Londres lanza nuevas medidas contra la ablación y el matrimonio forzoso
El Gobierno británico procesará a los padres que no protejan a sus hijas de la mutilación genital Los profesores y los médicos estarán obligados a informar a las autoridades de cualquier caso
El Gobierno británico ha querido liderar con su propio ejemplo la batalla contra la ablación y contra el matrimonio forzoso. En la cumbre celebrada en Londres sobre esos dos temas bajo los auspicios de Naciones Unidas, inaugurada por el primer ministro británico David Cameron, su ejecutivo ha presentado una serie de medidas para combatir esas dos prácticas.
Con esas nuevas leyes, en Inglaterra y Gales serán procesados los padres que no protejan a sus hijas de la ablación al tiempo que darán anonimato de por vida a las víctimas; además, tanto los profesores como los médicos estarán obligados a informar a las autoridades de cualquier caso que conozcan tanto de ablación como de matrimonios forzosos.
La ablación o mutilación genital de la mujer es un problema especialmente grave en África y en Oriente Próximo, donde se practica en 29 países. Aunque se estima que hoy en día las niñas tienen un 33% menos de posibilidades que hace 30 años de sufrir ablaciones por motivos no sanitarios, el número de niñas afectadas es mayor que entonces debido al incremento de la población. Y se estima también que unos 250 millones de mujeres en todo el mundo han sido forzadas a casarse antes de cumplir los 15 años.
Aunque en Europa el problema es mucho menor, eso no significa que no exista. Un estudio de City University London presentado coincidiendo con esta cumbre revela que unas 60.000 niñas que son ahora menores de 14 años han nacido en Inglaterra y Gales de madres que han sufrido la ablación y hay unas 103.000 mujeres entre 15 y 49 años y 24.000 mayores de 50 años emigradas a Inglaterra y Gales que padecen las consecuencias de haber sido mutiladas.
En un discurso que quiso tocar la fibra emocional de la audiencia, unos 500 delegados de 50 países, el primer ministro Cameron llamó al mundo a acabar con el problema de la ablación y de los matrimonios forzosos y recordó que su propia hija de 10 años ¨no es mucho más joven” que muchas de las niñas que son mutiladas en el mundo día tras día.
Los expertos subrayaron que la mayoría de los padres que someten a sus hijas a esas prácticas lo hacen pensando que es por su bien. Y la joven Malala Yousafzai, premio Nobel tras sobrevivir a un intento de ejecución islamista por ir a la escuela, destacó la necesidad de que las niñas tengan el mismo derecho a la educación y la libertad que los niños.
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