El fiscal confirma que el secuestrador es el padre de la niña de Berry
La acusación sopesa imputarlo por homicidio por los abortos que provocó a una rehén Michelle Knight ha abandonado el hospital
Ariel Castro, el monstruo de Cleveland, es el padre de la niña que tuvo en cautividad Amanda Berry, una de las tres muchachas secuestradas, cuyos casos han conmocionado a medio mundo. Lo confirmó este jueves el fiscal general del Estado de Ohio, Mike DeWine, tras conocerse el resultado de las pruebas de ADN efectuadas al detenido.
La fiscalía del condado de Cuyahoga (Cleveland, Ohio), en cuyos calabozos se encuentra aislado Castro, está estudiando la presentación de nuevos cargos contra él. El descubrimiento de nuevos detalles del cautiverio al que tuvo sometidas durante 10 años a Michelle Knight (que ha abandonado el hospital, sin que el centro sanitario revele su destino a partir de ahora) Amanda Berry y Gina DeJesus, podría llevar al fiscal, Timothy McGinty, a pedir la pena de muerte, si puede probar que él provocó los cinco abortos de los que Knight le acusa. En Ohio la pena capital se contempla para aquellos casos de homicidio con agravante.
El fiscal sopesa pedir la pena de muerte para Castro si puede probar que él provocó los cinco abortos de los que Knight le acusa
Precisamente, la pequeña de seis años nacida dentro de aquella casa, es la que gozó de mayor libertad. Castro la sacaba de casa en ocasiones, para ir a misa, o al parque, pero la niña desconocía el nombre de las secuestradas para que no pudiera revelarlo en la calle. Así lo contó ayer la madre de DeJesus, quien también aseguró que Castro participó hipócritamente en la búsqueda de Gina e incluso se interesó por cómo vivía la familia la desaparición de la joven.
La señora Ruiz, madre de DeJesus, también ha explicado que Castro solía comprarle a las jóvenes hamburguesas del McDonald’s en el que fue detenido el lunes. En el establecimiento algunos clientes recuerdan ahora con estupor ver a Castro jugando con la niña en la zona infantil del local. “¿Cómo íbamos a imaginar que esa niña era la hija que había tenido con una chica secuestrada?”, se lamenta Mariela Gómez, mientras picotea unas patatas fritas.
Por otro lado, la policía asegura que Castro ha reconocido que es un adicto al sexo. En una nota encontrada en su casa, y que se cree fechada en 2004 y 2005, Castro confesaba sus remordimientos. “Necesito ayuda”, se lee en la carta, de acuerdo con varios medios de comunicación que citan fuentes de la investigación.
La madre de DeJesus asegura que Castro nunca permitió que la pequeña supiera el nombre real de las tres jóvenes para que no pudiera revelárlos a otras personas y ponerle en problemas
“Mi hijo es un enfermo”, aseguró desde el interior de su casa y en español la madre de Castro, Liliana Rodríguez. Entre lágrimas y muy abatida, la mujer dijo estar horrorizada por lo que había hecho Ariel y pidió perdón a sus tres víctimas.
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