Carpetazo a la investigación por la muerte de un paciente en el que supuestamente se dejaron dos gasas
Una juez de Oviedo considera que no existen pruebas de que los médicos olvidaran dos "compresas" en el interior del enfermo
Una juez da carpetazo a la investigación abierta por la muerte de un paciente en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), que falleció después de que supuestamente se dejaran en su interior dos gasas en una operación. Pese a que los profesionales que le practicaron una segunda intervención aseguraron que los autores de la primera habían olvidado dos compresas en la cavidad torácica, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo ha considerado que no queda acreditada la negligencia y que, además, los seis médicos y enfermeros implicados no cometieron "una imprudencia que deba ser castigada penalmente".
"Aun cuando se hubiera probado el olvido de dichas compresas en el paciente (cosa que como se ha expuesto, no ha resultado debidamente acreditada), tampoco se ha demostrado el nexo causal entre dicho olvido y la muerte", subraya la juez en un auto, donde archiva las pesquisas iniciadas hace 16 meses tras la denuncia de la familia de la víctima y que supusieron la investigación de miembros de los dos equipos que le practicaron la intervención quirúrgica de corazón.
En este sentido, la instructora Marta Iglesias López incide en que ninguna de las pruebas de imagen practicadas —seis radiografías y un TAC— desvelan la existencia de "restos de material quirúrgico que pudieran haberse olvidado tras la primera intervención". Y, aunque la propia juez admite que esto "no supone una garantía al 100%", también asegura que su valor como prueba es "notablemente superior" a las "interesadas declaraciones de los investigados afectados". De hecho, la instructora recuerda que las gasas no se han conservado. Y, además, el responsable de la segunda operación, que señaló a los de la primera, tampoco ordenó una autopsia de la víctima.
Tras desvelarse el caso por parte de la familia tras recibir una denuncia anónima, según informó el diario El Comercio, la magistrada ordenó exhumar el cadáver. El informe de la autopsia determinó entonces que el paciente falleció por "una hemorragia masiva por una rotura de aorta en el [segundo] acto quirúrgico, que se complicó con la infección por un hongo, infrecuente en válvulas protésicas y posible causa del debilitamiento de la pared arterial y origen de la hemorragia inicial". La pericial no encontró rastros de las supuestas compresas olvidadas, pero agregó que "en el hipotético caso de haber existido, hubieran sido un caldo de cultivo para el desarrollo del hongo, que sin embargo, se hubiera podido producir igualmente al margen de las mismas".
Por tanto, la juez descarta la responsabilidad penal del primer equipo médico. Y, a su vez, sobre el segundo, asegura que "obró con la diligencia indispensable para el buen éxito de la intervención" y sostiene que un radiólogo equivocó su diagnóstico apreciando un hematoma donde en realidad existía un pseudoaneurisma, pero "tal error no puede calificarse como de relevante imprudencia a los efectos de la presente causa penal".
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