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Nueva Delhi, la ciudad con el aire más tóxico del mundo, reduce la polución un 25%

La capital de India disminuye la contaminación gracias a restricciones de vehículos y mejoras en la regulación, aunque aún necesita recortarla un 65%

Una calle de Nueva Delhi envuelta en 'smog', en febrero pasado.
Una calle de Nueva Delhi envuelta en 'smog', en febrero pasado.

Cinco años después de que Nueva Delhi tuviese el dudoso honor de ser la ciudad con el aire más tóxico del planeta, la capital de India ha reducido su contaminación en un 25%. Según anunció el Gobierno de la ciudad la semana pasada, los datos muestran una mejora sustancial del nivel de partículas contaminantes en aire gracias a medidas como la limitación a los vehículos contaminantes o las multas por la quema de rastrojos. Sin embargo, algunos expertos subrayan la necesidad de reducir la polución un 65% para llegar a estándares internacionales, de los que el aire sucio de Delhi está aún lejos. Así, las autoridades mantendrán las restricciones de emergencia para el invierno, cuando la capital india se convierte en una “cámara de gas” debido a diferentes fenómenos naturales y artificiales.

“La polución ha empezado a reducirse en Delhi”, anunció, cauteloso, el líder del Gobierno municipal, Arvind Kejriwal. “Entre 2012 y 2014, la media de concentración de partículas finas (PM2,5) fue de 154 microgramos por metro cúbico. Desde 2016 a 2018, ha descendido a 115. La polución se ha reducido en un 25%”, detalló, en referencia a las mediciones realizadas por la Junta Central para el Control de la Polución (CPCB). Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recogía datos de 2008 a 2013, la capital india registraba una concentración anual de partículas finas (P 2,5) -contaminante principal- de 153 microgramos por metro cúbico, 15 veces mayor de lo recomendado por el organismo internacional. Considerado desde entonces un problema de salud pública -el estudio sobre Carga Mundial de Morbilidad indicaba que la contaminación era responsable de más de medio millón de muertes en India en 2013, casi el doble que en 1990-, la limpieza del aire pasó a ser relevante en la agenda política.

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Los datos recogidos por la agencia gubernamental son avalados por un reciente estudio de la organización independiente Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE), que atribuye la relativa mejora del aire a decisiones multisectoriales de diferentes Administraciones, aunque reclama medidas más contundentes para reducir los episodios de smog -nube baja de dióxido de carbono, hollines, humos y polvo en suspensión-, imponiendo, por ejemplo, más días sin vehículos. “Este nivel de acción ha ayudado a estabilizar el problema, pero se necesitan decisiones mucho más duras y agresivas para conseguir la reducción del 65% en PM2,5 y alcanzar el objetivo del aire limpio”, explica su directora ejecutiva, Anumita Roy Chowdhury.

Medidas para limpiar el aire de Delhi

Desde que empezara la evaluación rutinaria de la calidad del aire en la capital india, en 2010, el número de estaciones de control ha aumentado a 26. Según los análisis de estas mediciones, la polución ha disminuido gracias a múltiples medidas. Entre ellas, el cierre de dos plantas térmicas de la ciudad, una mayor regulación de la construcción, las multas por quema de rastrojos o el suministro continuo de electricidad a los 17 millones de habitantes de la ciudad, lo que redujo drásticamente la contaminación por el uso de generadores.

Especialistas y funcionarios coinciden en señalar el punto de inflexión que supuso la aprobación del Plan de Acción de Respuesta Escalonada (GRAP, por sus siglas en inglés), en 2017, que daba poderes al Gobierno local para imponer medidas de urgencia en caso de niveles tóxicos en aire durante jornadas seguidas, como se hacía en Pekín, la capital china. Exigido desde hace años por autoridades medioambientales y por la propia Chowdhury en conversaciones con este diario, el plan prevé el cierre de instituciones públicas o restricciones a la circulación de vehículos, decisiones que ya se tomaron en 2017 y el año pasado con éxito.

Así, la mayor reducción de los niveles de polución viene de la restricción de vehículos contaminantes. En este sentido, las autoridades locales han agradecido al Gobierno nacional la apertura de dos circunvalaciones que evitan el paso innecesario de vehículos de carga por la ciudad. “El número de camiones que entran a Delhi se ha reducido en un 30% gracias a la autovía periférica del este”, explicó el jefe del Gobierno local Kejriwal. “Creo que las cifras son incluso más altas en el caso de la autovía periférica del oeste. Ambas construidas por el Gobierno central, al que agradecemos el esfuerzo en nombre de los ciudadanos de Delhi”.

En relación a restricciones en carreteras, el Gobierno de la capital india volverá a prohibir la circulación de matriculas pares o impares en días alternos, entre el 4 y el 15 de noviembre, como ya hiciese el año pasado dentro del plan de emergencia GRAP. El Consistorio también espera añadir 1.000 autobuses eléctricos a una flota insuficiente de transporte público entre la capital y sus áreas suburbanas, cuya población en expansión se estima en más de 29 millones de personas. Por último, las autoridades han prometido la distribución de máscaras para los viandantes, algo poco común entre los ciudadanos Delhi pese al smog que nubla la ciudad cada invierno.

Autoridades y expertos esperan, sin embargo, que la polución aumente entre finales de octubre y finales de noviembre, como cada año. En esas fechas, los campesinos de los Estados agrícolas de Punjab y Haryana realizan incendios controlados de pastizales, haciendo de la vecina Delhi una “cámara de gas”, en palabras del jefe de Gobierno. A los fuegos intencionados se unen factores meteorológicos y geográficos. Así, la época de quema coincide con el final del monzón, que hace descender las temperaturas y la velocidad del aire. Ambos fenómenos, unidos a la frontera natural de la cordillera del Himalaya al norte, concentran los humos de estos incendios en las localizaciones septentrionales de India, entre las que se encuentra no solo su capital, sino varias de las ciudades que copan la lista de las más contaminadas del mundo.

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