El Observatorio del Tabaco calcula un millón de fumadores menos desde 2011

Hasta un millón de personas podría haber dejado de fumar tras la aprobación de la actual ley antitabaco, que entró en vigor justo hace dos años, según una estimación realizada por sociedades médicas y científicas y dada a conocer por el Observatorio para la Prevención del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Francisco Rodríguez Lozano, ha celebrado hoy este balance como un éxito añadido, pues este no era el objetivo principal de la norma, que por primera vez en España prohibía fumar en bares, locales de ocio y restaurantes. "Se hizo fundamentalmente para corregir la injusticia que sufrían los trabajadores del sector de la hostelería, ya que era el único en el que se trabaja con un ambiente contaminado por el humo", ha recordado, antes de destacar que se ha conseguido un cumplimiento "muy alto" de la ley, entre un 95 y un 99%.

Además, según Rodríguez Lozano, de manera "colateral" se han conseguido otros beneficios, entre ellos un "avance en la desnormalización" de la conducta de fumar entre la población y una disminución de las ventas de cigarrillos. En cuanto a sus consecuencias sobre la salud de los españoles, el presidente del CNPT asegura que aún hay que esperar un tiempo para publicar estudios concluyentes, aunque los primeros datos apuntan a una disminución de ingresos hospitalarios por asma infantil y por infarto de miocardio.

Por otra parte, Rodríguez Lozano advierte de que la claridad de la norma no permite ambigüedades en su interpretación, como ocurrió con la anterior ley de 2005, por lo que opina que no hay opciones a que se pueda permitir fumar en proyectos empresariales como Eurovegas en Madrid, pese al debate abierto por el Gobierno regional. Además, entiende que "la ciudadanía de Madrid no permitirá ese cambio".

Por último, tacha de "decepcionantes" las principales novedades incluidas en el borrador para reformar la directiva europea sobre productos del tabaco, cuya revisión dura ya años. "Esperábamos más rigidez en el tema de los aditivos y la prohibición en la venta, es un borrador descafeinado", afirma.