"Parece que la puesta en marcha de la medida será un parto difícil"

El presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) no comparte el optimismo que transmite el Ministerio de Sanidad cuando dice que todo estará preparado para el estreno del nuevo copago en julio. Estos recelos son compartidos por el sector. “Hace poco, en la reunión de la junta directiva de la entidad, un compañero se me acercó en tono jocoso y me dijo: ‘Solo nos queda rezar”, comenta.

Pregunta. ¿Cómo considera que será la implantación del copago?

Respuesta. Parece que será un parto difícil.

P. ¿Por qué?

R. El Ministerio de Sanidad ha dicho que ya ha elaborado y trasladado a las autonomías los códigos que ha asignado a cada persona, en función de su renta y la aportación que le corresponde. Todo esto es fácil de trasladar a los sistemas sanitarios en los que se funciona con receta electrónica [a través de tarjeta sanitaria inteligente, sin papeles], pero no está implantada al 100% ni de lejos. Tampoco existen sistemas de lectura informatizados en todas las farmacias.

P. ¿Cuál es el grado de implantación de la receta electrónica?

R. Andalucía y Galicia la tienen casi en el 100% del territorio. En el otro extremo está Castilla y León. En Madrid y Castilla-La Mancha tampoco está casi extendida. En Cataluña, al 50%.

P. ¿Qué se podría hacer para evitar problemas?

R. Se necesita más tiempo para adaptar los sistemas informáticos. No solo los de las comunidades autónomas. En las farmacias, por ejemplo, hay que hacer modificaciones. En los terminales de puntos de venta, pero también en los sistemas informáticos de gestión interna, y para ello hace falta tiempo. Creo que se deberían haber establecido plazos más razonables para introducir el copago. De esta forma se evitarían los problemas que vamos a tener. Ha habido cierta ansiedad y ganas de trasladar la sensación de actividad, de que se están tomando medidas.

P. ¿Qué problemas puede encontrarse una persona que acuda a una farmacia? ¿Cómo puede afectarle la medida?

R. Primero, los pensionistas tendrán que pagar, algo a lo que no están acostumbrados y que generará tensión. Además, hay una casuística muy variada de cuestiones que pueden plantearse. Especialmente relacionadas con el problema de las recetas a mano, que son más numerosas de lo que señala el ministerio. Habrá recetas que nos vengan escritas a mano sin el código de aportación del usuario y a estas alturas no sabemos qué tendremos que hacer con ellas. A los protagonistas de esta medida, que somos nosotros, no nos han informado y a los usuarios todavía menos; me parece totalmente absurdo.

P. ¿Cuánto tiempo cree que tendrá que transcurrir para que el nuevo copago se aplique con normalidad?

R. Ojalá sea pronto.