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Madrid-Barça contra el fútbol pirata

Una empresa lanzó un ataque para cerrar 1.000 páginas durante el clásico del fútbol español. El 9% de todo el tráfico en Internet se dirige a Rojadirecta

Luis Gómez
Neymar disputa un balón a Sergio Ramos en el último Real Madrid-Barcelona.
Neymar disputa un balón a Sergio Ramos en el último Real Madrid-Barcelona.

El clásico del fútbol español también se jugó en la Red. No duró 90 minutos. Duró semanas. Estaba en juego que cientos de miles de usuarios vieran el Madrid-Barcelona de la peor manera posible en su ordenador, sufrieran interrupciones y terminaran perdiendo la imagen. Fue un espectáculo silencioso, dirigido desde un despacho en Madrid en conexión con un par de Data Centers, uno de ellos fuera de España. Fue un ataque legal, que permitió localizar alrededor de mil páginas y señales de streaming con contenidos piratas para cerrarlas o colapsarlas. Así es ahora la pelea contra la piratería del fútbol, un fenómeno que se ofrece gratis a través de 7.000 ventanas principales y unas 30.000 secundarias, según un estudio de la Liga Profesional.

La presencia de la piratería en el fútbol televisado tiene resultados demoledores. Medido en índices de audiencia de Internet, resulta que el cuarto canal más visitado (por detrás de RTVE, Antena 3 y Telecinco) tiene un nombre: Rojadirecta. Es una página web cuya audiencia mensual se acerca a los dos millones y medio de usuarios únicos. En febrero, según datos de ComScore, el 9% de todo el tráfico por Internet en España se dirigía a Rojadirecta. ¿Qué ofrece esta página? Enlaces para ver partidos de fútbol gratis.

Rojadirecta tiene otra particularidad: no paga un euro por los derechos del fútbol, derechos que financian PRISA TV y Gol Televisión. Pero mientras en 2014 los usuarios de Rojadirecta han subido, los abonados de las operadoras que pagan han descendido. Las pérdidas se estiman en 142 millones de euros y cientos de puestos de trabajo, según la Liga Profesional. “La televisión de pago no crece en este país y eso que cada vez es más barata, pero se ha instalado la cultura del ‘no pago’, del ‘no hago nada malo si busco una página pirata”, afirma Ignacio Arrola, de Mediapro, propietaria de Gol TV.

Rojadirecta es creación de un joven gallego (Igor Seoane) que va camino de convertirse en leyenda urbana por el mero hecho de que no se conoce una foto suya ni su paradero. De lo que no hay duda es de que se ha forrado (y se sigue forrando) con una página que proporciona enlaces a otras páginas, que a su vez ofrecen contenidos embebidos, páginas que aparecen y desaparecen, que se replican cuando son cerradas, según un organigrama piramidal tan organizado que nadie parece ser el responsable de ofrecer fútbol gratis. El negocio acaba pervirtiéndose: los que pagan van camino de arruinarse y el que no paga se enriquece.

Se le atribuye a Seoane una frase: “Yo soy como Google”. Porque Rojadirecta no ofrece fútbol gratis. Ofrece una lista de páginas donde parece ser que se ofrece fútbol gratis. Parece un enlazador, pero no lo es: dirige y diseña las páginas enlazadas, incluso por escrito. Sus afiliados (que nadie conoce) le pagan (nadie sabe cómo) una parte de los ingresos que tienen por publicidad. Sí, por publicidad. Porque en Internet nadie es culpable y los argumentos se invierten: unos pocos se hacen ricos por estimular la gratuidad y cientos más van al paro porque los números no encajan. Pero Seoane no es Robin Hood: no hay noticias de que reparta su fortuna entre los pobres. Yo enlazo, tú enlazas, él enlaza, luego contratan publicidad o la pone Google, ése es el sistema. Y así llega a suceder que en un partido gratis pirateado aparezca la publicidad de la víctima (Canal + o Gol TV) …y pagando por esa publicidad. El colmo del sistema.

La impunidad de este fenómeno se explica por la lentitud de los jueces, el fracaso de algunas demandas judiciales (383 procedimientos por vía penal en cinco años con poco éxito, según Canal +) y el desconocimiento del legislador. Porque Rojadirecta no es ya la única página que ofrece enlaces y surgen otras alojadas en remotos servidores. “Las operadoras estaban a punto de arrojar la toalla”, dicen en Canal +.

Así que mientras las operadoras esperan mayor comprensión del Parlamento en el redactado de la nueva Ley de Propiedad Intelectual y que algunas sentencias en Europa allanen el camino, han decidido pasar a la ofensiva. La estrategia ha cambiado: PRISA y Mediapro, rivales encarnizados, juegan ahora en el mismo equipo junto a la Liga Profesional y combaten cada semana, partido a partido, contra los piratas. Utilizan empresas especializadas como IPRODED y un programa apellidado Hermes. Hermes es un híbrido entre abogado e informático: en realidad el operativo está formado por abogados, administrativos e informáticos. El objetivo es entorpecer la señal por medios legales, barriendo el espectro de la cadena de servidores de páginas, servidores de streaming, proxies, operadores, registradores de dominio, proveedores, blogs que intervienen, y mediante convenios ya firmados con estos actores o requerimientos, actúen automáticamente y bloqueen la página. Cada jornada, Hermes envía una media de 500 peticiones.

Con el clásico Madrid-Barcelona la batalla fue más dura. El operativo duró semanas y se ejecutaron unas 1.000 acciones de cierre o bloqueo. ¿Ganó Hermes? Ese fue el otro resultado del clásico del fútbol español.

Dos sentencias europeas contra enlaces

Dos sentencias en apenas mes y medio pueden cambiar el panorama de la lucha contra la piratería, máxime teniendo en cuenta que están dictadas por la sala cuarta del Tribunal de Justicia Europeo. Se trata de los llamados caso Svensson (13 de febrero) y caso Telekabel (27 de marzo). El primero pone en cuestión hasta dónde es legal enlazar una obra sin autorización de su autor. Y el segundo convierte a los operadores de Internet en intermediarios, de tal forma que deben cortar el acceso a una página con contenidos piratas si un juez se lo pide.

El caso Svensson nace de una demanda interpuesta por un grupo de periodistas suecos que trabajan en un periódico de Goteborg contra una página web que enlazaba a sus artículos. Los periodistas sostenían que esta página tenía que solicitar autorización a los autores. El tribunal sueco elevó una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia Europeo, que sentencia que todo acto de comunicación al público de una obra debe ser autorizado por su autor o titular del derecho si está disponible con restricciones u ofrecido sin autorización del titular. “Ya no sirve de nada la pobre excusa de ‘yo solo enlazo contenidos disponibles’, dado que el enlazador debe asegurarse de que quién ofrece esos contenidos a los que enlaza es el titular o tiene autorización”, dice el abogado Ricardo Cabaleiro, uno de los abogados demandantes.

El caso Telekabel nace en Austria. Dos productoras cinematográficas comprueban que hay una página que ofrece gratis descargas de sus películas y piden a un juzgado de Viena que ordene a la operadora Telekabel que bloquee el acceso a esa página. El caso llega al Supremo, que plantea una cuestión prejudicial al Tribunal Europeo.

La sentencia es tan reciente que todavía está siendo analizada por los expertos. Sostiene que el operador es un intermediario del que se vale el infractor para ofrecer contenidos ilegales y, por tanto, los jueces pueden obligarle a bloquear el acceso a dichos contenidos. “Si yo soy responsable de un servidor de Internet y estoy informado de que alguien cuyo contenido alojo está ofreciendo material ilegal, estoy obligado a interrumpir el servicio”, explica Cabaleiro.

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