La carne de caballo en las lasañas congeladas, a juicio en Francia
Comienza en París el proceso contra cuatro empresarios que etiquetaron el producto como carne de vacuno y los distribuyeron en varios países de Europa, entre ellos España
No fue gato por liebre, pero casi. En 2013, consumidores de varios países de Europa descubrieron con sorpresa y hasta asco en según qué casos, que la lasaña congelada de varias marcas de comida precocinada que habían comido creyendo que contenía carne de vacuno, incluía en realidad como ingrediente principal carne de caballo. Un engaño, conocido popularmente como el Horsegate, por el que cuatro empresarios tienen que responder, desde este lunes, ante un tribunal correccional de París.
Se trata de dos antiguos dirigentes de la sociedad transformadora de carne Spanghero, que tenía su sede en Castelnaudary, en el sureste de Francia: Jacques Poujol, exdirector general, y Patrice Monguillon, que dirigía la fábrica. Junto a ellos se deberán sentar en el banquillo de los acusados los negociantes holandeses Johannes Fasen y Hendricus Windmeijer, ya condenados en su país de origen por fraude, el mismo cargo que afrontan ahora en Francia, donde están además acusados de “estafa en banda organizada”.
Los cuatro están acusados de haber estafado a la sociedad que fabricaba los platos preparados —lasañas “de vacuno puro”, pero también musakas o chili con carne, entre otros productos—, la luxemburguesa Tavola, filial de la también francesa Comigel, al venderle entre 2012 y comienzos de 2013 cientos de toneladas de carne que aseguraban eran de vacuno, y etiquetadas como tal.
El escándalo estalló en febrero de 2013 en Reino Unido, pero rápidamente se supo que afectaba a 13 países. Análisis de ADN demostraron que más de 4,5 millones de platos preparados bajo las marcas Findus o Picard, como la famosa lasaña de carne, y que afirmaban en su etiquetado haber sido elaboradas a base de vacuno, contenían en realidad carne de caballo, mucho más barata en el mercado. La cantidad de carne falsamente etiquetada como de vacuno ascendía a más de 750 toneladas.
La instrucción del caso estableció que se trató de un “fraude organizado” que tenía fines “lucrativos” y que se benefició de controles insuficientes.
El principal artífice del fraudulento negocio parece ser el holandés Fasen, ausente en el primer día de juicio, según la Agencia France Presse. El empresario ya fue condenado a nueve meses de cárcel en su país en 2012, por otro caso similar: entre 2006 y 2009, compró carne de caballo sudamericano que revendió como carne de vacuno halal de origen alemán, recuerda el diario Libération.
La duda está en el papel de los responsables de la empresa procesadora francesa. Uno de los abogados del exdirector general Poujol, Antoine Vey, afirmó este lunes ante la prensa que no se debe hacer a su cliente “responsable del sistema” ya que, “como otras empresas, fue engañado” por Fasen. Algo que el holandés niega. “Estábamos de acuerdo en que le proporcionaría caballo a precio de caballo”, lo cita Libération.
Es lo que ha concluido también el juez que instruyó el caso, Serge Tournaire, según Le Parisien. “Si los protagonistas de este caso han intentado presentar los hechos como una serie de negligencias y de errores, la información ha permitido, por el contrario, demostrar que los hechos no eran fortuitos y provenían de una verdadera organización, premeditada y preparada y que implicaba a varias personas”, cita el rotativo capitalino las conclusiones del magistrado. Además, Tournaire ha denunciado “obstáculos” a su investigación, con la desaparición de varias pruebas que iban a usarse durante un juicio que se prolongará hasta el 13 de febrero.
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