El pequeño cohete europeo Vega, listo para salir
Pondrá en órbita el satélite ‘Proba V’ de observación de la vegetación terrestre
Más de un año después del primer vuelo, el inaugural, el pequeño cohete europeo Vega está listo para el segundo lanzamiento, previsto para el próximo sábado, desde la base espacial de Kourou (Guyana francesa). Pondrá en órbita el satélite compacto Proba V con un instrumento heredado de los equipos de observación de la vegetación terrestre de los satélites franceses Spot-4 y Spot-5, lanzados en 1998 y 2002, respectivamente. Así, el Proba V, en órbita a 820 kilómetros de altura, monitorizará la agricultura y las alteraciones medioambientales a escala global, por ejemplo los cambios de vegetación en el planeta. El Vega puede lanzar cargas de hasta 1.500 kilos.
El lanzamiento del Vega, previsto para la madrugada del sábado (a las 04:06 hora peninsular española), completa su cualificación como lanzador al tiempo que supone la transición hacia la plena comercialización de este cohete considerado de bajo de coste, que opera la empresa europea de lanzamientos espaciales Arianespace. La Agencia Europea del Espacio (ESA) comenzó a desarrollar el Vega (de 30 metros de altura y tres de diámetro), hace 15 años, con el objetivo de llenar el hueco de mercado de los lanzamientos de pequeñas cargas, por ejemplo para satélites compactos científicos y de observación de la Tierra, que se siguen utilizando pese a la tendencia hacia los equipos en órbita cada vez más grandes y de mayor masa.
La complementariedad de tecnologías y de procesos de producción del Vega con el cohete Ariane debe garantizar su precio ajustado para los clientes y su rentabilidad. Para los lanzamientos se ha adaptado la plataforma que se construyó en Kourou para los Ariane 1. El Vega es un cohete de tres etapas capaz de lanzar varias cargas a la vez y que, al final de la puesta en órbita, garantiza su autodestrucción en las capas altas de la atmósfera para no generar basura espacial.
En este segundo vuelo, el Vega lleva un Proba, una familia de pequeños satélites (de volumen inferior a un metro cúbico) financiados a través del programa General de Apoyo a la Tecnología de la ESA. Su masa es de 140 kilos. La misión del Proba V se ha desarrollado en Bélgica. Su instrumento principal es heredero –ligero, compacto y de mayor resolución- del Vegetation, de los Spot-4 y Spot-5, pero que ya no se instalan en los nuevos satélites de esa serie, por lo que la ESA y la Oficina Federal Belga de Política Científica han decidido dar continuidad al servicio.
A 820 kilómetros de altura, casi sobrevolando los polos, el Proba V fotografiará la mayor parte de las masas de tierra del planeta cada día en las bandas azul y roja del espectro visible y en infrarrojo cercano. “Estas cuatro bandas espectrales permiten estudiar la cubierta del terreno y distinguir el tipo de plantas o cosechas”, explica la ESA. El Vegetation del Proba V ofrece una resolución de 350 metros en todo su campo de visión y de 100 metros en el nadir. Tras eliminar las nubes de las imágenes, el Proba-V ofrecerá un mosaico completo de la cubierta del terreno cada diez días y los usuarios tendrán la información que obtenían con los satélites franceses.
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