La UE dice ahora que las prótesis PIP no son dañinas
España y Francia sí aconsejan retirar los implantes mamarios fraudulentos de manera preventiva
El capítulo de las prótesis mamarias fraudulentas PIP, elaboradas con silicona industrial no homologada que se vendieron en medio mundo, no está aún cerrado. Ayer, más de tres años después de que se detectara el fraude por la rotura de decenas de ellas y se destapara un grave escándalo sanitario, un comité de expertos designado por la Comisión Europea concluyó que las PIP no suponen un riesgo para la salud, a pesar de que su riesgo de rotura es mayor que el de implantes de silicona homologada, y que no es necesaria su extracción preventiva.
Las recomendaciones de este grupo de especialistas, que ha estudiado publicaciones científicas sobre casos, datos facilitados por los países y registros de incidencias, no casa con las anteriores, hechas por las autoridades francesas (en diciembre de 2011), holandesas o españolas (en octubre de 2013) que aconsejaron a todas las mujeres que portasen los implantes de la marca Poly Implant Prothèse que se los extrajeran de manera preventiva, aunque no urgente. En España, según los datos del Ministerio de Sanidad, unas 18.000 mujeres llevaban las prótesis mamarias de la marca francesa. En Francia, el país donde comenzó el escándalo, las portaban unas 30.000. En ambos países, las autoridades financian la extracción en todos los casos, aunque solo cubren la reposición de aquellas mujeres que se operaron por enfermedad, no por estética.
El comité europeo SCENIHR, que se ha pronunciado tras una consulta pública lanzada entre octubre de 2013 y enero de 2014, afirma que estos implantes mamarios no se pueden asociar con una toxicidad “particular”. “Las protesis PIP tienen una tasa de rotura mucho más elevada que la de otros fabricantes, pero en este momento no se ha apreciado que haya riesgo asociado a la exposición al gel de silicona que saldría del implante, en comparación con los otros implantes”, dicen los expertos. El grupo de 14 especialistas tampoco ha encontrado relación entre las PIP y el cáncer de mama o los linfomas anaplásicos de células grandes.
Sanidad cubre la extracción en todos los casos, la reposición solo cuando se implantaron por enfermedad
A pesar de las conclusiones de este informe europeo, una portavoz del Ministerio de Sanidad aseguró ayer que España no variará su recomendación para que se retiren los implantes de manera paulatina. Explicó que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tomó esa decisión a raíz de los datos de un estudio epidemiológico realizado en todo el país, que demostraba que estos implantes se rompen tres veces más que uno de otra marca; y que es menos arriesgada e invasiva la extracción de un implante entero que si está roto. En noviembre, más de 3.000 mujeres españolas habían pasado ya por el quirófano para extraerse esas prótesis, con el estudio de estos implantes retirados, la AEMPS concluye que la mitad de las PIP se romperá al cumplir 10 años.
Estas prótesis están elaboradas con un gel industrial mucho más barato y de peor calidad que el de uso médico. Sin embargo, la empresa Poly Implant Prothèse consiguió sortear los controles sanitarios —que tampoco eran muy agudos— y comercializarlas no solo en toda Europa y con el sello de calidad comunitario, sino en medio mundo. El fundador de la empresa, el francés Jean Claude Mas, fue condenado en diciembre a cuatro años de cárcel por engaño agravado y estafa a más de 5.000 mujeres. También en España, hay un proceso judicial abierto de una de las asociaciones de afectadas contra todos los eslabones de la cadena que permitieron que los implantes fraudulentos llegaran a implantarse.
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