La impulsora del MeToo francés, condenada por difamación
La periodista Sandra Muller llamó en 2017 a denunciar en las redes sociales a los acosadores sexuales. El hombre al que acusó la denunció ante la justicia
El MeToo francés también empezó con un tuit. El 13 de octubre de 2017, en plena oleada de denuncias de acoso sexual tras el estallido del escándalo Harvey Weinstein, la periodista francesa afincada en Nueva York Sandra Muller escribió en la red social un mensaje que, bajo la etiqueta #balancetonporc (denuncia a tu cerdo) alentaba a las mujeres a “contar, dando el nombre y los detalles, un acoso sexual” que hubieran sufrido en su trabajo. En un segundo tuit, dio ejemplo relatando una experiencia propia: “Tienes pechos grandes. Eres mi tipo de mujer. Te voy a hacer gozar toda la noche”, contó que le dijo un alto ejecutivo. Y reveló quién: Eric Brion, exjefe de Equidia, una cadena de televisión.
Su idea provocó una oleada de denuncias de acoso en Francia —la etiqueta #balancetonporc se hizo rápidamente viral—, así como la apertura de un debate sobre el acoso sexual en particular y el machismo y la violencia sexista en general que aún sigue abierto. La revista Time la nombró una de las “rompedoras del silencio” sobre el acoso sexual con el movimiento MeToo que ese mismo año decidió constituían, colectivamente, la personalidad del año para la publicación. La revelación, sin embargo, de la identidad de su presunto acosador le valió a su vez a Muller una denuncia por difamación presentada por Brion y un juicio que ahora ha perdido, aunque la periodista ha anunciado que apelará la decisión que la condena a pagar 20.000 euros al hombre al que acusó por las redes sociales.
“La justicia ha decidido castigarme (…) pero voy a luchar hasta que la justicia abra los ojos”, anunció Muller en rueda de prensa en París nada más conocer la sentencia. Visiblemente conmocionada, la periodista habló de una “justicia mordaza” y advirtió de que el proceso buscaba “acallar las víctimas que podrían hablar, es un proceso que podría cortar las alas a las víctimas que han hablado o que querrían hablar, y el mensaje es claro: callaos todas”. Aun así, la francesa, que aseguró “no lamentar” una idea que ha “liberado la palabra de la mujer”, afirmó que “hay que seguir denunciando los comportamientos reprochables, porque el miedo no debe ganar y no debe cambiar de bando”.
Durante el juicio, celebrado en mayo en París, Brion rechazó ser un “acosador sexual” y sus abogados calificaron su señalamiento por parte de Muller en las redes sociales como una forma de “delación”. El hoy consultor recordó además que se había excusado inmediatamente por su comportamiento —al día siguiente de hablarle así a Muller, en un evento en 2012, le envió un mensaje de texto disculpándose— y que lo volvió a hacer en diciembre de 2017 a través de una tribuna en el diario Le Monde en la que “reiteró sus excusas” y reconocía haber realizado comentarios “fuera de lugar”. Al mismo tiempo, sin embargo, subrayó que no existía una relación laboral entre él y la periodista y rechazó ser comparado con “Weinstein, acusado de violaciones y de acoso sexual por varias mujeres”.
"Varias semanas después de la publicación de esa famosa etiqueta, como muchos otros, he tomado conciencia de la amplitud de este campo que se ha abierto, pero reclamo sencillamente el derecho a la verdad y al matiz", escribió Brion. “Sí, (el movimiento) denuncia a tu cerdo es un fenómeno magnífico, pero más allá de eso, hay calumnias y rumores”, reiteraron sus abogados durante la audiencia, en la que reclamaron 50.000 euros por daños y perjuicios y otros 15.000 en costes del juicio.
Aunque los jueces redujeron a más de la mitad la condena, el abogado de Muller, Francis Szpiner, la calificó de “desorbitada y extravagante” y ratificó la idea de que, con una "interpretación rígida del derecho", se ha buscado “que la mujeres no hablen, que se callen”. Szpiner recordó que la cantidad que deberá abonar Muller a Brion, 15.000 euros en materia de daños y perjuicios y otros 5.000 por costes del juicio, es “la misma suma que los policías que violaron a una turista canadiense” en una comisaría de París, otro caso muy mediatizado. “En momentos en que se habla de la violencia machista” y que el Gobierno ha lanzado un debate sobre el tema, “no creo que esto constituya una señal positiva de la justicia para la causa de las mujeres”, advirtió.
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