Igualdad Animal denuncia ilegalidades sanitarias y maltrato en granjas de conejos
La organización se ha inflitrado en más de 70 explotaciones para documentar estas prácticas
La organización Igualdad Animal, dedicada a la defensa de los animales, ha denunciado a 72 granjas y dos mataderos de conejos de toda España ante las autoridades competentes de 14 comunidades autónomas por incumplimiento de las normativas higiénicas y sanitarias que regulan las explotaciones de carne para consumo humano y por maltrato animal. Durante los dos últimos años, investigadores de la organización se han infiltrado en 74 granjas y cuatro mataderos y han documentado estas prácticas que denuncian con vídeos y fotografías tomadas a cámara descubierta, aunque sin revelar su verdadero objetivo. Además, dos de esas granjas, ubicadas en Tenerife, vendieron directamente conejos a particulares y bares o restaurantes sin pasar por matadero, una práctica ilegal que puede suponer un delito contra la salud pública.
“Operarios matando a conejos sin aturdimiento previo, granjeros rompiendo el cuello a gazapos (conejos recién nacidos) porque estaban enfermos o no eran rentables, escenas de canibalismo y agresiones entre los conejos dentro de las jaulas debido al estrés y el hacinamiento, animales tirados vivos a contenedores de cadáveres, suciedad en las explotaciones o trabajadores que no utilizan vestuario sanitario” son algunas de las irregularidades que recoge su informe.
Dos explotaciones vendieron animales a restaurantes sin pasar por matadero
La organización denuncia también la falta de controles en el sector. “Hemos documentado 19 granjas por las que no había pasado un inspector de la Administración en dos años. Esto demuestra una ausencia sistemática de vigilancia por parte de las autoridades”, denuncia Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal. Moreno lamenta que no exista una legislación específica para garantizar el bienestar de los conejos en las granjas (como sí la hay para los pollos, por ejemplo) y reclama que como mínimo se cumpla la que rige de manera general para el transporte y sacrificio de animales. “El hecho de que estas imágenes se hayan obtenido a cámara descubierta” induce a pensar que “el maltrato animal es algo generalizado en las granjas españolas”, opina Moreno. Y subraya: “La sociedad tiene derecho a saber lo que pasa en estos sitios”.
Tomás Rodríguez, director de Intercun, la principal organización de la industria cunícula, considera que la investigación no es representativa. “Al margen de que las imágenes se han obtenido con engaños, no es un estudio riguroso y no puede retratar a esta industria”, afirma. Según Rodríguez, el sector al que representa está preocupado por el bienestar animal hasta el punto de que está a punto de que está elaborando un código de buenas prácticas que van más allá de lo que obliga la legislación. “Estamos trabajando también para determinar parámetros que definan científicamente qué significa el concepto de bienestar animal en la producción de carne de conejo. El conejo no es un animal de compañía y su bienestar no depende de lo que a nosotros, sentimentalmente, nos parezca mejor para ellos, sino de lo que esos estudios científicos determinen", explica.
Sobre la falta de inspecciones periódicas, el director de Intercun explica que cada explotación está controlada por un veterinario acreditado por la Administración, a la que se envía un informe cada vez que un lote de animales es enviado al matadero. "Hay protocolos suficientes para garantizar la seguridad de estas explotaciones. Las Administraciones no pueden visitar de una en una cada granja de España, para eso existen esos protocolos, aunque periódicamente hacen campañas de inspección como refuerzo", apunta.
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