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‘Curiosity’ renueva el sueño de Marte

La NASA descuelga su robot en la operación más compleja realizada en el planeta rojo Los científicos saludan eufóricos el inicio de la misión en busca de indicios de vida

Los controladores de la misión robótica a Marte celebran en Pasadena (California) la llegada del 'Curiosity' a la superficie del planeta.
Los controladores de la misión robótica a Marte celebran en Pasadena (California) la llegada del 'Curiosity' a la superficie del planeta.BILL INGALLS (EFE)

El Curiosity ha marcado un triunfo histórico en Marte. El vehículo todoterreno de la NASA sobrevivió ayer al más arriesgado y difícil descenso al suelo del planeta vecino que jamás se ha realizado. A las 7.32, hora peninsular, llegó a la Tierra la primera señal del robot indicando que estaba en el suelo del cráter Gale, su destino prefijado. Inmediatamente después llegaron sus primeras fotografías, en blanco y negro y con baja resolución, pero suficientes para provocar un estallido de alegría entre las decenas de expertos en la sala de control de la misión, en el Jet Propulsión Laboratory (JPL, en California), donde el director, Charles Elachi, anunció un entusiasta: “Bienvenidos a Marte”.

La misión científica del Curiosity, que comenzará dentro de unas semanas, cuando se hayan revisado y puesto a punto todos los equipos de a bordo, pretende ayudar a determinar si Marte pudo tener en algún momento condiciones aptas para la vida. “Hoy, las ruedas del Curiosity han empezado a despejar el camino para las huellas humanas en Marte”, declaró poco después de la llegada al planeta rojo del robot el director de la NASA, Charles Bolden, presente en el JPL, quien subrayó la importancia de la tecnología en esta misión y recalcó el triunfo estadounidense, con un marcado significado político. “Es una hazaña extraordinaria, que han hecho posible un equipo de científicos e ingenieros de todo el mundo dirigidos por los extraordinarios hombres y mujeres de la NASA y nuestro JPL”, dijo.

El Curiosity pretende ayudar a determinar

Suavemente y con los sistemas vitales funcionando, llegó ayer a Marte el robot todoterreno Curiosity tras 36 semanas de viaje desde la Tierra. Eso es lo que indican todos los datos recogidos durante el complejo descenso del vehículo, suspendido de una plataforma, sobre una zona acotada previamente en el cráter Gale, al lado de una montaña. Una maniobra de descenso tan difícil que había sido bautizada como los siete minutos de terror. “Mi sensación ha sido que estaba viendo una película de aventuras. Me he tenido que convencer a mí mismo de que era real”, resumió Elachi.

Aunque todavía no se conoce la situación exacta del Curiosity, el éxito del aterrizaje bastó para que los ingenieros y científicos en el JPL explotaran en gritos de júbilo y lágrimas de emoción, una alegría incontenible que se prolongó durante un buen rato. Una marea de camisas polo con el emblema del Curiosity bordado, que vistieron todos los ingenieros y científicos, incluido Elachi y exaltada por el triunfo tras los tensos minutos de silencio esperando las primeras señales del Curiosity, se pudo seguir en directo ayer en todo el mundo por Internet.

Poco después de la celebración, los miembros de la misión se reunieron en la primera sesión de trabajo tras el aterrizaje de su todoterreno para analizar los datos recibidos y hacer el plan de tareas para hoy. Las primeras fotos fueron tomadas por el Curiosity con una cámara de las que utilizará para orientarse en sus desplazamientos. Para las imágenes en color y alta calidad habrá que esperar a que se despliegue el mástil del vehículo dentro de unos días, explicaron ayer sus responsables.

El vehículo, que pesa casi una tonelada y dispone de 10 avanzados instrumentos de exploración, entre ellos una estación meteorológica construida en España, es el más grande, complejo y avanzado que llega a la superficie de Marte. Por delante tiene una misión de dos años de duración (un año marciano), que dedicará a estudiar el entorno para establecer con mayor seguridad las posibilidades de que haya habido vida en algún momento de su historia en el planeta rojo.

Los siete minutos de terror se han convertido en los siete minutos de triunfo

John Grunsfeld

“Los siete minutos de terror se han convertido en los siete minutos de triunfo”, señaló el director científico de la NASA, John Grunsfeld. “Curiosity nos habla desde la superficie de Marte", comentó el director del proyecto, Peter Theisinger en Pasadena.

Los instrumentos científicos del Curiosity tienen una masa total 15 veces mayor que sus predecesores en el suelo del planeta rojo, los rovers Spirit y Opportunity, que han estado varios años recorriendo la superficie marciana, a los que dobla en longitud y quintuplica en masa. Algunas de las herramientas que lleva nunca se han utilizado en Marte, como un instrumento láser que estudia la composición de las rocas a distancia. También dispone de un taladro para extraer muestras de rocas que recogerá con un brazo robótico para analizarlas en su laboratorio interno.

El lugar de aterrizaje permitirá también al vehículo acercarse a los estratos inferiores del monte Sharp existente en el cráter Gale, en los que las observaciones orbitales han identificado minerales arcillosos indicativos de la presencia de agua en la antigüedad.

Ayer el Curiosity se comunicó con la tierra, a 248 millones de kilómetros, a través de los satélites en órbita de Marte, que actuaron como repetidores de las señales. A la escucha estaba la denominada red de espacio profundo de la NASA, con sus tres estaciones de seguimiento, incluida la de Madrid, en Robledo de Chavela. Cuando el Curiosity tocó suelo marciano, la Tierra se había puesto tras el horizonte en la zona, y el robot no estaba en visibilidad directa con su planeta de origen. Durante la operación del vehículo, los expertos de la NASA podrán utilizar de nuevo los mismos satélites o comunicarse directamente, pero para ello el Curiosity tiene que desplegar, en los próximos días, su antena principal (construida por las empresas españolas EADS-CASA y Sener).

La cooperación internacional tiene un papel importante en la misión del Curiosity, como en casi todas del JPL. Además del instrumento español, hay dos franceses y uno ruso, y la Agencia Europea del Espacio (ESA) contribuye a recoger datos del Curiosity a través de su sonda Mars Express, en órbita de Marte. La nave empezó a registrar señales del Curiosity minutos antes de que este explorador, del tamaño de un coche, aterrizara en la superficie del planeta.

“Felicidades a nuestros colegas de la NASA por un aterrizaje enormemente exitoso”, ha señalado Paolo Ferri, director de Operaciones Solares y Planetarias de la ESA. “El equipo del Mars Express da la bienvenida a un nuevo amigo en el vecindario”, ha añadido.

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