Las televisiones públicas españolas gastan menos de la media de la UE
Cuestan 43,8 euros anuales por persona frente a 65,7 en los países europeos
La televisión pública española se aleja cada vez más de Europa. El fuerte recorte de los recursos presupuestario durante los años más duros de la crisis ha contribuido a que el sector audiovisual que abarca la corporación RTVE y los entes autonómicos agrupados en la Forta, figuren entre los más baratos de la UE. Cuestan 43,8 euros por habitante y año, un tercio menos que la media europea, que se sitúa en 65,7 euros, según un estudio coordinado por la Universidad de Santiago de Compostela presentado este jueves, que sitúa a Dinamarca como el país con los medios públicos más caros: 160 euros.
Muestra del fuerte impacto de la crisis en las televisiones autonómicas es que desde 2011 han perdido el 47% de su presupuesto. Aquel año los entes públicos regionales gastaban 1.590 millones de euros, mientras que en 2018 han bajado hasta los 1.080 millones. En este periodo se recortaron las subvenciones y mermaron los ingresos publicitarios, una nefasta combinación que llevó al cierre de canales y a acometer ajustes laborales de gran envergadura. Canal 9 apagó completamente sus emisiones en 2013 y Telemadrid llevó a cabo un expediente de regulación de empleo que afectó a dos tercios de la plantilla.
Teniendo en cuenta variables como el coste por habitante, por hogar, el PIB y el poder adquisitivo de los ciudadanos se observa que en los países del sur de Europa ha habido un claro retroceso, según Francisco Campos, profesor de la Universidad de Santiago especializado en Comunicación y coordinador del estudio sobre el panorama actual y las tendencias de la radiotelevisión pública en Europa. Las televisiones españolas perdieron entre 2010 y 2016 el 27% de su presupuesto, solo superadas por Portugal, donde el ajuste fue del 30%, y por Grecia (-50%). En el polo opuesto, con fuertes subidas, se situaron Lituania, Hungría y Malta
Además, los modelos audiovisuales de proximidad de Alemania o Bélgica comparables a las televisiones autonómicas españolas duplican y triplican, respectivamente, los presupuestos de la Forta, según el estudio, en el que han colaborado universidades de Valencia, Málaga, Castilla-La Mancha, Barcelona, Madrid y Galicia. Campos ha destacado que la recuperación económica no se ha traducido en un incremento de los presupuestos de las RTV regionales, que cuestan una media de 27,6 euros por habitante y año.
El presidente de la Forta y director general de la RTV de Asturias, Antonio Virgili, ha defendido la labor de las televisiones públicas en la "narrativa institucional de los Estados frente al dominio de las plataformas digitales globales", como Google o Facebook. Para mantener la sostenibilidad de los medios públicos ha reclamado sistemas de financiación "estables, suficientes e independientes", al tiempo que ha expuesto la necesidad de buscar nuevos modelos de financiación. Algunas televisiones europeas están trabajando en ofrecer televisión de pago para servicios premium, según Campos, que ha recordado que el canon sigue siendo una vía de financiación en 18 países.
Además de los ajustes presupuestarios, las autonómicas se han encontrado con otra medida que ha hecho mella en sus cuentas: la reclamación del pago del IVA por parte del Ministerio de Hacienda. "La situación está en impasse", ha dicho el secretario general de la Forta, Enrique Laucirica, ya que el Tribunal Económico Administrativo Central ha presentado una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE. "Todos los agentes estamos a la espera de lo que ocurra", ha dicho. Las autonómicas han cuestionado el cambio de criterio de Hacienda para solicitar el IVA a estas compañías mientras se lo devolvía a TVE, lo que ha sido considerado un agravio comparativo.
Más allá de su modelo de financiación, los desafíos de las televisiones pasan por la adaptación a las exigencias de la cuarta revolución industrial. "El Internet de las cosas es un reto para los medios de comunicación tradicionales y en particular para los público, obligados a replantearse su función", ha destacado Virgili, según el cual el paradigma de la proximidad ha cambiado por la navegación en Internet, lo que obliga a una triple adaptación: tecnológica, de contenidos y de organización.
El presidente de la Forta ha enfatizado el compromiso de los medios públicos para luchar contra la desinformación, las noticias falsas y las campañas xenófobas y ha explicado que las principales corporaciones públicas europeas han desarrollado herramientas y programas de verificación de fake news. La Forta ha lanzado un decálogo denominado Si dudas, no compartas, en el que se detallan los aspectos que hay que tener en cuenta para detectar contenidos maliciosos.
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