200.000 firmas en Reino Unido para impedir a un violador visitar al hijo que engendró
El hombre era el líder de una banda que se dedicaba a asaltar sexualmente a menores
Unos 200.000 británicos han firmado una petición a través de internet para que los violadores no tengan acceso a los hijos concebidos a partir de su acto delictivo. El caso de Sammy Woodhouse, que fue violada a los 15 años y quedó embarazada de su agresor, ha desatado todas las alarmas. El juzgado de familia del gobierno municipal de Rotherham ofreció a Arshid Hussain poder participar, como progenitor, en las decisiones que afectaran al futuro de su hijo e incluso poder visitar al niño. La decisión, justificada legalmente, ha provocado una conmoción social y política. Hussain era el líder de una banda que se dedicaba a asaltar sexualmente a menores. Fue condenado a 35 años de prisión.
La noticia la destapó esta semana el diario The Times, que decidió en un principio preservar la identidad de la víctima y del agresor. Por poco tiempo, porque Woodhouse decidió que su caso debía ser expuesto a la opinión pública. A través de YouTube, la mujer solicitó ayuda para impedir lo que consideraba una clara injusticia. "Esta historia es sobre mí misma, sobre mi hijo y sobre el hombre que me violó y al que el Consejo de Rotherham ha ofrecido la posibilidad de reclamar sus derechos paternos, a pesar de que un tribunal, que lo condenó a una pena de 35 años, demostró que se trataba de un peligro público para mi hijo y para otros niños. (...) Esto está ocurriendo por todo el país y debe parar. Se está entregando niños a violadores y a asesinos. Las víctimas de violaciones tienen que acudir a centros de apoyo para compartir el acceso a los niños con aquellos que las violaron", decía en su mensaje.
Hussain, que era conocido en Rotherham con el seudónimo de Mad Ash (Ceniza Loca), formó, junto a sus dos hermanos, parte de una banda responsable de agresiones sexuales a más de cincuenta menores.
El Consejo de Rotherham ha reaccionado de inmediato y ha solicitado ayuda al Ministerio de Justicia británico para que aclare la situación legal. "Es imperativo que se aclare todo esto cuanto antes, no solo por el bien de Rotherham, sino para asegurar que otros municipios por todo el país que se enfrentan a asuntos similares sean capaces de responder con claridad y certeza y que no haya más supervivientes de abusos que tengan que experimentar algo tan traumático", ha expuesto en un comunicado.
Woodhouse, con el apoyo de políticos locales, ha emprendido una campaña para cambiar la ley. "Pido un simple cambio en la Ley del Menor de 1989 para prohibir que cualquier varón con un hijo concebido a través de una violación pueda tener acceso o derechos paternos sobre ese menor", explica esta víctima.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.