Un agresor reincidente mata en Málaga a una mujer que ya había sido maltratada
La víctima, española de 36 años, retiró una denuncia contra el asesino
A. C. G., de 51 años y nacionalidad española, se presentó en la madrugada del martes en la comisaría de Torremolinos (Málaga) para confesar que acababa de matar a su pareja. Le dio a la policía las llaves de la vivienda donde se encontraba la víctima, ubicada en la avenida Brasil, a apenas unos metros de la sede policial, y cuando los agentes llegaron encontraron el cuerpo sin vida de Eva, de 36 años, con heridas de arma blanca. La víctima había sufrido violencia machista en dos relaciones anteriores, de las que obtuvo órdenes de protección. El Ministerio de Sanidad confirmó que también había denunciado a su supuesto asesino, aunque fuentes del caso explicaron que al final retiró la denuncia. El autor confeso del crimen tiene otras tres denuncias previas por violencia de género, de al menos dos mujeres distintas.
Hasta la casa señalada por el homicida se desplazaron varias dotaciones policiales y de los servicios de emergencias, que certificaron la muerte de la mujer, también española. Según la autopsia, falleció por heridas de arma blanca. Las fuentes consultadas no precisaron la fecha en la que la víctima había denunciado a su agresor, pero fue a lo largo de 2013. Según estas fuentes, Eva acudió a un centro de salud de Torremolinos con “signos evidentes” de maltrato y, aunque la mujer no quiso contar nada a los profesionales sanitarios, el ambulatorio activó el protocolo de actuación previsto para estos casos. Puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía, que pidió una investigación, y la policía convenció a la mujer de que denunciara a su agresor. Sin embargo, al final optó por retirar la denuncia.
Algunas fuentes consultadas explicaron que la familia de la víctima, que deja una hija de 13 años con la que no convivía, no sabían que mantenía una relación sentimental. Tampoco tenía constancia de ello el agente de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP) que controlaba a Eva después de una denuncia por malos tratos que presentó en 2011 contra una pareja anterior, un caso que estaba pendiente de juicio.
Tras aquella orden de alejamiento, la víctima se encontraba en el programa de seguimiento policial. No había ni visitas ni amenazas del agresor y el caso estaba catalogado con nivel de riesgo bajo. El control policial sobre la víctima era telefónico y en la última valoración no se detectó peligro. La policía rehusó hacer declaraciones oficiales ayer sobre estas medidas de control.
Las fuentes insistieron en que la evaluación de la mujer se ha estado realizando por la denuncia presentada en 2011, no por el riesgo que podía existir con su actual pareja. La víctima, además, había denunciado, en 2004, a otro hombre también por malos tratos y un juez decretó una orden de protección que ya está caducada.
El presunto homicida es un agresor reincidente. El hombre tiene, al menos, una orden de alejamiento que expiró y el 3 de junio pasado fue denunciado por otra mujer por malos tratos. A falta de la información que aporten las familias de la víctima y el agresor, los investigadores creen que la relación que mantenía la pareja era muy reciente. No hay indicios de que convivieran en el escenario del crimen, que es la residencia de él. Algunos vecinos apuntaron que el hombre se había mudado allí hace poco tiempo, al final del verano. El supuesto asesino confesó el crimen ante los agentes, pero evitó responder a las preguntas de la policía. Según fuentes del caso, solo dijo que la noche anterior había “bebido mucho”.
Las reacciones de repulsa contra el crimen se sucedieron a lo largo del día. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, mostró su “más enérgica condena” por el crimen y tachó estos casos de “inaceptables”.
En 2013, 44 mujeres han muerto en España a manos de sus parejas o exparejas. Además, otros cuatro casos están en investigación para determinar si se trata o no de violencia de género. Solo en la provincia de Málaga, la de este martes es la quinta víctima mortal de violencia de género en 2013. El último crimen ocurrió hace una semana, cuando un hombre asesinó a su mujer, de la que estaba separado desde hacía unos meses, en el barrio de Ciudad Jardín de la capital. El autor del crimen se suicidó después.
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