Barcelona multará con 100 euros a los coches más contaminantes
La medida afectará a más del 90% de la ciudad y se adelantará al 1 de enero si hay episodios de alta contaminación
El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene a punto el mecanismo para sancionar con 100 euros a aquellos vehículos sin distintivo ambiental que circulen por la Zona de Bajas Emisiones del Ámbito Rondas de Barcelona y que representa más del 90% de la ciudad además de afectar a otros cuatro municipios. Esta medida tiene como objetivo combatir los altos niveles de emisiones contaminantes en la atmósfera. La restricción entrará en vigor el 1 de enero o antes en caso de episodio de alta contaminación por dióxido de nitrógeno. Los días de más polución también habrá recargos en el precio de la zona azul y descuentos en transporte público.
La Zona de Bajas Emisiones abarca 95 kilómetros cuadrados y en ella se incluye todo Barcelona —con excepción de la Zona Franca y los barrios de Vallvidrera, Tibidabo y las Planes— y gran parte de l'Hospitalet de Llobregat, Cornellà, Esplugues de Llobregat y Sant Adrià del Besòs. La restricción en Barcelona será efectiva a partir de enero de 2020 y en la actualidad el Consistorio barcelonés está elaborando la ordenanza municipal que activará la prohibición. Sin embargo, hasta entonces, también podría activarse en cualquier episodio de contaminación atmosférica declarado en la ciudad por dióxido de nitrógeno (NO2). “Esta medida tiene que efectuarse no solo de manera puntual y esporádica cuando se alcancen altos niveles de contaminación en el aire, sino permanentemente”, ha mantenido la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz.
La zona de bajas emisiones en datos
La Zona de Bajas Emisiones. 95 kilómetros cuadrados que comprenden Barcelona —con la excepción de la Zona Franca, Vallvidrera, el Tibidabo y las Planes— y parte de Cornellà, L’Hospitalet, Esplugues y Sant Adría del Besòs.
Entrada en funcionamiento. 1 de enero de 2020.
¿Cuándo? Los días laborables, de lunes a viernes entre las 7.00 y las 20.00.
A qué vehículos afecta. Todos los que no tienen etiqueta de la DGT: Los turismos de gasolina anteriores al 2000 y los diésel de antes de 2006. Las furgonetas anteriores a octubre de 1994 y motocicletas de antes de 2003.
A qué vehículos no afecta. Camiones pesados, vehículos de servicios médicos o funerarios, de personas con movilidad reducida, o de emergencias (ambulancias, bomberos y policías).
Dispositivo de la Guardia Urbana. Los agentes podrán actuar y denunciar en cualquier punto de la ciudad pero habrá un despliegue extraordinario en el entorno de la ronda.
Sanción. El no cumplimiento de la norma se considera una falta leve y supone una infracción de 100 euros aunque no se inmovilizará el vehículo.
Refuerzo de Transporte público: En caso de episodio de contaminación se reforzará la frecuencia de Metro, autobuses, tranvía y de los Ferrocarriles de la Generalitat y la Renfe.
T-aire: TMB pondrá a la venta los días de episodio una tarjeta (T-Aire) que permite dos viajes (ida y vuelta) al precio del equivalente de una T10: 1,85 euros ida y vuelta para una zona.
Desde el próximo enero la medida se aplicará los días laborables, de lunes a viernes, entre las 7.00 y las 20.00. No obstante, desde la Generalitat se está barajando la posibilidad de reducir el horario a partir del mediodía del viernes para favorecer las salidas de la capital catalana. Además, se está estudiando la excepción de algunos vehículos como ambulancias, grúas o los que transporten a personas con movilidad reducida, aunque estos supondrán menos del 10% del total. No podrán circular por el espacio interior de los cinco municipios los turismos sin distintivo ambiental de la DGT, estos son los vehículos de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores a 2006. Las furgonetas anteriores a octubre de 1994 también tendrán vetado el acceso, así como las motocicletas anteriores a 2003. El Ayuntamiento calcula que, a partir de la entrada en vigor de las restricciones, dejarán de circular 50.000 coches, motos y furgonetas, el 7% del parque circulante.
La Zona de Bajas Emisiones se ha comparado en ocasiones con Madrid Central que inauguró la alcaldesa Manuela Carmena y que estos días ha quedado en suspenso con la llegada del PP al Ayuntamiento. La diferencia radica, sobre todo, en la dimensión. La Zona de Bajas Emisiones de Barcelona abarca un área de 95 kilómetros cuadrados mientras que Madrid Central es de 4,7 kilómetros cuadrado. En Madrid Central solo podían circular residentes y transporte público; los no residentes podían acceder a la zona siempre que tengan etiqueta ambiental y vayan a un aparcamiento de uso público o garaje privado. Si no era así, el Consistorio madrileño sancionaba con multas de 90 euros.
En Barcelona tampoco podrán acceder los vehículos sin etiqueta. Los que sí la tenga podrán aparcar dentro de la ciudad aunque en caso de episodio de contaminación se activará la tasa para el estacionamiento regulado de vehículos en la vía pública con un incremento de la tarifa de la zona azul y verde de dos euros la hora para los no residentes. El recargo no se aplicará a los vehículos con la etiqueta de cero emisiones. El Ayuntamiento propone otras medidas en caso de episodio como el refuerzo del transporte público, así como la T-aire, el abono de transporte público de dos viajes por 1,85 euros para los días con contaminación. “La intención es fomentar el uso del transporte público, no que la población cambie sus vehículos”, afirmó Sanz. La concejal lamentó que Madrid haya dado un paso atrás en la regulación del tráfico en el centro. “Esto le puede salir muy caro a la ciudadanía”, alertó.
Teresa Ribera: "Revertir Madrid Central es abrir la caja de los truenos"
La decisión del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de revertir Madrid Central es "una provocación y crea desconfianza en las autoridades europeas", ha asegurado este miércoles la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, quien ha señalado que es abrir la "caja de los truenos". Así lo ha afirmado a los medios antes de la presentación del informe sobre Sostenibilidad en España, elaborado por la Fundación Alternativas en colaboración a Ecoembes.
"Sabíamos que las medidas adoptadas en Madrid y Barcelona no eran suficientes para el control de la contaminación, pero sí sabíamos que era un primer paso" para su control, ha aseverado la ministra. Si ese primer paso es revertido, "nos crea un problema", según Ribera, quien ha explicado que este martes habló con el alcalde Martínez-Almeida y le dijo que "quería cambiar muchas cosas, pero que estaba comprometido con la lucha contra la contaminación y en favor de la calidad del aire". La ministra ha añadido: "Además de decirlo, tiene que ser convincente, y creía que avanzaría en alguna medida concreta, pero lo que vimos de forma inmediata es que se revirtió la peatonalización de una calle, que es de poco valor, pero sí es simbólico, y tampoco se frenó la decisión sobre Madrid Central, que habría sido la más prudente, mantener esa medida mientras se buscan alternativas".
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