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Brasil, en marcha contra el machismo

Las multitudinarias protestas de mujeres contra el ultra Bolsonaro el pasado sábado, un nuevo capitulo en el movimiento feminista

Carla Jiménez
Manifestación de mujeres contra Bolsonaro, en São Paulo.
Manifestación de mujeres contra Bolsonaro, en São Paulo.NELSON ALMEIDA (AFP)
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Una marcha multitudinaria convocada por mujeres en las principales capitales de Brasil el sábado 29 de septiembre fue la prueba de que las brasileñas están cada vez más listas para movilizarse ante cualquier peligro que ponga en riesgo sus derechos en un país que no esconde su machismo. La manifestación “Elenão” ("Él no", en español) se organizó en las redes sociales y sacó a las calles del país a cientos de miles de mujeres contrarias al candidato ultraderechista a presidente Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército que ha protagonizado polémica tras polémica por hablar con desprecio de las desigualdades entre hombres y mujeres y de las minorías. El aspirante a presidente del gigante sudamericano ha cosechado este domingo 7 de octubre un 46,3% de votos en primera vuelta.

La protesta #Elenão nació después que se creara la página Mujeres contra Bolsonaro en Facebook, que juntó virtualmente a 3 millones de mujeres en poco más de tres semanas. Los partidarios de Bolsonaro pasaron a ironizar sobre el movimiento, y sus seguidores incluso hackearon la página y y le cambiaron el nombre por Mujeres con Bolsonaro. La provocación resultó un incentivo a la promoción de actos con la hashtag #Elenão en todo el país. Según cálculos de algunas organizadoras, medio millón de personas salieron a las calles. Parece poco para un país con 209 millones de habitantes, pero fue un hito importante en la unidad feminista. Tanto la comunidad LGBTQI como miles de hombres se se sumaron a la contestación.

Las brasileñas ya habían probado su fuerza en movimientos colectivos mucho antes del #MeToo. En 2015, las redes sociales se incendiaron cuando una chica de 12 años que participaba en el programa infantil gastronómico Masterchef Jr fue blanco de comentarios vulgares de tono sexual en Internet. El episodio abrió un movimiento de solidaridad con la pequeña en Facebook, y un colectivo feminista aprovechó para lanzar la campaña #miprimerasedio. Fue una catarsis inmediata con todas las brasileñas abriendo su corazón para contar abusos vividos en su infancia a manos de vecinos, exnovios, abuelos o padres. “El colectivo estaba lleno, yo sentada en las piernas de mi madre. Un hombre se abrió el cierre del pantalón y me mostró sus genitales. Yo tenía 8 años”, decía una.

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En Brasil, cuatro de cada diez mujeres admitieron en una encuesta el año pasado que fueron víctimas de acoso sexual. Pero las expertas apuntan que ese número debe de ser mucho mayor, en un país que es el quinto en el mundo en asesinatos de mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y donde la desigualdad se manifiesta en que las mujeres ganan un 25% menos que los hombres, una diferencia que puede llegar al 55% cuando se compara un hombre blanco y una mujer negra..

En las elecciones de este domingo, Bolsonaro ha personificado todo el machismo y el retroceso que se intenta superar en el mundo en el siglo XXI. En su programa de gobierno, no hay siquiera una mención a las mujeres. Apenas las interpela cuando propone la castración química para los violadores. En una discusión en 2003 con una diputada que lo acusaba de promover mas violencia, Balsonero le dijo:  “Tu no mereces ni ser violada”, y terminó llamándola “zorra”. En campaña ha dicho cosas como que las minorías se tenían que adaptar a la mayoría o desaparecerían, que los homosexuales son obra del consumo de drogas, y que las mujeres debían ganar menos que los hombres porque se embarazan. “En los últimos años las mujeres lucharon y lograron lo básico, lo mínimo de sus derechos. No se puede perder eso por Bolsonaro”, decía la estudiante veinteañera Isadora Alexandre, que fue a la marcha del día 29 con 10 amigas para gritar “El no” a todo pulmón.

Las mujeres suman un 52% de la población brasileña y han jugado un papel decisivo en las elecciones presidenciales. Cinco candidatos eligieron mujeres como sus aspirantes a la  vicepresidencia para responder al anhelo de la sociedad brasileña. La lucha, sin embargo, es penosa. A pesar de ser mayoría del electorado, las mujeres son solo un 10% en el Parlamento, un número que explica el machismo en Brasil.

Sobre la firma

Carla Jiménez
Directora de EL PAÍS en Brasil desde 2018. Trabajó en O Estado de S. Paulo, Agência Estado, revista Época e IstoéDinheiro. Nació en Chile, creció en Brasil. Es formada en Periodismo por la Universidad Cásper Líbero, con especialización en Economía en la Fipe/USP. Forma parte de EL PAÍS desde 2013.

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