El juicio por abusos al ayudante de Joe Paterno conmociona a EE UU
Jerry Sandusky se enfrenta a 52 cargos criminales por abusar de 10 niños a lo largo de 15 años en la Universidad de Pensilvania
Primero fue el escándalo que sacudió los cimientos de la Universidad de Pensilvania conocida como Penn State, y ahora llega el juicio contra el hombre que utilizó su posición como asistente de uno de los entrenadores de fútbol universitario más famosos de la historia norteamericana –Joe Paterno, fallecido el pasado enero a los 85 años- para abusar sexualmente de 10 niños en un periodo de 15 años.
El caso contra Jerry Sandusky ha conmocionado la conciencia nacional y puesto en un tristemente privilegiado primer lugar de atención los abusos sexuales a niños. Desde que a principios de semana comenzase el desfile de testigos de la acusación en el tribunal de Bellefonte, un pequeño pueblo a unos 15 kilómetros de Penn State (Pensilvania), los titulares en prensa y televisión sobre el desarrollo de las vistas son continuos y en ocasiones muy gráficos y perturbadores. Cada día se agolpan ciudadanos a las puertas de la corte, cuyas calles de acceso están tomadas por camiones con satélites para que las televisiones puedan retransmitir la información que les llega del juicio, en el que no están permitidas las cámaras.
Ocho supuestas víctimas testificarán que Sandusky abusó sexualmente de ellas cuando tenían unas edades de entre 10 y 15 años
Un jurado de siete mujeres y cinco hombres decidirá la suerte de Sandusky, 68 años, durante las menos de tres semanas que el juez John Cleland ha estimado que puede durar el proceso. Durante ese tiempo, ocho supuestas víctimas testificarán que Sandusky abusó sexualmente de ellas cuando tenían unas edades de entre 10 y 15 años. De esos ocho hombres, algunos son todavía adolescentes y tienen 18 años; otros llegan a los 28.
El principal abogado de la fiscalía, Joseph McGettigan, abrió la sesión del lunes calificando a Sandusky como un “pedófilo depredador” que usó su centro de caridad infantil conocido como The Second Mile para encontrar niños y abusar de ellos. Sandusky supuestamente utilizaba las instalaciones deportivas de la Universidad –en concreto las duchas del gimnasio- y su casa para sus perpetrar sus abusos sobre los menores. La identidad de cada víctima se irá haciendo pública a medida que accedan al estrado para testificar pero la gran mayoría de los medios de comunicación han rechazado ponerles nombres y apellidos y se refieren a ellos como Víctima Uno; Víctima Dos; Víctima Tres, etc… hasta Víctima Diez, ya que varios testigos de la acusación aseguran haber visto a Sandusky abusar de dos niños más que no logran ser localizados.
Sandusky, cuya detención el año pasado en noviembre desató una crisis antes nunca vivida en la Universidad, niega los 52 cargos criminales que se le imputan
Sandusky, cuya detención el año pasado en noviembre desató una crisis antes nunca vivida en la Universidad –Paterno y el presidente del centro educativo fueron despedidos-, niega los 52 cargos criminales que se le imputan. Según los cronistas judiciales, el veredicto que salga del juicio no será la última palabra en un caso sobre el que parece no llegarse nunca al fondo. La oficina del fiscal no deja de insistir en que paralelo al juicio existe una “investigación abierta” relacionada con el escándalo que este año ha reportado un premio Pulitzer a la joven periodista hoy de 24 años Sara Ganim –en la Universidad cuando reportó de los hechos- que destapó el escándalo cuando nadie sabía que sobre Sandusky había abierta una investigación de un Gran Jurado en Pensilvania por alegaciones de abusos sexuales –audiencias que son secretas en ese Estado, por lo que Ganim tuvo que basarse en fuentes anónimas que le garantizaron que sobre el ayudante de entrenador había abiertas pesquisas desde hacía año y medio-.
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