El descenso en el gasto público en medicamentos fue en agosto del 0,04%

El gasto público en medicamentos sigue dando buenas noticias a las Administraciones. Pero menos. La media del descenso en los últimos 12 meses es del 13,6%, con oscilaciones que van desde el 10,07% en septiembre de 2012 al 18,17 en junio de este año, siempre tomando el dato interanual (la suma de los 12 últimos meses). Si se compara agosto de 2013 con agosto de 2012 las variaciones son un descenso de solo el 0,04 en el gasto y uno del 5,12% en el número de recetas. Como se ve, son cifras muy superiores a las acumuladas, lo que puede ser señal de un cierto agotamiento del sistema. En julio, de hecho, hubo un aumento del gasto del 13,68%, pero se podía deber a la acumulación que hubo un año antes ante la entrada en vigor de las medidas como la exclusión sanitaria y el medicamentazo.

Este descenso (por lo menos cuando se toma el acumulado) tiene dos factores: la bajada de los precios de los fármacos, obligada por una aceleración en la entrada en vigor de los precios de referencia, y que se dispensan menos recetas (un 12,8% en agosto). El Ministerio de Sanidad valora en una nota estos datos como muy positivos. “Se cumple así uno de los objetivos de la reforma, reducir el volumen de medicamentos que se dispensan y no se utilizan”.

Pero no hay datos de que esto sea así, porque lo que indican estos datos es el número de recetas que llegan a las farmacias, que se supone que son expedidas por el médico cuando el paciente necesita el fármaco correspondiente. Por eso otra explicación, como apuntaron los portavoces del PSOE, José Martínez Olmos, e IU, Gaspar Llamazares, en la última comparecencia de la ministra de Sanidad en la Comisión correspondiente del Congreso es que se deba al impacto de los medicamentos que han salido de la financiación.

Ya Mato presumió de estos datos en su presentación la semana pasada en el Congreso, y a respuesta de la oposición fue que también había alrededor de un 15% de recetas que los pensionistas no retiraban porque ahora tienen que pagar por productos que antes conseguían gratis. También que parte de este ahorro de las comunidades era a costa de que los usuarios pagaran más, como se vio reflejado en el impacto que la medida tuvo en el IPC al implantarse. Con ello, de alguna manera, se ayuda a las cuentas de los gobiernos a costa de las de los enfermos.

Sanidad mantiene la política de referir el ahorro desde que se cambió (endureciéndolo) el copago y se sacó del sistema a los inmigrantes en situación irregular. De hecho, desde hace dos meses en su web incluso da un resumen de los datos comparado lo que sucedía hace dos años, antes de que esas medidas entraran en vigor. Con ello obvia que el gasto farmacéutico ya estaba bajando, aunque menos, antes de estas medidas.

Otros datos que Sanidad destaca son que “en agosto de 2013, el número de recetas ha ascendido a 66.265.771, lo que supone un -5,12% menos que el mismo mes del año pasado. Si se compara con el mismo mes de 2011, el descenso es del -14,01%”.

También que “durante todo este tiempo, también se ha reducido el gasto medio por receta, que se sitúa en 10,77 euros, frente a los 11,61 euros de agosto de 2011”.

En contra de lo que preconiza en su propia web, que dice que “los datos aportados no deben usarse en términos comparativos entre comunidades autónomas dado que, entre otras razones, no consideran variaciones poblacionales acaecidas en las respectivas comunidades”, el ministerio sí da la lista de los más ahorradores y los menos. “Las que más han ahorrado en comparación con 2011 han sido Melilla (-25,61%), Navarra (-25,06%), Castilla y León y Asturias (ambas -23,82%). Las que han registrado ahorros menores han sido Andalucía (-15,47%), Ceuta (-16,30%) y País Vasco (-16,36%)”.