La iglesia y su familia se distancian de Savile tras el escándalo de los abusos
"Ofrecemos nuestro más profunda pésame" a las víctimas, dice su sobrino
La familia de Jimmy Savile, el mítico presentador de la BBC, ha dejado su tumba desnuda y ha destruido la lápida de mármol que había instalado apenas unas semanas antes: quizá porque el epitafio que coronaba la tumba -“Fue bueno mientras duró”- sonaba especialmente equívoco y tenebroso en estos momentos. Unos momentos en los que conmocionan Reino Unido las noticias que hablan de cientos de presuntos casos de abusos sexuales a menores de edad protagonizados por Savile. Unos casos, además, que han salpicado a la BBC, una de las cadenas de radio y televisión más prestigiosas del mundo, ya que se investigan posibles encubrimientos.
Ahora, los encargados de gestionar el legado de Savile han decidido que su memoria ha quedado tan manchada que no basta con cambiar el nombre de sus organizaciones benéficas: hay que cerrarlas. Su sobrino, Roger Foster, que se indignó al principio por las acusaciones contra su tío, se pregunta ahora cómo puede alguien ser capaz de hacer “tanto bien y tanto daño al mismo tiempo”.
En un comunicado, Foster, que ayudó a organizar el multitudinario funeral de su tío, explica que su familia siempre ha estado "orgullosa de sus logros" por su trabajo benéfico, pero que las revelaciones les han "desbordado". "Nuestros pensamientos y oraciones están con aquellos que han sufrido cualquier tipo de abuso durante tantos años, y ofrecemos nuestro más profunda pésame a todos aquellos que han tenido que pasar por unos momentos horribles".
Todos ahora abandonan a sir Jimmy Savile. También la Iglesia católica inglesa, que ha preguntado al Vaticano si se le puede retirar a título póstumo el título de caballero papal que le concedió Juan Pablo II en 1990 por sus obras benéficas.
Jimmy Savile, uno de los rostros más populares de la televisión británica desde los años sesenta a los noventa, y que falleció a los 84 años en octubre de 2011, supuestamente cometió abusos sexuales durante cuatro décadas contra 300 mujeres y menores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.