Investigado por abuso sexual el holandés que mantuvo a seis hijos aislados en una granja

Gerrit-Jan van D., el holandés de 67 años que llevaba casi una década recluido con seis de sus hijos en una granja en Ruinerwold, al noreste del país, es sospechoso de haber abusado sexualmente de dos de los tres mayores, que habían abandonado el hogar antes de que su padre se ocultara en la finca con los pequeños. Así lo ha anunciado este jueves la fiscalía, que investiga a Van D. por lavado de dinero, privación de la libertad y maltrato de toda su prole —nueve hijos en total— y de haber puesto en peligro su salud. El detenido tenía relación con otro hombre, Josef B., de 58 años, que alquilaba la granja, y ambos mantuvieron allí retenido en 2009 a un tercer adulto, de 69 años, según la acusación. Los hermanos encerrados carecían de partida de nacimiento, y las autoridades están preparando los documentos necesarios para proporcionarles una identidad legal. 

Los fiscales han levantado parcialmente el secreto de sus investigaciones y han señalado que “Van D. es el padre de nueve hijos, y los seis localizados en la granja tenían la misma madre, fallecida en 2004”. Los dos mayores, que supuestamente sufrieron abusos, habían perdido el contacto con su progenitor, igual que el resto de la familia. “En los años ochenta, Van D. dijo que no quería ver más a sus parientes”, explicaron estos cuando se supo que Jan, de 25 años —el hijo mayor del grupo de seis (cuatro chicas y dos chicos de 18 a 25 años)— había abandonado la granja. El joven logró salir en tres ocasiones de la finca y al final se animó a desvelar en un bar cercano cuál era su situación. A partir de entonces, empezaron a juntarse algunas piezas de un rompecabezas sobre el que los fiscales siguen trabajando. 

De momento, se sabe que Van D. formó parte hace casi cuatro décadas de la Iglesia de la Unificación, nombre oficial de la Secta Moon, fundada en Corea del Sur por el reverendo evangélico Sun Myung Moon. También han aparecido escritos, dibujos y vídeos en los que el detenido criticaba “la mala influencia del sistema educativo en el desarrollo de los niños”. En su lugar, proponía “una escuela de inspiración divina como base del desarrollo sin restricciones de su personalidad”.

Una de las sorpresas del caso es la actividad desplegada por Van D. en Internet, donde estuvo presente al menos hasta 2015, tanto en Facebook como en un sitio propio donde explicaba su visión del mundo e ilustraba los ejercicios físicos necesarios para mantenerse en forma. Cuando la policía entró en la granja, se supo que había sufrido un derrame cerebral hacía algún tiempo. Su hijo Jan también manejó cuentas de Internet. Tanto su padre como Josef B. siguen en prisión provisional y comparecerán ante los jueces en enero de 2020.