Pistorius disparó al aire en un coche tras salir “irritado” de la comisaría
Una exnovia del atleta describe dos incidentes anteriores a la muerte de Steenkamp
Oscar Pistorius había protagonizado diversos altercados con armas de fuego, lo que pone supuestamente de relevancia que es un hombre obsesionado con la seguridad y dispuesto a desenfundar la pistola. Samantha Taylor, una exnovia del atleta paralímpico sudafricano, ha descrito este viernes dos incidentes anteriores a la muerte de Reeva Steenkamp, la madrugada del 14 de febrero de 2013.
Taylor, que rompió con el velocista tras verlo en una fiesta con Steenkamp, cuenta que en septiembre de 2012 unos policías pararon el coche descapotable en el que viajaba con Pistorius y unos amigos por excesiva velocidad y fueron trasladados a comisaría. Al salir de estas dependencias, el deportista y el conductor del coche “estaban irritados y enfadados” con los agentes y decidieron “disparar contra un semáforo”, aunque posteriormente cambiaron los planes y Pistorius cogió la pistola y efectuó un disparo al aire, a través de la ventana solar, que estaba abierta.
El fiscal ha añadido al cargo de asesinato el de uso temerario de armas de fuego en vía pública por este incidente en el vehículo y por el de disparar una pistola cargada en un restaurante de Johannesburgo, un mes antes de matar a Steenkamp. El atleta se ha declarado “no culpable” de todas las imputaciones.
El fiscal añade al cargo de asesinato el de uso temerario de armas de fuego en vía pública
Taylor fue presente de otro incidente cuando también a bordo del coche de su entonces compañero, Pistorius creyó que un vehículo les seguía. El paralímpico cogió su arma de la guantera, bajó del coche y apuntó su arma hacia el suelo, sin que se produjera ningún altercado con el otro conductor.
Durante los meses que Taylor estuvo con Pistorius acostumbraba a “dormir cuatro noches por semana” en la lujosa casa de Pretoria donde Steenkamp perdió la vida. A instancias del fiscal, la chica, que tenía 17 años cuando salió con Pistorius, ha recordado que en un par de ocasiones el atleta doblemente amputado le “despertó” alertando de que sospechaba que se había colado algún intruso y en una de las veces fue a coger el arma.
La joven también asegura que Pistorius guardaba su pistola “en la mesilla de noche o junto a las prótesis de sus piernas” y que “siempre” dormía junto a su teléfono móvil. “Si iba a la cocina, se llevaba su Iphone, si estaba en la cama, lo tenía”, ha declarado.
Taylor ha definido su relación con Pistorius como “turbulenta”, rompiendo en dos ocasiones. Taylor ha recordado que el atleta no tenía reparo alguno en chillarla a ella, así como a su hermana y su mejor amiga. “No grita como una mujer”, ha matizado ante preguntas del abogado del atleta, que defiende que su tono se asemeja a las féminas si está muy estresado, una situación, admitie la testigo, que nunca presenció.
“No podía hablar, solo lo sentía llorar”, explica el guardia de seguridad
La quinta jornada del juicio que se sigue en Pretoria también deja el testimonio de Pieter Baba, guarda de seguridad, que hacia las tres de la madrugada, tras ser alertado de que se habían escuchado tiros en el complejo y llamadas de otros residentes, se puso en contacto telefónico con Pistorius a las 3.21 horas. “Seguridad, todo está bien’, fue la respuesta que obtuvo del atleta, que tres minutos más tarde es él el que llama a Baba. “No podía hablar, solo lo sentía llorar”, ha explicado el testigo.
Con posterioridad, Baba se personó en el domicilio de Pistorius junto a Johan Stipps, un vecino médico que se ofreció a ayudar y que el jueves explicó ante el tribunal que Steenkamp estaba herida de muerte y Pistorius la intentaba reanimar. Allí ya estaba el jefe de seguridad y superior de Baba, quien abrió la puerta. “Por su cara vi que algo grave había pasado”, explicó el guarda, que vio a “a Pistorius bajando las escaleras llevando a Reeva en brazos”. La imagen le dejó “conmocionado” hasta el punto de que durante “unos segundos” fue “incapaz de pensar”.
El juicio se reanudará el próximo lunes con la segunda parte del interrogatorio a Baba. Aunque el fiscal ha elaborado una lista de 107 testigos, se da por hecho que solo declarará una treintena. Pistorius está acusado de matar intencionadamente a su novia Reeva tras una violenta discusión en su casa de Pretoria. El velocista siempre ha admitido que apretó el gatillo pero asegura que se trató de un “trágico accidente” al confundir a la chica con un ladrón.
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