El parque nacional de Cabrera crece hasta alcanzar el mar abierto
El espacio protegerá ecosistemas de ballenas, tortugas, tiburones, aves y corales
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la ampliación del parque nacional marítimo-terrestre del Archipiélago de Cabrera, que pasa de 10.000 hectáreas a 90.974. El espacio se creó, en 1991, "con el objetivo de proteger la flora, fauna, el paisaje y los valores culturales que contiene" y ahora se convierte en el mayor parque del Mediterráneo Occidental. El archipiélago se ubica en el sur de Mallorca y está compuesto por una isla principal y 18 islas menores. Isabel Celaá, portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez, ha indicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que se trata de "un gran paso en la conservación de los ecosistemas marítimos, los grandes olvidados", que, además, "incorpora por primera vez el mar abierto a nuestros parques".
Sus límites aumentan en 80.773 hectáreas, con la inclusión de bancos de corales profundos, áreas de paso habitual de cetáceos o grandes peces migradores. En la zona, que incluye profundidades de más de 2.000 metros, se ha constatado la existencia de la tortuga boba y especies de tiburones en peligro en el Mediterráneo como el negrito, el cazón, la tintorera y el marrajo, entre otras. La nueva superficie aporta importantes áreas de alimentación para las aves marinas. Paíños, cormoranes, gaviotas y pardelas (el ave más amenazada de Europa) contarán con más comida y se evitarán capturas accidentales en artes de pesca, indica el Ministerio de Transición Ecológica en un comunicado
La ONG Oceana aplaude la decisión del Ejecutivo, "que se produce tras una década de campaña y seis expediciones de la organización internacional de conservación marina". Marta Carreras, científica marina de Oceana, destaca "que es la primera vez que España da la máxima protección legal a áreas de cetáceos y grandes peces migradores, lo que beneficiará a delfines, cachalotes, rorcuales, atún rojo...". Añade que también se incorporan a la red de parques nacionales los bancos de corales profundos, con especies amenazadas como el coral árbol amarillo y el cresta de gallo.
Oceana explica que dentro del área protegida destaca el Fort d’en Moreu, un arrecife con jardines de gorgonias y bosques de laminarias mediterráneas. Otro enclave singular es el escarpe de Émile Baudot, una caída abrupta del lecho marino que se extiende a lo largo de 200 kilómetros y alcanza 2.000 metros de profundidad. En él crían pez espada, atún rojo, atún blanco y cachalotes. Aparte de Cabrera, Oceana trabaja para incrementar la superficie marina de otros parques nacionales españoles, como conseguir la declaración del primer parque nacional exclusivamente marino en El Hierro (Canarias) y la ampliación hacia el mar de Doñana (Andalucía).
“Hoy es un gran día para el Mediterráneo, uno de los mares más castigados del planeta. El Parque Nacional de Cabrera alberga una enorme diversidad de ecosistemas y vida marina, y es un emblema del patrimonio natural sumergido que debemos legar a las siguientes generaciones. Cabrera es un verdadero Mediterráneo en miniatura”, señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa.
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