La Generalitat investiga una posible negligencia médica en el caso de la mujer asesinada en El Prat
Yulia S., de 41 años, fue atendida en el hospital de Bellvitge por una agresión que explicó que había cometido su marido
La Generalitat de Cataluña investiga una posible negligencia del hospital de Bellvitge en el caso de la mujer asesinada por su pareja en El Prat de Llobregat, Yulia S., de 41 años. La víctima, que fue hallada muerta el lunes en el interior del domicilio familiar, acudió el 24 de junio al hospital después de una agresión. La mujer explicó a los médicos, como consta en el parte de lesiones, que su pareja la había empujado, se había caído de espaldas y se había dado un fuerte golpe en el costado. Al día siguiente acudió de nuevo a un centro de atención primaria, donde le diagnosticaron una costilla rota.
La agresión tuvo lugar en el domicilio del matrimonio, donde vivían con sus tres hijos menores de edad. Los Mossos fueron alertados de la pelea y la mujer fue trasladada en ambulancia al hospital de Bellvitge, explica su abogada, Marisa Fernández, que denuncia que el hospital no informó a los juzgados. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) confirma que no se recibió ningún parte médico que indicara que la mujer podía ser víctima de violencia machista. Oficialmente no constan antecedentes de denuncias en la pareja.
El protocolo catalán de violencia contra la mujer establece que los médicos tienen la obligación legal de informar a la autoridad judicial ante la "constatación de violencia". Deben aportar el informe de lesiones y el informe médico, se le debe librar una copia a la mujer y se ha de informar de las implicaciones que tiene. "Es evidente que ha habido una negligencia en el tratamiento de la información médica", lamenta la letrada Fernández. El Departamento de Salud de la Generalitat ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido.
La mujer buscó asesoramiento legal en octubre. "Se quejaba de que su marido le hacía la vida imposible a nivel psicológico", explica Fernández. En ese momento Yulia S. ya recibía asistencia jurídica y psicológica por parte del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, que no especifica si lo hacía como víctima de la violencia machista. Pero como en el 80% de los casos de este tipo de violencia, Yulia S. no había denunciado a su pareja ante la policía, y le costaba dar el paso de pedir el divorcio, con tres hijos en común.
"Temía que se pusiese la duda sobre ella, como pasa tantas veces", explica su abogada, refiriéndose a la posibilidad de presentar una denuncia con el parte médico de lesiones cuatro meses después de lo ocurrido. El viernes antes del asesinato, las abogadas de Yulia S. se pusieron en contacto con una abogada que iba a llevar el procedimiento de divorcio en representación de su marido, Narciso, de 44 años. Pero no tuvo tiempo de asumir el caso.Tres días después la mujer fue hallada muerta en el domicilio familiar de la calle de Barcelona, en El Prat.
Las peleas en el matrimonio eran conocidas en el barrio, donde les habían visto discutir en la puerta del piso en el que vivían. También en el colegio, el suegro de la mujer le había gritado y reprochado que le hacía la vida imposible a su hijo, según contaron conocidos del matrimonio que habían sido testigos. Los vecinos también habían llamado en más de una ocasión a la policía por las peleas entre ambos.
El marido de Yulia S. se entregó a los Mossos d'Esquadra después de asesinar presuntamente a la mujer. Lo hizo cuando era consciente de que la policía le buscaba, explican fuentes policiales, y acompañado de un abogado, con el que pactaron un lugar donde entregarse. La juez en funciones de guardia informó a la Generalitat por el posible desamparo de los menores, que por ahora están con sus abuelos, a la espera de que se dictamine si es procedente que la Generalitat asuma la tutela.
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