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Vertidos en el lago de Sanabria

Distintos informes constatan derrames de aguas fecales Los científicos discrepan sobre el grado de afectación del lago en este parque natural

Elena G. Sevillano
Un vertido fotografiado hace 10 días en el lago de Sanabria.
Un vertido fotografiado hace 10 días en el lago de Sanabria.EBI (EL PAÍS)

La existencia de vertidos de aguas fecales al lago de Sanabria, la mayor superficie de agua glacial de la península Ibérica, ubicado en un parque natural de la Red Natura 2000, es un hecho que prácticamente ya nadie niega. Tampoco las deficiencias de los sistemas de depuración que lo rodean. Varios informes, entre ellos uno del Seprona de noviembre pasado, han constatado defectos en la red de saneamiento. Sin embargo, la situación del lago sigue sin poner de acuerdo a los científicos. Mientras algunos afirman que su estado ecológico es “muy bueno”, otros señalan que el proceso de eutrofización (contaminación) es “evidente”, tal y como se evidenció este martes durante una jornada organizada por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

Al informe de la Guardia Civil, que entre otras cosas detectó estaciones de depuración con “acumulación de residuos sólidos”, en situación de “abandono aparente” y que parecían no haber sido puestas en servicio nunca, se suma el acta que este pasado fin de semana levantó una notaría a instancias de la Estación Biológica Internación (EBI), la empresa que gestiona un catamarán turístico y hace investigación científica en el lago. El acta recoge la existencia de vertidos a apenas cuatro metros del lago, procedentes de la arqueta de una alcantarilla situada en la playa de la Viquiella. “El olor en el lugar es desagradable (a putrefacción) y el agua que vierte la alcantarilla es irisada, aceitosa o grasienta”, recoge el acta consultada por EL PAÍS.

Unos metros más allá, la notario advierte otra alcantarilla a poco más de un metro del lago. “El agua tiene muy mal aspecto, también negruzco e insalubre, con el agravante de que dicha arqueta se encuentra por debajo del nivel freático ya que ese punto es zona inundable”, señala. El recorrido continúa y el acta recoge “el color amarillo-verdoso que presenta el agua del lago”; más adelante “se aprecia un nuevo vertido de agua también irisada y sucia que vierte directamente, atravesando la arena de la playa, hasta el lago”.

“Nunca hemos negado que pueda haber problemas de depuración”, señala una portavoz de la Junta de Castilla y León, que recuerda que se trata de una competencia municipal. Los responsables de la Junta mantienen que el lago de Sanabria “nunca ha estado contaminado”, en contra de lo que afirman los informes de la EBI. Unas contradicciones que este martes quedaron patentes durante la jornada, a la que el día anterior excusó su asistencia el aún ministro, Miguel Arias Cañete. Caridad de Hoyos, del Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, aseguró que la calidad del agua del lago apenas ha variado en los últimos 25 años. Ana Negro, bióloga de la Universidad de Salamanca, sí constató el problema que denuncia el EBI —presencia masiva de Tabellaria, un tipo de alga que pueden indicar que hay contaminación—, pero que dejó sin respuesta su propia pregunta: “¿Esta abundancia es síntoma de eutrofización? Es difícil decirlo”.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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