha explicado Soledad Robles que tiene a su padre ingresado por un problema vascular. En el acceso principal del Hospital Universitario de Txagorritxu, en Vitoria “se notaba más preocupación que ayer”, ha descrito. La medida no es exclusiva para los familiares de los pacientes, a los que se limita el acceso a una persona por paciente, también afecta a los pacientes. No pueden salir de sus habitaciones hasta nueva orden. El hospital vitoriano recomienda utilizar Skype para la formación a distancia y para entrar en contacto con los pacientes, siempre que se pueda. La dirección del centro hospitalario ha denegado todos los permisos para asistencia a cursos, congresos, convenciones.

En el centro de salud de Olarizu, en Vitoria, ya no atienden. Un cartel anuncia que solo se van a atender a las “consultas estrictamente necesarias” y se apela a razones de “salud pública”. Varios abuelos que preguntan si pueden pasar a hacerse los análisis correspondientes a sus dolencias sufren las restricciones. Una administrativa les emplaza a volver en una semana, ya que se trata de exámenes rutinarios. “Hay varios médicos en casa y muchas de las enfermeras, que habían tenido contacto con una de las médicos de Txago”, aseguran en el mostrador de información.

En Torrejón de Ardoz, normalidad

Otra de las áreas que preocupan al Ministerio de Sanidad es Torrejón de Ardoz, donde hay dos focos locales cuyo origen es desconocido. A falta de que un cambio en el escenario de riesgo conllevara medidas más restrictivas, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid no explica si en los centros sanitarios de la zona se han aumentado las precauciones.



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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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