Redes Cristianas espera cambios del “momento especial” que supone Francisco
Los cristianos de base creen que la sociedad y la Iglesia están reaccionando. “Hay que desautorizar el discurso oficial del ‘no hay nada que hacer”, dicen.
El momento especial que vive el catolicismo romano de la mano del papa Francisco ilumina el manifiesto con que Redes Cristianas ha cerrado su cuarta asamblea general, reunida este fin de semana en Santiago de Compostela. Habitualmente muy critica con la jerarquía y poco optimista sobre el futuro, esta vez la organización que agrupa a más de dos centenares de grupos, entre ellos incontables sacerdotes y teólogos, se expresa con esperanza. “Vivimos un momento muy especial que puede hacer posible un cambio de orientación hacia la solidaridad y la esperanza. Y día a día vamos constatando que, con la crisis, crece el número y el compromiso de la gente que se mueve con nuestros mismos anhelos. Precisamente por ello, y por el momento que vivimos, en esta ocasión nos hemos encontrado al final de este famoso Camino de Santiago bajo el lema Cambiado realidades, provocando rebeldías con Jesús de Nazaret".
Lamenta Redes Cristianas que, cuando se habla de crisis, normalmente se hace con cifras o porcentajes. “Detrás de esas cifras hay personas con esperanzas frustradas. Se trata de un dolor profundo que afecta a todos los sectores de la población; en primer lugar a quienes ya antes estaban en riesgo de exclusión pero, también, a los que han llegado a las nuevas formas de pobreza que hieren de manera indiscriminada a jóvenes, ancianos, mujeres, adultos sin trabajo, todos los cuales, día a día, ven como van perdiendo posibilidades de mantener su dignidad. Hay que desautorizar el discurso oficial del 'no hay nada que hacer'. Sabemos que la dignidad colectiva de una sociedad no se mide por las posibilidades que tienen los sectores económicamente acomodados sino por el respeto y la estima con que son tratados los sectores más castigados”, sentencia.
Redes cree que estamos en un “momento clave para ofrecer esperanza”. “Crece la solidaridad ciudadana en la atención directa a las personas, de individuo a individuo, a menudo de manera invisible, desde las formas más espontáneas o desde las redes sociales. En tiempos de bonanza parecía que estos valores se habían diluido pero, después de cinco años de recortes y de destrucción de puestos de trabajo, parece que renace”.
Pero no basta con “remedios paliativos”. Hay que cambiar el sistema hacia un nuevo modelo que preserve la igualdad, los derechos de todos, la transparencia, el respeto a la naturaleza. Sostiene Redes Cristianas que “la crisis ha desencadenado múltiples protestas, resistencias y la proliferación de experiencias”. “Nuestra sociedad hierve de protestas masivas contra los recortes en los servicios básicos, contra los desahucios, contra una reforma laboral que deja sin protección al trabajador, contra el racismo y la criminalización del inmigrado, contra las acciones usureras de la banca, contra el deterioro de la naturaleza y contra el modelo de la Europa neoliberal”.
Según la organización que agrupa a Somos Iglesia, a varios foros de Cura, a la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y a cientos de asociaciones muy activas en el catolicismo popular español, la sociedad está reaccionado, pero también la Iglesia en su más alta representación jerárquica. “Vivimos un momento especialmente oportuno en la iglesia. Queremos que el cambio se consolide, apostamos por una iglesia pobre, horizontal, en diálogo con el mundo, que acompañe, señal de misericordia ante este mundo roto, y unas comunidades que ayuden en el campo de la fe, de la espiritualidad, del diálogo interreligioso, en una nueva manera de entender a Dios. Desde el marco de esta IV Asamblea, Redes Cristianas acoge con alegría la Exhortación Apostólica del papa Francisco y se une al esfuerzo por una iglesia más democrática y más evangélica en el mundo de hoy”.
El manifiesto concluye apostando por la confluencia de todas estas luchas y esperanzas. “Debemos trabajar desde todos los ámbitos y desde la pluralidad de pensamiento e ideologías y establecer una relación porosa en este hermoso hervidero de iniciativas, movimientos y protestas, ahora en plena gestación. Esta IV Asamblea de Redes quiere ser un intento más en la construcción de esta gran Red. Allá en el fondo, escondida y humilde, vive y encontraremos la esperanza”.
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