India desmantela al petrolero 'Exxon Valdez'
El barco causó uno de los mayores desastres ecológicos en Alaska en 1989 Su desguace, a mano, durará unos cuatro meses
Ha realizado su último viaje para ser desmantelado en las playas de India. Ese será el final del barco petrolero Exxon Valdez, que en 1989 derramó cerca de 37.000 toneladas de crudo en las costas de Alaska (Estados Unidos), uno de los mayores desastres ecológicos de la historia.
Tras saber que el barco, que ha cambiado siete veces de nombre y ahora se llama Oriental Nicety, se dirigía a costas indias, el activista Gopal Krishna pidió en mayo pasado al Tribunal Supremo indio que lo detuviera. Según Krishna y otros activistas, no se cumplían las condiciones de la Convención de Basilea por la que los países ricos no deben exportar desechos tóxicos a países en desarrollo. El barco contiene sustancias peligrosas, entre ellas mercurio, arsénico y asbestos, aseguran.
Desde principios de agosto, el coloso de acero yace en la playa donde se irá reduciendo poco a poco
El Exxon Valdez permaneció fuera de la costa India esperando la decisión del Tribunal durante más de tres meses con su tripulación de 15 personas a bordo. A finales de junio pasado las autoridades marítimas estatales subieron el barco para inspeccionarlo. Y a finales de julio el Tribunal Supremo decidió aceptar que el coloso fuera desguazado por manos de trabajadores en las costas Alang, en Gujarat, al Oeste de India. Desde principios de mes el coloso de acero yace en la playa donde se irá reduciendo poco a poco, llevará unos cuatro meses de trabajo de unas 500 personas. Aún entre otros barcos gigantes, el Exxon Valdez luce imponente con sus 228 metros de eslora y más de 34.000 toneladas de peso.
Aunque ya esté fuera de circulación, el barco no deja de ser potencialmente un peligro para el medio ambiente y las personas que lo desguazarán, según los activistas. Krishna, que comenzó la batalla legal contra su desmantelamiento en India y representante de la Alianza de Toxics Watch, asegura que el petrolero tiene aún muchos tóxicos, pero que su entrada fue permitida por corrupción.
Será cortado trozo por trozo en la playa misma, por el método conocido como beaching, que según los expertos es el más barato económicamente, pero a la vez, el más costoso para el medio ambiente y el que pone en mayor riesgo a los trabajadores. Las condiciones laborales en estos cementerios son terribles, ya que se trabaja sin ni siquiera guantes, cascos o zapatos y la mayoría de trabajadores son inmigrantes que viven en situación paupérrima.
Los ecologistas aseguran que el petrolero tiene aún muchas sustancias tóxicas en su interior
A pesar de estar molesto con la decisión del Tribunal Supremo, el activista Krishna, se muestra optimista: "Esta es una batalla perdida, pero tal vez ganaremos la guerra”, sentencia. En la orden judicial se especifica que en el futuro, los dueños de los barcos que lleguen a morir a India, tendrán que demostrar que fueron limpiados de materiales tóxicos.
Pero por ahora el Exxon Valdez, que ha ondeado banderas de Estados Unidos, las islas Marshall, Panamá y Sierra Leona, está ya en las costas indias. Así acaba la vida del barco que 23 años atrás, encalló en el arrecife de Bligh, en la bahía Prince William y derramó más de 41 millones de litros de petróleo, contaminando unos 3.000 kilómetros de costas y matando a miles de animales, entre ellos focas, horcas y diferentes tipos de aves. El derrame también afectó a los pescadores y, por tanto, a la economía de la región.
Vendido varias veces, en 2008 el Exxon Valdez fue transformado en barco de carga y en 2010 sufrió otro accidente grave al chocar con otro carguero chino.
El cementerio de barcos donde se encuentra ahora es el que más buques desguaza en el mundo. Desde que abrió en 1983 han pasado por ahí unos 6.000 buques. Los colosos de acero son desmantelados por las manos desnudas de miles de hombres, que trabajan en condiciones infrahumanas. Muchos mueren debido a sustancias tóxicas y a accidentes. La mayoría de los desechos de estos barcos –entre ellos, amianto, metales pesados y pinturas- termina en las costas.
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