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REINO UNIDO

Blanco del UKIP

La inmigración es uno de los temas más calientes en Reino Unido, hasta el punto de que una formación populista y antieuropea, el Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), la ha tomado como bandera electoral y ha conseguido así el 25% de los votos en las recientes elecciones municipales. Los votantes de esta formación se quejan de que los inmigrantes quitan el trabajo a los británicos, se aprovechan del Estado de bienestar y no se molestan en integrarse en la sociedad británica.

Sin embargo, un estudio publicado en 2010 por Alan Manning y Sanchari Roy, titulado ¿Choque de culturas o club de Culturas? Identidad nacional en Gran Bretaña, señala que el 43% de los inmigrantes de primera generación residentes en Reino Unido se sienten británicos y ese dato supera el 98% entre los de segunda generación. El porcentaje es muy elevado también en las comunidades más acusadas de no integrarse en la sociedad, como la paquistaní (el 88% de los nacidos ya en Gran Bretaña se identifican como británicos) o los originarios de Bangladesh (casi el 90%).

Otro trabajo, publicado también en 2010 por Christian Dustmann, Tommaso Frattini y Nikolaos Thedoropoulos, Etnicidad y segunda generación de inmigrantes en Gran Bretaña, concluye que “la segunda generación de inmigrantes tiende a estar mejor educada que la generación de sus padres y mejor educado que sus iguales nativos blancos”.

Sin embargo, según reflejan esos especialistas en su trabajo académico, “estos británicos nacidos de minorías étnicas tienen menos posibilidades de encontrar trabajo y reciben salarios más bajos a igual características que sus pares blancos nacidos británicos”.

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